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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 El milagro de la libertad se sintetiza en el sortilegio del Carnaval - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
El milagro de la libertad se sintetiza en el sortilegio del Carnaval
05 mar 2011
Por: Jorge Lazzo Valera
Vivir en libertad y disfrutar a plenitud esa libertad, es la mejor muestra de un pueblo que vive y se mueve con vida propia. Es el pueblo que vive de la plenitud de vida de los hombres y mujeres que la componen, cada uno de los cuales sabe expresar su fe y devoción a la Virgen del Socavón, que se trasunta en el Carnaval de Oruro, la mayor fiesta católica del continente y reconocida mundialmente como Obra Maestra del Patrimonio Oral Intangible de la Humanidad.
El culto a la Virgen de la Candelaria o del Socavón se remonta a la última década del siglo XVI, pintada sobre un tapial por un autor desconocido, habiéndose construido en el siglo XIX la primera capilla para proteger la pintura de la Virgen Morena, en cuyo honor y a su devoción se organiza desde hace más de cien años la Entrada del Sábado de Carnaval que a la fecha constituye la mayor expresión folklórica devocional que agrupa a más de 30.000 devotos-danzantes cada año.
La Entrada que es una peregrinación, quizá única en el mundo, que se expresa con la danza de los miles de devotos ataviados con disfraces multicolores bordados con hilos de oro y plata, con piedras preciosas y máscaras de yeso, latón y fibra de plástico, junto a los músicos lujosamente uniformados, que recorren casi cuatro kilómetros para llegar al Santuario del Socavón donde se venera a la Virgen del Socavón.
Ésa es la muestra más palpable del desenfrenado amor a la libertad y el ejercicio pleno de ésta, porque todos son iguales y se entremezclan entre pobres y ricos, humildes y poderosos, para vivir la magia que envuelve la fiesta del Carnaval de Oruro, donde el pueblo palpita con vida propia, expresa a plenitud su deseo y deja correr la incontenible fuerza de su raíz más profunda que imprime con sello propio en la gran Entrada del Sábado de Carnaval.
En medio de esta algarabía que se transforma el maravilloso desfile de la expresión mayor del folclore nacional, donde están representadas todas las regiones de la bolivianidad capitaneadas por diablos, morenos e incas, son los más antiguos de la representación teatral escenificada en el más grande ballet callejero, junto a las danzas de diabladas, caporales, tinkus, antawaras, sicuris, llameros, cullawas, negritos, tobas, phujllay, chutas, awatiris, potolos, zampoñeros y wititis que suman 18 especialidades de danza, todos unidos por la fe en devoción a la Virgen del Socavón.
Así junto al esplendor de la danza por la variada y renovada coreografía, también podemos escuchar complejas melodías, alegres y marciales con composiciones que dicen en su letra bien pensada muchas de las angustias que vive el pueblo o destacan la algarabía y orgullo de ser diablo, moreno, caporal o guerrero del tinku, que se conjunciona con un brillante diseño de los bordados en base al rescate de la cultura que es una tradición familiar que va transfiriéndose cada año a las nuevas generaciones de artesanos-bordadores, mascareros y zapateros, así como a los diseñadores y familiares que apoyan la participación de sus hermanos, hijos, padres, amigos y conocidos, para realzar la fiesta que representa una dedicación más genuina y esmerada que representa a Bolivia, con un verdadero sentido de pertenencia que se otorga a un país, porque todo el mundo conoce el Carnaval de Oruro.
Ésta es la única forma que podemos demostrar esa libertad que nos permite poner de manifiesto la exuberancia de vida de un verdadero pueblo, la vida que se esparce, siendo abundante y rica con un vigor incesante y renovado que pone a toda prueba la conciencia de su propia responsabilidad y el verdadero sentido del bien común, que resulta ser la causa por la cual se venera a la Mamita del Socavón.
El amor entrañable a la Madre de Jesús se hace tangible con la libertad que cada uno de los devotos-danzantes profesa ante la imagen de la Virgen María del Socavón, sin que empero María se equipare con la Pachamama que es la madre tierra, puesto que la religión cristina no es producto de ninguna invención humana, siendo al contrario gracia, regalo, donación que se basa en la inspiración divina que reafirma nuestra fe para construir el milagro de la libertad que se sintetiza en el sortilegio del Carnaval de Oruro.
(*) Periodista
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