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Domingo 06 de marzo de 2011

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Revista Dominical

Comentarios de una “rareza monetaria”

Los billetitos de alacitas: de la fiesta del Ekeko al Calvario de Oruro

06 mar 2011

Fuente: 15,4,408,425

Por: Miguel Salas Aguilar - Ingeniero, Miembro Sociedad de Historia y Geografía de Oruro • miguelitosaurio@hotmail.com

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ORÍGENES DEL FESTEJO.-

La fiesta de la miniatura es una festividad de origen aymara con legítimo origen en la ciudad de La Paz, la palabra misma tiene la raíz lingüística mencionada, derivaría de la palabra ALATHAÑA cuyo significado es COMPRAR o COMPRAME; con un verbo claramente diminutivo lo que derivaría en una traducción de “COMPRAME ESTAS COSITAS”.

El origen de la fiesta es una incógnita aun por aclarar, sin embargo para el tradicionalista boliviano Antonio Paredes Candia la festividad tendría origen cuando el año 1781 el líder indígena Túpac Katari realizó el famoso Cerco a la ciudad de La Paz, dejando durante más de 3 meses sin las provisiones básicas y agua a la población española, al ir escaseando los alimentos básicos éstos, fueron reduciendo paulatinamente de tamaño hasta volverse no mas que miniaturas que finalmente desaparecieron como provisiones: el hambre mató a cientos de habitantes que no murieron sin antes no comer sus propias mascotas domésticas, cocinaron sus petacas de cuero e incluso se llegó a extremos de buscar en los desechos animales y humanos algunos granos aún no digeridos. Rescatada la población del desastre por las tropas españolas y derrotado aquel líder aymara; hacia el año 1783 se realizó el primer festejo popular de la “alathaña”, en goce del triunfo y la abundancia de los productos básicos que otorgan vida y felicidad, sin olvidar su reducido tamaño, en contraste a la total hambruna y pobreza humana padecidos.

Hoy ya se olvido aquel origen histórico, sin embargo es el “Ekeko” quien es el benefactor de abundancia al adorador y creyente del pequeño Dios andino. Indudablemente hoy priman tres principios fundamentales en ésta fiesta, 1º Todo lo que se venda en la alacita tiene que ser Miniatura del producto real; 2º Todo lo vendido tiene que ser Artesanal, o sea elaborado manualmente y no de fabricación extranjera 3º Con Fe, se obtendrá lo comprado y deseado; sin Fe lo contrario.

NACIMIENTO DEL BILLETITO DE LA ALACITA

Esta festividad siempre dispuso de variadas y bellas artesanías en miniatura de objetos reales como ser: casas, saquitos de alimentos y víveres, diversos animalitos, herramientas mineras, ferroviarias, muebles, etc., actualizándose según pasan los años a edificios, automóviles, televisores, camiones, y un sinfín de otros productos; donde principalmente están los “Billetitos”, que es tal vez el más representativo de los elementos materiales de la fiesta.

Los billetes en miniatura virtualmente aparecieron por vez primera en la ciudad de La Paz los años 1949 a 1950, aquellos ejemplares son muy raros. Tanto fue el éxito por esta hermosa iniciativa que seguramente algunas imprentas particulares en años posteriores realizaron sus propios billetitos, con sus propias figuras o alegorías “La Papelera” imprimió series continuas desde 1949 en La Paz.

¿Y quién fue el inventor del Billetito, que embelleció la fiesta del Ekeko? Pues bien, las alacitas del año 1952 muestran el rostro del “INVENTOR” junto a las secretas iniciales “G.A.V.”; dejando a los entendidos este interesante rastro biográfico que nos es ingratamente desconocido, pues nadie en su debido tiempo averiguó mayores datos al respecto; en sus orígenes las ferias populares tenían un primitivo intercambio comercial denominado “Trueque”, que evoluciono a la actual “compra-venta” y qué mejor elemento para la fiesta de la miniatura que crear un billetito de pequeñas proporciones con pleno valor simbólico, el “Inventor” merece el agradecimiento pleno del pueblo y hay muchísimo que escribir al respecto.

