Los tres aguerridos escribidores de LA PATRIA

LA PATRIA de Oruro, Subdecano de la Prensa Nacional celebra hoy su nonagésimo segundo aniversario de fundación que marca el 19 de Marzo de 1919, como el día en una concentración popular dio rienda suelta a la libertad, para expresar en su vocero que se constituye hoy en el pan espiritual de los orureños, las alegrías, victorias, penas, frustraciones y hasta sin sabores que supone publicar la verdad.

La gente confió en los periodistas y encomendó la noble misión de dirigir el naciente diario al insigne Demetrio Canelas, quien estuvo al mando por varios años y luego fue a fundar en Cochabamba, su tierra natal, el diario Los Tiempos que perdura también con el paso del tiempo. Canelas se destacó por su férrea defensa del derecho marítimo y el libre acceso a las costas del Pacífico.

Esa labor, fue secundada por muchos años por el decano de los periodistas en Oruro, Augusto Dávila Sanabria, quien inculcó desde las páginas de LA PATRIA, donde llegó a ser director, la vocación de servicio, entrega y dedicación a favor de los lectores que son los beneficiarios directos del trabajo de los periodistas, manteniendo un nivel ético y de gran responsabilidad para su público, teniendo que enfrentar sin número de hechos que se sucedieron en diferentes épocas de dictadura, gobiernos autoritarios y hasta las poses ridículas de algunas autoridades que siempre quieren que se publique “su verdad” para satisfacer su ego y justificar su paso por algún cargo público.

Miralles y Dávila son de una estirpe de periodistas en extinción, de los que existen muy pocos hoy en día, porque la comodidad, la facilidad de la tecnología, fue quitando el romanticismo de los obreros de la palabra, de quienes en su cotidiano batallar saben que publicar un diario no es fácil, que tienen que luchar contra el tiempo a la hora de cierre y deben asumir responsablemente la decisión de publicar la información que ineludiblemente tiene que ser de interés general.

Estos periodistas que con su pluma salvaguardaron la libertad de expresión hoy tan vapuleada por el régimen de turno, no descansaron ni un momento en su lucha por construir una auténtica libertad de prensa que es la mejor herencia que les puede dejar un diario a sus lectores, confiriéndoles la seguridad de estar oportuna y correctamente informados.

En el título de la columna me refiero a los tres aguerridos escribidores de LA PATRIA y no estaría completa esta reseña si no incluimos a Luis Ramiro Beltrán Salmón, quien a muy temprana edad y por un corto tiempo se enroló en las filas del diario orureño, en 1942 siendo nombrado entonces “Auxiliar de Repórter de LA PATRIA” por su director Ulises Peláez, para luego de cooperar un tiempo ir a vivir y estudiar a La Paz, de donde retornó el año 1946 cuando fue invitado por el director del matutino local Enrique Miralles a asumir la Jefatura de Redacción, a los 16 años de edad. Desde esa época cuando Luis Ramiro Beltrán comenzaba a gatear en las lides del periodismo, nunca olvidó su primera casa periodística recordando siempre que su mayor retribución por informar era una entrada de cortesía para ir al cine, llegando luego a constituirse en el mayor comunicólogo de fama internacional y ganador del Premio Mundial de Comunicación “McLuhan-Teleglobe del Canadá”, galardón obtenido en 1984.

Los tres aguerridos escribidores tienen algo en común. La fortaleza de pertenecer a la familia de LA PATRIA, junto a muchos otros buenos periodistas que desempeñan cargos y funciones importantes en el país y el exterior, así como quienes escriben día a día la historia de los orureños en las páginas del subdecano de la prensa de Bolivia.

Pero algo más los une y es el haber logrado en diferentes épocas el mayor premio que puede recibir un periodista boliviano, el Premio Nacional de Periodismo que entrega anualmente, desde 1989, la Asociación de Periodistas de La Paz. El primer galardonado fue Luis Ramiro Beltrán Salmón en 1997, afirmando que “el premio es de Oruro porque soy de Oruro… porque fue en Oruro -en esta “alta tierra del corazón ardiente”- donde me inicié en el culto irrenunciable de lo que bien ha llamado García Márquez, el más bello de todos los oficios”, el periodismo.

El segundo en ser premiado por los periodistas paceños fue el director y timonel de LA PATRIA, Enrique Miralles Bonnecarrere el año 2000, quien desde octubre de 1946 no se apartó del matutino que fue su santuario espiritual y nervio motor para inculcar a los orureños la rebeldía para exigir atención a sus demandas y reclamar lo que en justicia les corresponde.

El tercer galardonado es Augusto Dávila Sanabria, en el año 2010, decano de los periodistas orureños, quien con su característica sonrisa, su humildad y renunciamiento a toda prueba, supo aportar a la construcción de una prensa libre que puede defender los derechos ciudadanos, denunciar el abuso y la discrecionalidad de las autoridades de turno, así como demostrar que la actitud responsable y ética del periodista no tiene precio.

Estos tres aguerridos escribidores, nos muestran como desde LA PATRIA de Oruro han podido construir un diario al servicio de la comunidad y lejos de la alta tecnología, de la moda del diseño y de los desafíos y retos económicos, llegaron a sembrar en terreno fértil junto a sus más directos compañeros que publica para ustedes la edición de este sábado 19 de Marzo de 2011, con la esperanza de llegar a los 100 años y superar la centuria con decisión, coraje, patriotismo y auténtica vocación de servicio por sus lectores y la ineludible responsabilidad de defender a su pueblo que en definitiva es el depositario de este gran tesoro que se llama LA PATRIA.

(*) Periodista