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Almagristas y pizarristas (Ambición del oro y la plata)
15 mar 2011
Por: Eduardo Quillaguamán Sánchez
Oro y plata, esas dos palabras fueron el móvil para que los conquistadores españoles que se encontraban en Panamá se dirigieran hacia el Sur en buisca del Birú o Perú (Pelu=río o Beru=nombre de un indio), que en esa época correspondía al gran Imperio del Tahuantinsuyo.
Es muy conocida la historia sobre la asociación de Francisco Pizarro, Diego de Almagro y el clérigo Hernando de Luque quien contribuyó con una importante cantidad de dinero para realizar tal empresa. Algunos religiosos vinieron también en busca de fortuna, otros como Bartolomé de las Casas se constituyeron en firmes defensores de los indígenas.
Después de algunos fracasos, muchas peripecias y sufrimientos, por fin llegó el día esperado por Pizarro: El encuentro con Atahuallpa en la Plaza de Cajamarca (15 de noviembre de1532). Pudo más el arrojo, la osadía de Pizarro y los 180 hombres que le acompañaban que la excesiva confianza, pasividad, falsa seguridad e ingenuidad de Atahuallpa, confiado porque estaba rodeado de miles de indios, sin embrago, éstos se encontraban sin armas, ya que el resto de su ejército, que si estaba bien armado, se había quedado en las afueras de Cajamarca.
Pizarro en un arranque de coraje sin límites imitó lo que Hernán Cortéz hizo en la conquista de Méjico, quien tomó prisionero a Moctezuma, monarca de los aztecas. En la misma forma tomó prisionero a Atahuallpa. Como el inca era considerado por sus súbditos un ser divino, éstos estaban desconcertados, atemorizados y perplejos, no sabían qué hacer, no les quedaba más remedio que obedecer a los españoles.
Después vino la repartija del botín. Los dos adelantados y socios de Pizarro y Almagro se dividieron las nuevas tierras (Sudamérica): Nueva Castilla al Norte para Francisco Pizarro que incluía el Cuzco, capital del Imperio de los Incas, territorio donde aparentemente existían las riquezas y Nueva Toledo para Diego de Almagro situada al Sur, aparentemente pobre en riquezas. En esos momentos no se conocía todavía la existencia del famoso Cerro Rico de Potosí que estaba en la Jurisdicción de la gobernación de Almagro.
Eso es lo que pensó Almagro, que en su jurisdicción no habían riquezas, después de que decidió explorar su territorio, atravesó la cordillera de los Andes llegando hasta Chile sin encontrar riqueza alguna. Después de un viaje duro, sacrificado y azaroso de dos años, cuando los españoles expedicionarios regresaban con sus ropas raídas, alguien gritó: “Ahí vienen los rotos” (término que identifica en la actualidad a nuestros vecinos los chilenos). Diego de Almagro a su vuelta se entera del levantamiento de Manco Inca (hermano de Huáscar). Previamente, Manco para evitar cualquier contacto con Atahuallpa que era su enemigo huye del Cuzco. Primero para colaborar con Pizarro, porque pensaba que los españoles eran los salvadores del yugo de Atahuallpa y que fueron enviados por los dioses.
Pizarro coronó a Manco Inca como Sapa Inca o Emperador. Empero, al poco tiempo Manco Inca se desengañó de los españoles por los múltiples abusos que cometían con él y su pueblo, por lo que escapó y se rebeló, estaba a a punto de liberar al Cuzco. Fue el primer levantamiento indígena en contra de los españoles y se produjo en 1536.
Manco Inca se dio cuenta que los españoles no eran dioses, al contrario simples mortales de carne y hueso, ansiosos de poseer oro y plata, por lo que atacó sin miedo, pero fue traicionado y asesinado. Su hijo Titu Cusi Yupanqui que más tarde era cronista, narró la muerte de su padre y además nos hizo conocer su último mensaje referido a los españoles que a la letra dice: “no te dejes engañar por sus melosas palabras, son todas mentiras, si tu les crees te engañarán como lo hicieron conmigo”.
En el preciso momento en que Manco Inca trata de apoderarse del Cuzco, llega Diego de Almagro, éste, desalentado por el resultado de su viaje a Chile y pensando que el Cuzco se encontraba en su gobernación decide tomarlo. Primero derrota a los incas y segundo toma prisioneros a Gonzalo y Hernando Pizarro y se declara gobernador (ahí el origen de las guerras de Pizarristas y Algramistas). No será también el origen de la traición, la envidia, la codicia, la ambición, la venganza, la simulación y el engaño que todavía perduran en algunas mentes. Antivalores que deben ser desterrados por el empeño de todos, particularmente de la educación, para formar al nuevo hombre del siglo XXI.
Posteriormente Almagro bajó por la costa hacia Lima, llevando consigo a Hernando Pizarro, pero dejando presos en el Cuzco a Gonzalo Pizarro y otros capitanes, éstos lograron poco después escapar de la prisión. Pizarro le dio alcance en Mala (región de Lima). De la entrevista de ambos se sacan los siguientes acuerdos: Que el rey diera el veredicto final; Diego de Almagro seguiría siendo gobernador del Cuzco; la liberación de Hernando Pizarro.
La liberación de Hernando Pizarro fue el craso error de Almagro, pues Hernando olvidando los acuerdos de paz se dirigió al Cuzco, dispuesto a recuperarlo. Ambos ejércitos españoles se enfrentan cerca de esa ciudad capital del Imperio de los Incas. El lugar escogido fue Cachipampa (llano salado), por lo que la batalla se llamó de “las Salinas”. Curiosamente no participaron de esta batalla ni Diego de Almagro que estaba enfermo, ni Francisco Pizarro por su edad avanzada. Otra cosa curiosa es la participación indígena de 5.000 cuzqueños que apoyaron a Almagro; por el otro lado en número menor los Chachapoyas apoyaron a los pizarristas.
Las tropas de Almagro son derrotadas y él tomado prisionero, posteriormente ejecutado por estrangulamiento. Almagro tenía un hijo con una india panameña conocido como “El Mozo”, éste juró venganza. Al poco tiempo, Francisco Pizarro fue emboscado y muerto en Lima a los 63 años.
Diego de Almagro “El Mozo”, es nombrado gobernador y se levanta contra la autoridad del enviado del rey de España, Cristóbal Vaca de Castro. Ambos ejércitos se enfrentaron en la batalla de Chupas muy cerca de Huamanga (Ayacucho). Almagro hijo derrotado trato de huir A Vilcabamba (cuartel general de los incas), pero fue capturado y ejecutado en el Cuzco. Al respecto cabe realizar dos puntuaciones: Almagro hijo era mestizo y fue nombrado gobernador de todo Perú por un tiempo, por otro lado su acción se puede considerar como el primer amago de romper con la corona española.
Ése fue el triste final de los dos socios y amigos Francisco Pizarro y Diego de Almagro. La ambición por el oro y la plata fue la perdición de ambos, ya que murieron prematuramente y de la forma más trágica.
La historia nos sirve para reflexionar sobre nuestro pasado, para saber de dónde venimos; sobre nuestro presente, quiénes somos, y sobre nuestro futuro, hacia dónde vamos y hacia dónde debemos ir, cómo podemos ser los mejores hombres y mujeres.
(*) Profesor del Centro Integrado Carmen Guzmán de Mier)
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