Cuando el Carnaval de Oruro brilló con su “Belle Image”

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El Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, ha tenido momentos muy inolvidables, como aquel que se vivió en febrero del 2007.

Ese año, el Carnaval brilló y se deleitó con su “Belle Image” o podríamos decir que la “Belle Image” se deleitó y brilló en el Carnaval de Oruro. Porque son dos puntos de vista que se unen entre sí.

Para quienes no recuerdan la “Belle Imagen” era un grupo de músicos franceses, que motivados por el folklore de Bolivia y de Latinoamérica, llegaron a nuestra ciudad, para llevarse el recuerdo más inolvidable de toda su vida.

LA HISTORIA

A mediados del 2006, el presidente de la Asociación de Bandas y Músicos Profesionales de Oruro (Abampo), Lucio Wilcarani, anunciaba a nuestro matutino que llegaría desde París, Francia, una banda de música de 25 operarios, conocidos en el viejo mundo como la “Belle Image” o Bella Imagen, en nuestro idioma.

A principios de esta gestión, aquel anuncio dejo de ser simplemente un anuncio y se comenzó a vivir uno de los episodios, que sería inolvidable, no solo para los orureños, sino también para los 25 músicos franceses.

La confirmación de la llegada de la banda “Bella Imagen”, fue hecha por su representante y miembro de la Asociación Franco Andino Boliviana, José Rodríguez, quien señaló que la banda llegaría una semana antes del último Convite. Y así fue, llegaron el 4 de febrero al promediar las 22:00 horas en un bus de turismo que en la parte frontal estaba su nombre: “Belle Image”.

Ese mismo día se anunciaba que la banda de música parisiense aparte de participar en el VI festival de bandas de música, estaría presente en la entrada del Sábado de Peregrinación, el Domingo de Corso y el lunes Día del Diablo y del Moreno, junto a la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada, después que se hicieron los contactos respectivos con el directorio de dicha entidad folklórica.

ORGULLO

Un día después de la llegada de los músicos parisienses, dieron una conferencia de prensa en ambientes de la sede de La Fraternidad, donde señalaron: “La Banda Bella Imagen siente el orgullo de participar en el Carnaval de Oruro”.

Los músicos expresaron su felicidad y el orgullo que sentían de estar en nuestra ciudad para participar de las actividades del Carnaval de Oruro.

Uno de sus integrantes, Stéphane Montigny sostuvo en esa oportunidad que era un honor inmenso estar en Oruro.

“Es un sueño que lo cumplimos desde hace 10 años. Hace 10 años comenzamos a ensayar como músicos aficionados de la cultura de Bolivia y la cultura musical de América Latina, teníamos el sueño de ir un día para compartir lo que aprendimos con la gente local de Bolivia y ahora realizar este sueño, es como soñar con los ojos abiertos”, explicó.

Montigny dijo que es indescriptible interpretar la música boliviana.

“Son emociones raras y es un orgullo estar en el altiplano boliviano, tocando la música de Bolivia, al frente del pueblo boliviano, con bailarines bolivianos, con otras bandas bolivianas, eso es una locura total que para nosotros es más que un sueño, que lo recordaremos toda nuestra vida”, señaló.

Dominique Voisin, Boris Pokora y Frederic del Homme, opinaron de la misma manera, pero lo que no podían definir junto a Montigny, cuando se les consultó es porqué tocaban la música de Bolivia, al estilo marcial, hecho que sería descifrado con el transcurrir de los días y explicado más tarde, al término del Alba.

FESTIVAL

El festival de bandas de música, se realizó el 8 de febrero en la Avenida Cívica, allí, los franceses conquistaron el corazón del público boliviano, porque fueron recibidos con mucha expectativa y ovacionados por los miles de espectadores que los vieron y apreciaron su música que la denominaron “música coreografiada”, porque al margen de tocar sus instrumentos, bailan y llevan una vestimenta muy especial.

Los 25 músicos franceses participaron en primera instancia del concierto junto a los casi 5.000 músicos bolivianos, se notó que, contagiados por la música boliviana se movían emocionados tocando en sus lugares y con las chamarras que les repartieron (rojo, amarillo y verde), como a sus compañeros de gremio.

Una vez que terminó el espectáculo se reunieron al centro de las gradas en la Avenida Cívica y comenzaron a tocar a pedido del público, sin estar en programa aún, porque su presentación oficial se registró a las 18:00 horas aproximadamente, de ese mismo día.

Cuando comenzaron a tocar sus instrumentos de metal, fueron ovacionados por los espectadores y comenzaron a acompañarlos con los aplausos, tocaron diabladas y canciones que sólo ellos lo saben hacer a su estilo.

El momento especial fue cuando tocaron la canción “Viva, viva, mi San José”, ahí el público explotó en júbilo, saltaron, cantaron y bailaron junto a la Bella Imagen.