Éste papel moneda nació como una unidad de valor de medio de cambio con otros valores exclusivos de la feria del Ekeko, la emisión de éste simbólico billete según los años fue emitido por inexistentes “Bancos”, los que se instalaban en cualquier puesto de venta para intercambiar o vender la moneda de circulación de ese día.

LOS BANCOS DE LA FORTUNA

Desde la aparición de este valor monetario hace más de medio siglo surgieron diversos e imaginarios Bancos emisores como ser: “Banco Central de Alacitas”, “Banco Nacional de Alacitas”, “Fortuna de Alacitas”, “Feria de Alacitas”, “El Banco de Bolivia”, “Banco de la Fortuna”, “Banco de Préstamo y Fortuna”, etc. Mucho de los cuales superviven pero que escriben actualmente la palabra Alacita con “S”.

Regionalmente también existieron ficticias instituciones bancarias, como él: “Banco Paceño de Alasitas”, “Banco Central de los Chuk’utas”, “Banco de Copacabana”, “Banco de Urkupiña”, y en nuestra ciudad aparecieron el “Banco del Mini Calvario”, “Mini Calvario”, “Banco del Calvario” y “Banco Municipal de Oruro” entre otros.

EL “CALVARIO” DE ORURO

En nuestra ciudad existe desde un siglo atrás una tradición propia, aunque parecida a la fiesta paceña, ambas con la venta de miniaturas artesanales pero en Oruro sin el ekeko paceño, pues la festividad es dedicada plenamente a la Virgen del Socavón, iniciándose el primer domingo después de Todos Santos y todos los domingos siguientes hasta después de los carnavales del próximo año.

El “Calvario” se inició en la plaza de la Ranchería hacia el 1900, trasladándose décadas después a la colina del Konchupata, y finalmente a la plaza Argentina, hoy del Socavón de la Virgen, anexo a la Avenida Cívica.

Todas las miniaturas expuestas son trabajos manuales y donde la imaginación artesanal elabora primorosos trabajos de casitas, ropas para muñecas, diversos objetos de uso común en reducida escala, las conocidas alcancías de estuco no faltan en sus conocidas figuras del ‘chancho’ o la ‘negrita’ (últimamente apareció otras figuras aunque no tan clásicas como las primeras), los dulces artesanales así como las tortas, y la ‘suerte sin blanca’ están codo a codo cada fin de semana esperando al dichoso visitante. Antiguamente estaban presentes las artesanías de los reclusos de la cárcel de San Pedro, con trabajos de interesante manufactura hoy ya desaparecida, la abundante pirita (compuesto de sulfuro de hierro) era usada al ser machacado y aparentar el vellón de ovejitas, llamitas, etc. Las comidas de paso tradicionales, son el anticucho de corazón y últimamente de pollo, api de maíz o tojori con pastel, y los gustosos churros que aparecieron el año 1965, traído como novedad por una familia extranjera. Es infaltable los tradicionales juegos de “Lota”, “Mayor o Menor”, “Tiro al Blanco” y otros que nos recuerda que la feliz niñez jamás pasó.

Oruro la década de 1950 imprimió sus primeros billetitos de la fortuna, las imprentas “Paravicini” y “Universo” del Sr. Gamarra fueron las que sacaron coloridos ejemplares de miles de pesos bolivianos de la fortuna, ejemplares únicos que actualmente son muy difíciles de hallar; la actividad fue retomada en la última década por las autoridades culturales del municipio, en ejemplares de gran formato primeramente como “Banco del Mini Calvario”, y últimamente como “Banco Municipal de Oruro” y “Banco del Calvario”, los billetes orureños a diferencia de los reducidos billetitos paceños se presentaron en tamaño grande; algo contradictorio o tal vez muy original en una fiesta de la miniatura, seguramente serán futuras investigaciones las llamadas a aclarar éste aspecto. Así mismo el conocido “Calvario”, últimamente se ha desvirtuado anteponiendo la moderna palabra “Mini”, término que se utiliza recientemente y muestra una clara injerencia extranjera pues “Mini” no tiene origen quechua ni aymara, menos lo es un bolivianismo; y corresponde más al término anglosajón creada por la diseñadora inglesa Mary Quant cuando inventó un falda corta muy por encima de la rodilla, a la que denominó “Mini Falda”; quedando desde 1960 el término “Mini” muy usado en objetos pequeños; en resumen es una palabra reciente más usada por las clases medias y que agrede al tradicional “Calvario” que es una fiesta de la miniatura artesanal orureña.

