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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Lo real maravilloso del Carnaval de Oruro - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Alejo Carpentier, un gran escritor latinoamericano, fue uno de los primeros en referirse a lo real maravilloso de nuestros pueblos, que están llenos de encantos, magias, mitos, fábulas, expresiones de toda índole que causaron y causan la admiración de propios y extraños, por eso los cronistas fabularon la conquista, ya que no sólo encontraron riquezas materiales, sino también riquezas inexplicables al entendimiento, fruto de la imaginación de los naturales, de las culturas asentadas en el nuevo mundo, de la memoria colectiva que hábilmente recopilaron, seguramente no en toda su originalidad, pues los hechos se van entremezclando con las experiencias y las visiones propias o de otros.
Encontraron y encontramos un territorio donde todo es posible, donde la fantasía se materializa en realidad ante los ojos maravillados de quienes contemplan hechos inverosímiles, o se quedan mudos ante los relatos fantásticos que tratan de explicar el origen de las cosas, de los animales, de las plantas y del mismo ser humano, etc. pues el imaginario popular fue capaz de relacionar su existencia con algún relato nacido de la fantasía y que ha perdurado por los siglos de los siglos.
De igual modo, otro escritor, Gabriel García Márquez, manifiesta que en América Latina todo es posible, todo es real, por eso en los cuentos de las abuelas hay una fantasía extraordinaria, (Diálogo sobre la novela Latinoamericana 1988) siendo por lo tanto la labor del escritor testimoniar esa veta fantástica, maravillosa que nos deja pasmados y que con el transcurso del tiempo a veces se convierte en realidad formando parte de nuestra existencia.
A las asombrosas realidades latinoamericanas es menester agregar el deseo del ser humano de aferrarse a una creencia, sea por esconder sus miedos o por testimoniar sus debilidades o sus grandezas, pero lo cierto es que desde tiempos remotos, ha creado una serie de manifestaciones religiosas a diferentes deidades, que van desde elementos de la naturaleza, a seres sobrenaturales, en muchos de los casos sólo producto de su imaginación, pues no sabemos si su soledad más allá de lo humano o su superstición le ha llevado a hincarse a algo, talvez para poblar esa soledad y llenarla con sus creencias. Para estar en comunicación con esos seres espirituales, ha recurrido a la danza, al canto, al teatro, que la memoria colectiva a través de la transmisión oral se ha encargado, en principio de pasarla de generación en generación, y que luego con la creación de la escritura se ha perpetuado como producto del imaginario popular, que posteriormente constituyen las tradiciones de los pueblos que las han creado.
En estas manifestaciones están presentes fuerzas de la naturaleza, así como la magia, el mito, el animismo: Fenómeno que ha sido denominado como “lo real maravilloso” pues está ahí ante nuestros sentidos como testimonio de las vivencias y creencias de los seres humanos que buscan más allá de su presencia terrenal explicaciones cargadas de fantasía, pero que tienen el privilegio de perpetuarse.
Empero, lo cierto es que esas manifestaciones surgidas de lo profundo del alma de los pueblos han dado origen a diferentes ciencias, siendo la más importante el folklore que es un modo de saber dentro de la cultura general del hombre, ciencia dedicada al estudio de las tradiciones populares, nacidas de la sabiduría de los pueblos.
Etimológicamente la palabra Folklore se forma de dos voces inglesas Folk y Lore. Folk, significa todo lo que el pueblo cree, piensa, dice y hace, es decir el saber popular, aquel que nace no del estudio científico, sino de la experiencia directa del pueblo con las cosas que lo rodean. Es un saber empírico debido a que su terreno es el estudio del saber y el sentir de los pueblos como tales; no es el saber y el sentir que se puede deducir de las grandes obras de los excelsos poetas o escritores, sino un saber que emana directamente de las capas populares, de ese pueblo que constituye siempre, casi la totalidad de los países. Sus sentimientos y sus pesares se manifiestan en una infinidad de formas más o menos complejas, pero siempre típicamente populares, es decir llenas de fantasía, de sentimientos, de ilusiones, de temores, y modificadas constantemente por la transmisión oral y muchas veces vividas en fiestas, ritos, danzas y ceremonias.
Valga todo este preámbulo para referirnos al Carnaval de Oruro, pues revisando las versiones sobre su origen, ya que es una fiesta pagana-religiosa, en la que se han amalgamado elementos míticos andinos con aquellos traídos y divulgados por los conquistadores a través del cristianismo, nos encontramos con narraciones fabuladas por el pueblo, por eso esta manifestación es patrimonio del folklore, no sólo por las danzas que ejecutan hábiles danzarines, sino porque las versiones sobre su origen nacieron del seno mismo del pueblo, así como su posterior consagración a la virgen de la Candelaria, protectora de los mineros.
En la versión que recogemos de Víctor Zaconeta (Odas y Poemas. Segundo tomo 1925) encontramos la presencia novelesca del famoso ladrón Chiru Chiru que robaba a los poderosos, pero que infortunadamente cuando robó a un pobre, fue herido por aquel, por lo que tuvo que esconderse en su guarida, donde fue encontrado muerto. El descubrimiento del cadáver del ladrón sirvió también para develar que era devoto de la Virgen de la Candelaria, de quien recibía su protección. Este hecho dio origen a la romería hacia esta guarida que luego se convirtió en santuario.
