Uruguay festeja con sencillez y orgullo el bicentenario de su independencia

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Uruguay dio hoy (ayer) el pistoletazo de salida a las ceremonias por el bicentenario del inicio de la gesta independentista, con unos festejos que quedaron marcados por su sencillez campechana y por el orgullo nacional por la tradición histórica democrática y republicana del país.

La celebración del Grito de Asencio, el episodio que marca el llamado que un grupo de patriotas realizó en la noche del 27 al 28 de febrero de 1811 para alzar el territorio de Uruguay contra la Corona española, estuvo muy lejos del lujo y el boato de otras ceremonias de este estilo y se quedó en un pequeño pero sentido homenaje a aquellos hombres y a su legado.

El acto central del día fue un pequeño recordatorio a los patriotas de 1811 en el mismo lugar donde comenzó su gesta, en un remoto rincón rural a orillas del río Asencio, a unos 370 kilómetros de Montevideo.

Sin apenas protocolo, con las autoridades políticas vestidas como para un día de campo y en una ceremonia muy cercana a los habitantes de esta región, Mujica recordó que este año todos los uruguayos, desde los grupos de carnaval hasta las Fuerzas Armadas festejarán "cada cual a su modo" esta "gesta libertadora", que levantó por vez primera en este continente "el pendón de la república".

"A partir de ahí, dándonos cuenta o no, empezamos a ser república, una república gaucha a caballo. (...) Una democracia primitiva", apuntó.

Mujica destacó que este tipo de recordatorios sirven más que nada porque "los pueblos necesitan verdades del pasado para construir caminos del porvenir".

En este sentido, apuntó que la historia uruguaya ha sido rica en "una construcción aparentemente imposible", de unidad y de mezcla de muchos pueblos, costumbres y actitudes bajo un manto de tolerancia y respeto a la ley.

"Bien humildemente, como los arbolitos de esta tierra, chicos y duros, tenemos que estar orgullosos de ser orientales, de no ofender a nadie pero orgullosos en la defensa de nuestra independencia", afirmó Mujica.

El Grito de Asencio constituye para los uruguayos "el llamado a la rebelión" más importante que se produjo en la zona tras la formación en Buenos Aires de la Junta de Mayo, según explicó a Efe el ministro uruguayo de Educación y Cultura Ricardo Ehrlich.

"En distintos puntos del territorio, fuerzas patriotas deciden tomar las armas contra el Gobierno realista de Montevideo. Uno de esos hechos más notables sucede en esta zona, cuando un grupo de patriotas cruza el arroyo Asencio para tomar la ciudad de Mercedes", explicó el ministro.

"Fue un gran llamado, una admirable alarma que se propaga por todos los pueblos de este territorio a una gran velocidad", enfatizó.

En poco tiempo, todo el territorio de lo que hoy es Uruguay se rebelaría contra el Gobierno de Montevideo, ciudad que quedó sitiada bajo el liderazgo del prócer José Gervasio Artigas, considerado el padre de la patria uruguaya.

Poco después, Artigas tiene que retirarse de la ciudad y es seguido por su pueblo, un numeroso y diverso grupo formado por gauchos, indios y esclavos, en un episodio que es conocido como el éxodo del pueblo oriental.

"Este movimiento, que los gauchos llamaron la redota, de derrota, es lo que forja la nación uruguaya", dijo Ehrlich.

Las celebraciones del día culminaron con una sesión solemne del Parlamento Nacional en el teatro "28 de febrero" de Mercedes.

El Grito de Asencio es la primera gesta independentista que se conmemora oficialmente este año del bicentenario, antes de que en mayo se festeje la batalla de Las Piedras, la primera victoria de los uruguayos ante las tropas realistas y en octubre se rememore el inicio de la redota, que culminó con la formación del primer Gobierno libre de la Corona española en tierras del Río de la Plata.

Fuente: Mercedes (Uruguay), 28 (EFE).-