Transcribimos un resumen de “El perjuicio económico de la usurpación chilena”. Artículo de la comunidad boliviana en Argentina
(http://www.comunidad boliviana.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=409). Que está en Anexo del Libro “Minería del cobre del altiplano”, (en prensa, de vuestro geólogo servidor).
INTRODUCCIÓN
Lo llaman “el sueldo de Chile”. En ese país el cobre es el sustento de la economía.
Aún hoy, con la alta diversificación de las exportaciones chilenas, la venta del cobre sigue siendo un tercio del total (7.300 millones sobre 20.000 millones de dólares). Esa riqueza mayormente era boliviana antes de la Guerra del Pacífico.
En Chile nunca se ha debatido a profundidad la riqueza que fue boliviana y le ha permitido sentar las bases de su desarrollo. No son explicables los avances económicos de Chile sin pensar en el salitre (nitrato de sodio, NaNO), guano (excremento, cadáveres de aves y animales marinos, útiles para fertilizantes) y, especialmente, el cobre.
Las minas de cobre se hallan ubicadas especialmente en la segunda región chilena, antiguo territorio boliviano, minas de Chuquicamata (el yacimiento más grande de este mineral en el mundo), La Escondida, Radomiro Tomic y otras. Si bien existen muchas empresas mineras privadas que extraen cobre, la empresa estatal aporta al fisco más de mil millones de dólares anuales.
FALTA DE DESARROLLO
Con la Guerra del Pacífico, Chile le arrebató a Bolivia no sólo su cualidad marítima. Le mutiló sus perspectivas de desarrollo económico. Y es que la mediterraneidad le ha producido a Bolivia, daño económico, cultural, intelectual, tecnológico y científico.
El enclaustramiento marítimo es uno de los problemas históricos de resolución pendiente. No se ha promovido una investigación científica que mitigue la pérdida del Litoral y una convivencia en la región Pacífica de Chile, Perú y Bolivia.
Chile se incorporó con fuerza al mercado mundial capitalista gracias a los recursos naturales de Bolivia, de los cuales se apoderó con el pleno y decidido respaldo del entonces imperio británico.
Basados en esa información disponible es posible establecer que Bolivia perdió el negocio del cobre. Y le cuesta mucho en la importación y exportación de productos hacia y desde nuestro país.
LO QUE DEJÓ DE PERCIBIR
“El cobre ha desempeñado un rol principal en la economía chilena durante el Siglo XX”. Un 80 por ciento de las cifras de miles de millones de dólares del negocio del cobre, proviene de la actual segunda región de Chile, antiguo territorio boliviano.
Según el Banco Central de Chile, las transferencias de la Gran Minería del Cobre (GMC) al Tesoro General de la Nación promedian como 1.000 millones de dólares al año. Y el sector privado del cobre contribuyó a las exportaciones un promedio anual de 1.000 millones de dólares.
EMPLEO
El mejor remunerado en ese país para profesionales, ejecutivos y obreros, es justamente el sector minero; subraya el investigador Meller.
Según datos del Banco Central de Chile, confirman que la gran industria del cobre generó en el período 1960-2000 un promedio total de 45.000 fuentes de trabajo, de mejor remuneración en ese país, para ejecutivos, profesionales y obreros.
Las fuentes de trabajo en la mediana y pequeña minería del cobre alcanzaban a unas 6.000, en la década de los 90.
CONVIVENCIA (aporte del autor del Libro)
Pese a lo perjudicada la nación boliviana, le siguen haciéndole daño, con restarle las aguas dulces, que naturalmente le pertenecen, sin ninguna retribución.
Lo justo es que se determine el valor del 50% de “n” litros de agua pura que cortan a Bolivia, equivalente a “n” centímetros cuadrado de la caleta Junín, para que vuelva a ser de Bolivia, así doblemente será nuestra, para que las aguas oceánicas que la refrescan nos lleven al océano, fuente de vida de la humanidad, que lo merecemos.
Deseamos construir un puerto en la caleta, no necesitamos corredor alguno, sólo el permiso de comunicar la caleta hasta la tierra de volcanes y salares de Bolivia, sin cortar la continuidad de la antigua Tarapacá, ahora Primera Región de Chile.
OTROS COMENTARIOS
Luís Antezana Ergueta, en artículo destacado de periódico, indica Bolivia y Chile han iniciado negociaciones, como con la agenda de los 13 puntos (desde 2006), reuniones secretas (donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; mas en la multitud de consejeros hay seguridad, Proverbios 11:14) y la posibilidad de que nuestro país tenga una salida al mar. En las últimas negociaciones se han puesto en primer plano la solución de la cuestión marítima boliviana, habiendo quedado postergado el candente asunto de las aguas del manantial de Silala, acerca del cual nuestra cancillería al parecer no sabe qué hacer. En cuanto a nuestra reivindicación marítima, se ha puesto en tapete la solución del “norte de Arica”, pero el proyecto del corredor por el norte de Chile es el más absurdo e ilógico que se puede suponer. No sirve ni para Chile; parece que los chilenos quieren insistir que aceptemos esa solución.
Por otro lado, sabemos que su constitución prohíbe ceder territorios y sus militares, como escribe Armando Mariaca, jamás han querido que Bolivia retorne al mar y son los que mandan en ese país (aunque hayan corbatas o faldas). Además en virtud del protocolo de 1929, Chile y Perú no son dueños del territorio entre Tacna y Arica y no pueden disponer unilateralmente ese territorio, lo que parecería el enfrentarnos con el Perú y de cerrar la puerta al antiguo Tarapacá, que añoran.
Los mismos chilenos saben que es una faja de terreno estéril. Abraham Koenig, en 1900, escribe al Canciller de Bolivia, que esa zona carece del menor valor; al Norte de Arica no hay puerto, ni siquiera una caleta mediana, desde Arica hasta Sama la costa es brava y casi inabordable. Al norte de Arica la vista se pierde siguiendo las sinuosidades de una costa inhospitalaria.
A tanta maldad, engaño, astucia, sagacidad; oportunamente debe ser desahuciada de principio a fin esa trampa “salida al mar” camino al mar al norte de Arica, ser rechazada de manera definitiva, callar la boca y dar media vuelta. “Hay caminos que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”, Proverbios 14:12.
El enviado norteamericano, al desenlace del conflicto de la Guerra del Pacífico, sugirió que no es correcto dejar a una gran nación sin salida al mar y propuso que el puerto de Arica sea para Bolivia, el Perú se opuso; y el político y escritor Vicuña MacKenna, arengó en sus discursos tenazmente que el Morro de Arica es un trofeo para su pueblo chileno, y no hay puerto para Bolivia.
INVITACIÓN
Invito a nuestro Presidente, al Canciller, sus Ministros y a todo el pueblo de Bolivia, doblar rodillas al Rey de Reyes y Señor de Señores; recitar con todo el corazón y entendimiento un Padre Nuestro. Mía es la venganza, dice el Señor. Pedir perdón a Dios, por no haber hecho las cosas bien, desde el carnaval de 1879. Y cantar en coro: “Paz en medio de la Tormenta”.
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