Geopolítica del Pacífico central sudamericano

Geopolítica es el estudio de las Relaciones entre los elementos naturales, como relieve, recursos minerales, agricultura, ganadería, forestal, clima, fauna, flora, etc.; es la política de los países, útil para la convivencia, como también para la guerra.

Chile invade el puerto de Antofagasta el 14 de febrero de 1879, aprovechando que nuestro país festejaba el Carnaval -escribe Luis Asturizaga Salmón- y añade, los bolivianos jamás olvidaremos que con ese hecho Bolivia perdió su salida al mar. Denunciamos la incomprensión del país usurpador, que no entiende que no se puede ser impunemente poderoso y adueñarse de algo que no le pertenece, Chile se limita a hacer promesas y embrollos manteniendo nuestro encierro geográfico.

El pueblo alemán orgulloso de su industria, ciencia, educación y arte, creció al centro de Europa, los soldados que tomaron el gobierno querían acelerar el dominio, no sólo de Europa, sino de todo el mundo, así comienza la Primera Guerra Mundial, después de 4 años de lucha 1914-1918, para gobernar el corazón del Gran Continente Europa-Asia-África, fracasan en su intento, por la resistencia de un clima frío celestial, (al igual que Napoleón, líder militar francés que ganaba a ejércitos más numerosos, pensó apoderarse de Rusia, pero fracasó en su intento por el intenso frío invernal.

El geógrafo Sir Harford Mackinder, dio una amonestación a su nación la Gran Bretaña, que no tomaron en cuenta, demostraba que Alemania golpeada, trataría de conquistar el mundo, En cambio los alemanes estudiaron la lección geopolítica, que dice quien controla el Este de Europa, comanda el corazón del gran continente (Europa-Asia-África). Quien gobierna el corazón domina el gran continente. Quien controla el gran continente domina todo el mundo.

La Alemania Hitleriana se levantó y arrolló al Este Europeo para conquistar Rusia y fracasó. La comunista URSS, asentada en el corazón del gran continente, trató con su ideología dominar al mundo y fracasó. Parece que China se prepara económicamente y bélicamente para cumplir la profecía de Mackinder con conflictos desastrosos. Pero voy a mostrarles una profecía mejor, la del que dijo: La tierra pasará, el cielo pasará pero mis palabras no pasarán y -acotó- son felices los pacificadores.

En cuanto a nuestro continente sudamericano. Bolivia está en el corazón del continente, podríamos haber desarrollado el liderazgo continental de acuerdo a Mackinder. Pero no es así, cerrados por montañas al Oeste a imparables, caudalosos ríos al Este, fue el refugio de indios amedrentados que abandonaron las costas pacíficas y atlánticas por la invasión europea. Nuestra gente originaria, rezago de mucha civilización primitiva, de la sangre que corre por nuestras venas bolivianas, no conocía la rueda, estaba atrasada por el paganismo y la idolatría, que es lo más detestable para Dios.

Región rica en minerales, petróleo, gas, agua dulce y con diversidad de flora y fauna, variados productos agrícolas, continúa presa fácil de nuestros vecinos que nos despojaron los siete rincones de la Patria, siendo lo peor la pérdida del Litoral que nos vinculaba con el mundo.

Nuestra Patria continúa en la ignorancia por falta de conocimiento. Asentada desde el ancestro en la mentira, flojera de ser ladrones, como versa el saludo del imperio incaico, ahora somos presa de decisiones de poderes superiores que operan en nuestros vecinos y en nosotros mismos.

En virtud del protocolo complementario de 1929 Chile y el Perú no son dueños del territorio entre Tacna y Arica, o sea que Chile no tiene dominio soberano o nula propiedad en esta zona. Tampoco el Perú tiene dominio real y no puede disponer unilateralmente de ese territorio. Pero pueden hacerlo de común acuerdo, analiza así, en 1983, Roberto Zapata de la Barca.

Últimamente congresistas chilenos plantean una negociación gradual en el diferido marítimo y la administración de Sebastián Piñera debe proponer a la de Evo Morales, un territorio sin soberanía y en un futuro negociar un espacio soberano que debe expresar…

Precipitado y difícil de cumplir el mandato que obliga a Evo Morales a resolver el tema, opina un congresista y otro que el corazón del problema es el tema de la soberanía.

Ciento treinta y dos años más van a pasar y los chilenos van a continuar malos para los bolivianos, especialmente como -escribe Armando Mariaca- las fuerzas armadas chilenas, jamás aceptarán que Bolivia, retorne al Pacífico y son los soldados que mandan en ese país, aunque hayan corbatas o faldas; es preferible negociar económicamente: 50% de las aguas dulces que le damos en “n” metros cúbicos por “n” metros cuadrados del Litoral de la Caleta Junín, más un acceso a dicha caleta sin romper la continuidad soberana de ellos.

No queremos ningún corredor para cerrar la puerta de Tarapaca a los peruanos ni de aislarlos a los chilenos del Perú, donde tienen grandes negocios.

Dediquémonos a meter las manos para producir nuestros recursos naturales, fundir el abundante hierro que tenemos para ser país industrial y nos chorreará dinero para construir un puerto en la Punta Junín. Junín ha sido la batalla que dio la libertad a Bolivia, país que lleva el nombre del libertador Bolívar, de la zona andina; la mitad de nuestro continente.

Desechemos el complejo al extranjero que nos parece que sabe más. Esforcémonos trabajando fuerte, los recursos naturales que son abundantes y seamos valientes, porque sólo los valientes arrebataron el cielo.