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Domingo 06 de marzo de 2011

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Cultural El Duende

EL MUSICO QUE LLEVAMOS DENTRO

Ars Antiqua

06 mar 2011

Fuente: LA PATRIA

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La canción profana o popular

Al principio, la canción profana siguió fórmulas del canto gregoriano pero sustituyó el latín por la lengua vulgar. Los misterios de tipo teatral contribuyeron a su difusión, y en los siglos IX y X dieron paso a las canciones amorosas, báquicas, bailables, con estribillo, pastorelas primitivas, etc.

Poetas trovadores y troveros

Los trovadores eran señores que vivían en la Francia Meridional y escribían en lengua provenzal mientras que los troveros residían en la Septentrional y escribían en francés. Cultivaron la música en la época de las Cruzadas con asuntos variados: homenaje al soberano, loa a la mujer amada, exaltación del país natal, descripción de tierras desconocidas, alabanzas a Dios, etc. Se hacían acompañar del juglar o ministril, encargado de recitar los versos e interpretar la música con el arpa, la vihuela de arco o el órgano. Entre los tipos literariomusicales figuran la cancó; el aube; la poesía cortés; los débats, en forma dialogada; la tenson y el jau partir, donde un interlocutor propone dos soluciones opuestas para que su contrincante defienda la que le parece mejor; el plany o lamento; el enuig o enojo; la pastoral y el rondel. Sus creadores sobresalientes son Guillermo, noveno duque de Poitiers; Folquet de Marsella que después fue obispo de Tolosa y, Giraut de Riquier muy apreciado por Alfonso X el Sabio.

Paralelo a este movimiento, en tierras germánicas aparecen los Minnesaenger o cantores del amor. Descollan Walther von der Vogelweide¸Wolfran von Eichebach, Tannhauser y el zapatero Hans Sachs. En Italia surgen los himnos (aludes) gracias al movimiento impulsado por San Francisco de Asís. Hubo laudes dialogadas que fueron el germen de las sacre rappresentazione cuyo auge preparó el terreno al oratorio.

La polifonía

El advenimiento de la polifonía se inició en el siglo IX debido a los balbuceos del organum (improvisación para dos y tres voces). Le siguió el discante, en el que la voz principal era el cantus firmus (tenor). En Inglaterra se implantó el gymel y el fabordón, música con intervalos rigurosamente prohibidos en la música continental. Su evolución marcó tres etapas: la primera en la escuela de Nuestra Señora de París (ss. XII y XIII) donde sobresale Pétorin el Grande, considerado el padre de la música polifónica. En la segunda (s. XIV) destaca Reims gracias a Guillaume de Machault. La tercera (s. XV) fue aureolada por Guillaume Dufay, Johennes Ockeghem y Josquin des Prés, las tres grandes figuras de la escuela francoflamenca.

Después del siglo XIII se implanta una escritura proporcional con unidades de tiempo: las longas, las breves y las semibreves. Pierre de la Croix añade la mínima. Le siguen el conductus y el motete. El primero permite al tenor desplegar un ritmo libre y las piezas finalizan con cláusulas (vocalizaciones) que atestiguan su destreza y concisión. En el motete, la voz organal y una tercera denominada triple, permiten que los instrumentos musicales reemplacen al tenor concentrando la atención en el ritmo de la obra. El rondó y el canon, pieza construida con un motivo melódico que circulaba por todas las voces, fue cultivado en Inglaterra.

Fuente: LA PATRIA
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