Últimamente gracias a la iniciativa de conocidas autoridades culturales desde buenos años atrás se continúa imprimiendo en nuestra ciudad, ejemplares de Billetitos con iconos propios como la Virgen del Socavón, Escudo de Oruro, paisajes citadinos y folklore, así como personajes y héroes de nuestra historia local; y que de continuar enriqueciéndose su impresión se logrará el eterno retorno a través del tiempo del tradicional “Calvario orureño” en la memoria colectiva de futuras generaciones.

CREENCIAS

Los billetitos de la Alacitas, son parte innegable de nuestra alma popular por lo que se observa interesantes supersticiones ligados a ellos:

- Cada 24 de enero en la ciudad de la Paz, el pueblo espera el medio día para comprar los billetitos, para luego obsequiarlos a los seres queridos, así no falta la prosperidad aquel año. Algunos cuentan los billetes adquiridos, dejando el millonario majo siempre en par; debiéndose guardar en el bolsillo derecho para asegurarse la fortuna perseguida.

- Otros buscan la rápida bendición de sus billetitos con un cura o un yatiri, o mejor aún por ambos.

- Éstos también se embuten en casitas de yeso para asegurar la compra o el bien del hogar, o se amarran de figuritas de llamitas o bueyes de tiro, y en el mismo Ekeko como buen augurio.

- Si se encuentra algún billetito en el suelo, se los recoge y se conserva en la billetera; si se los desprecia uno pierde la suerte.

- En Año Nuevo, algunos cuentan apasionadamente billetitos de dólares mientras el tic tac del reloj está por llegar a la media noche, llamando el dinero y fortuna para el año entrante; también los comerciantes sacan maletas llenas de Billetes de Alacitas.CURIOSIDADES

Desde su aparición el billetito cuenta las siguientes anécdotas.

- Nació con el reducido tamaño de 7.8 x 4.1 cm., actualmente son de tamaño idéntico a los billetes en circulación casi una falsificación; incluso aparecieron los de gran talla.

- En las primeras ediciones firmaban la “Suerte”, “Felicidad” y el “Bienestar”.

- Desde 1949 se utilizaron mayormente figuras de dioses greco romanos, Simón Bolívar, héroes y batallas nacionales y rara vez la figura del Ekeko a pesar que ser su propia fiesta.

- El “despreciado” Ekeko que nunca apareció en billetes nacionales, apareció en las alacitas de Dólares en 1984 remplazando la imagen de George Washington, el billete correspondió a la serie B, Numero 21003215 del Banco de New York; iniciándose la mayor falsificación de dólares en Bolivia.

- Alacitas se escribe con “C” siendo a partir de 1970 que se escribe erróneamente con “S”, escribiéndose actualmente de esa mala manera.

- Como el billetito es completamente simbólico sin ningún respaldo de capital en oro, pasada la fiesta son desechados por lo que es muy raro encontrar primeros ejemplares en buenas condiciones, así como series completas.

- Las alacitas junto con los inmigrantes bolivianos llegaron a Buenos Aires, donde cada 24 de enero son parte de la tradicional fiesta, en Estocolmo (Suecia) los residentes bolivianos la celebra en Agosto; el Perú en casi toda su extensión geográfica adoptó la festividad boliviana, arguyendo derechos de propiedad y finalmente de cultura compartida.

- En casi todas las fiestas locales de nuestra Bolivia tiene lugar la Feria de Alacitas, aparte de las conocidas en La Paz y Oruro, se tiene las de Cochabamba el primer domingo de octubre, Santa Cruz el 24 de septiembre, en Tarija el primer domingo de septiembre, en Trinidad el 16 de julio, en Potosí se halla los billetitos en la entrada de Chutillos; sin contar las muchas otras fiestas de nuestros pueblos intermedios.

- A nivel nacional los actuales billetitos de la abundancia, son tan mal elaborados que son simples fotocopias de billetes en actual circulación sea moneda nacional, dólares ó euros; siendo usados en muchas ocasiones por delincuentes para realizar el “Cuento del Tío” y otros engaños, por su tamaño, color y formato mercantil.

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