Si la Universidad no investiga y desarrolla, vendrán otras a sustituirla y colocar su lápida

Marcha a contramarcha, huelga de hambre, paro y contraparo, discursos de autonomía y del desgobierno y, del buen gobierno de los administradores del ayer de la U, de los administradores del Gobierno de hoy. La universidad creía y algunas veces también caímos en la trampa que la U sólo debían sacar buenos profesionales pero nada de pensamiento o libertad.

Los que no podían llegar a terminar la U, llegaban a empresas y el gobierno para ser los empleados no acartonados pero con las primeras luces y la lógica que brinda la U. Los otros se enfrentaban a la nueva realidad la de ayer y la de hoy, que a pesar del cartón tenían que andar en el trabajo como cualquier trabajador, inclinando la cabeza, guardando el pensamiento para que no se enteren que se piensa o se tiene libertad, es mejor hablar de donas y doñas, de todo menos que uno sabe pensar, porque en cuanto saben que piensan los dardos salen, la metralla tiene balas de camisas de fuerza que te fuerzan a tener el síndrome del desempleado.

Las gestiones tienen papeleos que persiguen a costa de castrar el devenir y la evolución de la ciencia. ¿Que la ciencia lo puede todo? Talvez que sí, talvez que no, pero es seguro que propiciará nuevas oportunidades al conjunto de la población. (Dejo por entendido, que no todo es una taza de leche, a decir de Galeano la fórmula de hacer fortuna sigue vigente).

En esos años experimentamos, el que escribe y los dirigentes universitarios de todas las layas, de cómo se realizan las discusiones en los cafés de las esquinas, del enfrentamiento verbal en asambleas y mítines, de definir los paros y las huelgas, de superar las crisis, del devaneo de los gremios, de cómo se autoprocrean las camarillas de docentes y estudiantes, pero también de cómo se decantan las mañosas trampas a título de científico cuando esgrimen la biblia de su dogma en forma de estadísticas o sabiondos de una determinada materia. Entonces muchos tuvimos que transigir en varios problemas y cuando no lo hacíamos teníamos que aprender su biblia y su dogma para que decante en una tesis inmediata, complementariedad diríamos si las cosas ocurriesen en estos tiempos plurinacionales. Experimentamos todos los bolivianos universitarios y no universitarios y se desarrollaron las ideas y se fueron a incubar y sucedió la emergencia de hoy.

Hoy la información está a una tecla, la información del conocimiento tiene una velocidad que se traduce apenas en unos cuantos días o meses desde su experimentación en alguna parte del mundo. Muchos de los docentes de las universidades quedarían avergonzados, si supieran que sus alumnos se burlan de su mediocridad, por el conocimiento y la información que poseen, pero seguramente hacen de tripas corazón porque todavía lo más importante es el cartón.

Pero no todo estaba perdido, si algo tiene la autonomía es que el pensamiento no se puede castrar totalmente porque la libertad todavía puede ir libre en los grafittis y en otras muchas formas. La investigación que se limitaba a la investigación de la licenciatura se paso a los institutos de la universidad, primero como un chiste de mal gusto, cuando nos tildaban que apoyábamos a las camarillas, pero después cuando los frutos de estos intentos balbuceantes, tímidos se daban en paralelo en todas las universidades del sistema, hoy al parecer todavía caótico sin rumbo, sin un norte definido las universidades están hablando un idioma diferente al de ayer. Las oneges miraron feo lo que se hizo. Será que el mentisan se deje con la chilca. Mejor no le digo nada a mi esposa, todavía creo que mis males se van cuando me fricciona.

Pero todavía se nota el producto de los acartonados, cuando la mano pedigüeña de la cultura extiende la mano para todo. ¿No sería mejor indicar que universidades tienen biotecnólogos o ingenierías químicas y geologías y sistemas para decir que podemos hacer con el monolito Fraile? Pero la formación de éstos acartonados no les permite sino ver lo fácil antes que crear antes que colocar cimientos. Consumistas que no consumen su propia teoría, los leguleyos dirían a confesión de parte relevo de pruebas. Cuidado con indigestarse, tomen una dieta de anorexia en el pensamiento para que no vean los datitos en las calles y los mercados y los microbuses y en todo. Aunque sean parte de los docentes que tienen camarillas y tomen la justicia dándole el otro ojo, no importa que a pesar de eso el pensamiento, corre en las calles. La coca cola no está fría, total consumo es consumo.

Por lo mismo la existencia de las universidades, se debe entender hoy, como la existencia de una institución de investigación y desarrollo, sin esa estrategia no tiene razón de ser. La proveedora de información ha sido sustituida por la web y las redes sociales que intercambian información.

El nuevo profesional será aquel que haya tomado como premisa la vieja siempre nueva del trabajo intelectual y manual, de la experiencia de haber tomado parte en alguna investigación con la seriedad suficiente para que mañana no sea tan fácil extender la mano.

El profesional de mañana seguramente será aquel que no le tenga miedo al cambio, a pesar de la incomodidad y el riesgo que supone ello, el nuevo profesional sea plurinacional o no, deberá ser el que apuntale y dirija los cambios los que enfrenten las crisis, sea diestro o siniestro, con guiño a izquierda o derecha, el del cambio permanente, el de los saltos cualitativos que no sean involutivos.

Nota.- Con las disculpas necesarias a mis profesores y condiscípulos de la U, sobre el cartón, tengo presente que ello sólo servirá para enfrentar la biblia de los dogmas con su propio dogma.