Noventa y dos años después de aparecer en las calles de la antigua ciudad de Oruro, causando sorpresa y curiosidad entre centenares de ciudadanos ávidos de saber más sobre el acontecer del medio propio y lo que pudiese rescatarse del ámbito nacional y mundial, LA PATRIA irrumpió con fuerza y se convirtió en el faro de libertad y justicia de la comunidad.
Señalar 92 años del transcurrir afanoso de un medio periodístico en el terreno de los hechos cotidianos, luchando contra la adversidad, soportando en más de dos ocasiones el embate de la fuerza y la incultura, sobreponiéndose a toda prueba en su misión de informar y educar, sugiriendo diariamente avances para mejorar la vida del ciudadano, defendiendo sus derechos, exigiendo justicia y reclamando el cumplimiento de promesas vertidas por políticos es parte de una rutina de alta responsabilidad, que persiste por encargo y decisión de quienes le pusieron un sello indeleble al segundo periódico del país, el subdecano de la prensa nacional, el matutino LA PATRIA de Oruro.
Nadie que haya seguido de cerca o posiblemente con alguna proximidad la actividad periodística de LA PATRIA dudará del rol que encomendaron sus fundadores y sus seguidores para que sea vigía de las reivindicaciones locales y defensor intransigente de las libertades, atributos que persisten por la alta responsabilidad asumida por una generación de hombres y mujeres que no olvidan las enseñanzas y las recomendaciones de sus mayores.
LA PATRIA y sus lectores, un vínculo de siempre, ahora más próximo al centenario, sólo faltan ocho años que transcurrirán inexorablemente marcando el valor de un periódico que es paradigma de las libertades, es faro de cultura y es luz que ilumina el andar de un pueblo en busca de mejores días, LA PATRIA y Oruro, un nexo irrompible que afirma convicciones con impetuosa vocación de servicio que se manifiesta en la entraña teórica de sus planteamientos iniciales y la firmeza de su cumplimiento en el transcurrir del tiempo.
El rigor de verdad y entereza que señalaron los maestros del periodismo en LA PATRIA permite trascender lo que para muchos es una selva de letras y frases como árboles que no dejarían ver el bosque, sin embargo la responsabilidad por las cuestiones éticas enriquece el sentido de aquellos planteamientos que hoy siguen siendo norma entre quienes trabajan informando, elevando el valor de los deberes cívicos hacia la comunidad al influjo de una tarea periodística que se afirma en la libertad humana, que no es otra que la libertad de prensa y de expresión que nos permiten de manera general hacer más certeros y convincentes los juicios y las ideas que apuntalan anhelos y expectativas de orureños y bolivianos.
La pasión por el periodismo que destacó la incursión en esta materia de los creadores de LA PATRIA, desde don Demetrio Canelas que fijó la línea de independencia del subdecano de la prensa y que continuaron otros destacados intelectuales, se afirma con la decidida participación de don Enrique Miralles Bonnecarrere y luego don Cristóbal Molina en una etapa en la que se consolida la vigencia del matutino al servicio de Oruro y el país. Hoy al celebrar 92 años de vida institucional, otras generaciones de la familia Miralles siguen impulsando este medio que ha crecido en la dimensión de nuevos emprendimientos técnicos y que se suma a otros de circulación nacional, inclusive con algunas ventajas de la moderna tecnología que lo caracteriza en sus ediciones cotidianas. LA PATRIA, seguirá siendo el faro de la libertad y la justicia al servicio de su comunidad, Oruro y desde esta alta tierra con visión de Patria, defendiendo la soberanía nacional y los derechos fundamentales de la sociedad en su conjunto.
Fuente: LA PATRIA
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