Una vez descubierta la imagen de la Virgen, los mineros tomaron acuerdos, entre ellos que honrarían a la Patrona de los mineros con danzas y cantos, para lo cual los mineros se disfrazarían de diablos para conservar cierta tradición de la minería, sin que falten Satanás y el Arcángel San Miguel, para representar melodramáticamente la caída de Luzbel. (Odas y Poemas. Segundo tomo 1925)
Sin embargo, después de mucho tiempo surge otra versión casi similar, pero que tiene como personaje al “Nina Nina”, Anselmo Belarmino, según Augusto Beltrán Heredia. (Proceso Ideológico e historia del carnaval de Oruro 1962) que señala que la misma fue dada a conocer por el cura Emeterio Villarroel en su Novena compuesta en honor a la Virgen en que se hace referencia al personaje ya nombrado, así como a Lorenza Choquiamo y a su padre Sebastián Choquiamo.
El “Nina Nina” era también un ladrón devoto de la Virgen de la Candelaria. Estaba enamorado de Lorenza, pero no tenía la aceptación del padre, por lo cual decidieron escapar los enamorados en sábado de carnaval, empero fueron descubiertos por Sebastián quien hirió al ladrón. El padre escapó con su hija, pero el “Nina Nina” fue conducido por la Virgen hasta el hospital donde murió. Sin embargo, alcanzó a confesar que era el famoso “Nina Nina”. También declaró que fue socorrido por la Virgen de quien era devoto.
Lo cierto es que estos dos personajes dieron origen al culto a la Virgen, en un principio sólo por los mineros, pero luego se extendió a todas las capas sociales.
A todo esto debemos sumar, como no podía ser de otro modo, pues el descubrimiento no sólo dio lugar al mestizaje, sino también a la hibridación de elementos autóctonos con externos, especialmente en cuanto a la religión, por lo que se hace referencia en la aparición de la danza de la diablada a elementos de la mitología andina, donde el diablo es conocido como Supay, pero que dentro de la demonología uru, su equivalente sería el dios “Huari”, (Proceso Ideológico e historia del carnaval de Oruro 1962) quien en su deseo de destruir a los Urus, habría enviado plagas de animales gigantes y flamígeros, como una víbora, un sapo, un lagarto y hormigas, pero no logró su objetivo debido a la intervención de la Ñusta, que convirtió a la víbora, al sapo y al lagarto en rocas que todavía hoy tienen presencia en nuestra ciudad, Oruro; y a las hormigas en los majestuosos arenales. La Ñusta sería la encarnación de la Virgen María.
No hemos querido hacer mayor referencia a las narraciones sobre estos acontecimientos, pues nuestra intención es mostrar “lo real maravilloso” que encierra el carnaval de Oruro, ya que aglutina todos los elementos requeridos para ser considerado tal, puesto que contiene elementos mágicos/ficticios, percibidos por los personajes como parte de la “normalidad”, representaciones de mitos y leyendas, así como la transformación de lo común y cotidiano en una vivencia que incluye experiencias “sobrenaturales” o “fantásticas”.
Tales son los antecedentes de esta maravillosa expresión del pueblo de Oruro, que para 1962 mereció el siguiente comentario de Augusto Beltrán Heredia: “La población católica de Oruro, dedica un culto preferente a la Virgen María. La asunción de la inmaculada se celebra el 15 de agosto como fiesta local, y la Virgen de la Candelaria, cuya conmemoración es el 2 de febrero, es homenajeada durante los principales actos y días del Carnaval. Éste es el único antruejo del mundo que tiene sentido religioso, que se hace bajo la advocación de una Santa, precisamente de la Reina de las Vírgenes, para festejar las virtudes de la Madre Castísima de Cristo y para invocar su protección, cuando en el resto de los países el carnaval tiene visos de fiesta pagana y licenciosa, algo así como bacanal moderna. Quizá debido a ello, a que las danzas y los cánticos de las comparsas se efectúan en el mismo templo de la Virgen, o en sus proximidades; a que empieza y termina el carnaval con sendos homenajes a la Virgen Incorrupta rendidos por las mascaradas, que son expresiones de antañoñas costumbres, tradiciones y leyendas, el Carnaval de Oruro, va adquiriendo alta jerarquía año tras año, lejos de degenerar como acaece en otras urbes”.
Lo real maravilloso y el realismo mágico, fueron las expresiones propias y grandiosas de la literatura americana, orgullo de la expresión narrativa de los pueblos a que hacen referencia, por eso cuando consultaron a nuestro compatriota Guillermo Mariaca, sobre estas corrientes en lo que corresponde a nuestra literatura, la respuesta fue que lo real maravilloso se encontraba en nuestra tradición oral, en nuestro folklore y que era labor nuestra recopilarla y testimoniarla en forma escrita para su difusión no sólo local sino internacional.
Es por esta razón que ligamos el carnaval de Oruro con lo real maravilloso, pero también lo hacemos porque creemos que no habría que perder su esencia, ya que si bien es cierto que el carnaval en otras latitudes tiene relación desde su etimología con lo carnal, lo terrenal, lo lujurioso, aquí nació como expresión de fe, de valor cultural, de manifestación de lo fabuloso, lo majestuoso, con una combinación de mitos andinos y creencias de la fe cristiana. Pensamos que es esta amalgama que lo hace maravilloso, y no sólo las danzas que tienen su lugar privilegiado dentro de este patrimonio de la humanidad. Debemos conservar las tradiciones, es cierto mejorándolas, pero no distorsionándolas.
Fuente: LA PATRIA
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