Ni qué decir lo que sucedió en la presentación oficial, la gente se arremolinó para observar a los músicos parisienses que a través de la música coreografiada se llevaron el corazón del público, que pedía: “Otra, otra”, la emoción fue general.

El representante de la banda, José Rodríguez, quedó fascinado por lo ocurrido en Oruro, la Capital del Folklore de Bolivia, con el concierto de los músicos.

“Los muchachos están muy felices y están demostrando con mucho amor lo que han aprendido, para ofrecerles hoy. Fue algo muy emocionante y la Bella Imagen está alegre de presentarse en este acontecimiento”, afirmó.

PRIMER CONVITE

La primera presentación oficial de la banda de música de París fue en el primer Convite recorriendo por más de tres kilómetros al ritmo de la diablada, acompañando a la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada.

No cabe duda que la expectativa del público, al margen de ver a los conjuntos folklóricos, fue observar la actuación de los músicos de la Bella Imagen, que se presentaron por primera vez en el Carnaval de Oruro, para engrandecer aún más la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Con ese peculiar estilo francés que tienen para interpretar la música del Carnaval de Oruro, los músicos muy emocionados se ganaron el aplauso y respeto del público, que sin pensarlo dos veces, expresó su reconocimiento a través de aplausos y muestras de cariño. No faltaron las fotografías para llevarse un gran recuerdo de la banda francesa.

El músico Stéphane Montigny sostuvo: “Hemos viajado muchas horas en avión para tocar aquí con el pueblo boliviano, el pueblo orureño y es una felicidad indescriptible. Vamos a tocar diablada toda la tarde”, indicó.

Por su parte, el representante de la banda de música José Rodríguez indicó:

“Los muchachos están viviendo un momento inolvidable”.

CARNAVAL

Todos esos recuerdos vividos en ambos espectáculos llegaría a conquistar el corazón de los músicos franceses, que con su peculiar vestimenta diseñada para este género de música en París, se presentaron en la entrada del Sábado de Peregrinación, que fue el delirio total y el éxtasis de su presentación, porque no habían palabras para describir lo vivido y que se sentía en ese momento.

Era como un sueño del cual uno no quiere despertar, era como llegar a la luna después de tanto sacrificio, las muestras de afecto y cariño fueron el instante mágico, porque los músicos parisienses estaban en la Alta Tierra de la Urus.

Otro de los momentos importantes fue cuando llegaron a los pies de la Virgen del Socavón, allí también se vivió otro momento especial, y pese a ese duro corazón europeo, la alegría reinante en sus corazones, no detuvo en algunos de sus componentes, lágrimas de emoción, prometiendo a la Virgen del Socavón, al igual que los danzarines, estar por tres años consecutivos en el Carnaval de Oruro, situación que no pudo darse, pero que los orureños siempre los hemos ido recordando, haciendo cumplir su promesa con el pensamiento de verlos en nuestra tierra.

“No tengo esas palabras en castellano para describir esa cosa que vivimos el Sábado”, indicó uno de sus componentes.

ALBA

¡Qué emoción!, ¡Viva Oruro!, ¡Viva Bolivia!, se escuchaban los gritos de la multitud que en su estado de embriaguez, la mayoría amaneció bailando al ritmo de la morenada. Pero en toda esa confusión y en ese ambiente de música contrapunteada se observó que en medio de los integrantes de la Banda Pagador de Oruro, estaban los franceses, tocando en el Alba.

Tocaron morenadas e incluso comparsas de tentaciones, admirados por el público y después de un par de horas se abrieron paso junto a los músicos de la Banda Pagador de Oruro, por la multitud para continuar tocando por un par de cuadras más y luego se retiraron porque debían ingresar en el Domingo de Corso con La Fraternidad.

“El Alba es uno de los momentos más importantes del Carnaval, porque hay una alegría general, una concentración de gente y músicos, es un momento inolvidable. Lo hemos vivido como músicos, ha sido una experiencia inolvidable, somos puros franceses y tocar este folklore con este pueblo, es todo un honor. Yo sé que voy a contarlo a mis hijos, a mis nietos”, dijo Montigny. La grabación de esta declaración efectuada después del Alba, aún se conserva como una reliquia de su representación, hasta nuestros días.

Cuando se le consultó si él era el director de la banda, Montigny señaló que en la banda francesa existe una democracia participativa y directa, y solo hay un comité de organización.

Al final de su participación, los músicos franceses encontraron una definición al estilo de música que hacen y explicaron: “En Francia, en nuestra zona hay una cultura muy fuerte de bandas, pero es una escuela de disciplina, que es un poco diferente de aquí, porque no hacemos carnavales y solo desfiles militares y es marcialísimo, y teníamos que aprender a hacer otra cosa que no era marcial. Ahora nos sentimos mejor tocando la música, porque hemos escuchado tocar a las bandas bolivianas, orureñas y ahora pudimos ver el sentimiento que ocurre cuando tocan las bandas que es lo más importante que la técnica”.

Fuente: LA PATRIA