La idea práctica y objetiva para ejercer mayor control aduanero y con resultado positivo es potenciando la institución, pero no con más “consejos de lucha contra el contrabando” que significa aumentar más gente y burocracia, sino disponiendo de un buen presupuesto que permita modernizar el sistema en general, aumentar movilidades, dotar de armamento a los policías de aduana, disponer de equipos modernos de comunicación y aprobar un salario digno para esos funcionarios que luchan de frente contra la mafia del contrabando.
En los días pasados se cumplieron algunas reuniones para debatir el trabajo de la Aduana Nacional, cuyos ejecutivos hicieron conocer detalles sobre la conformación de un “Consejo para el Desarrollo Fronterizo y Seguridad” que entre otras cosas deberá luchar contra el contrabando.
De acuerdo al informe de Aduana el Consejo de referencia estará conformado por representaciones de los ministerios de Defensa, Presidencia, Gobierno, Planificación del Desarrollo y Economía y funcionará bajo la dirección ejecutiva de la denominada Agencia para el Desarrollo de las Macroregiones y Zonas Fronterizas, que en su momento también recibió serias cuestionantes sobre los fines y los límites de sus funciones.
Un debate sobre las responsabilidades de la Aduana Nacional, en lo que corresponde a la lucha abierta contra el contrabando, debe centrarse en la urgencia de atender los requerimientos institucionales de fortalecimiento de su estructura administrativa, pero fundamentalmente operativa, sabiendo que en la actualidad existen muchas fallas en lo que corresponde a efectivos de la unidad conocida como COA, la que se enfrenta cara a cara con los contrabandistas y la que finalmente tiene la responsabilidad de entregar en los recintos aduaneros, camiones, mercadería y detenidos.
Ya se ha visto que la inclusión de algún personal “supernumerario” para ejercer supuesto control en algunas trancas o sitios de peaje distorsiona la lucha frontal contra el contrabando, pues eventualmente se dirige por ejemplo a comerciantes que adquieren mercadería en las ferias y que sufren decomiso en tales sitios, mientras que ese producto fue distribuido en etapa previa a su comercialización por los mayoristas del negocio, que no entregan facturas a los intermediarios comprometiendo el negocio de revendedores legales.
Consiguientemente lo que importa es la manera en que la Aduana Nacional enfrente al monstruo del contrabando y que lo haga con los medios necesarios que sean puestos a su alcance, pero que sean prácticos, modernos para competir con los que tiene el contrabando y que la parte teórica y discursiva sobre la “gestión de riesgo” ocupe otros escenarios en los que se planteen soluciones debidamente respaldadas por hechos y no más burocracia que llena vacíos políticos pero no disminuye la avalancha de mercadería que penetra al país a través de las fronteras desguarnecidas aún, y donde debería emplazarse la adecuada estructura para que se cumplan los fines de una agencia para el desarrollo de las macroregiones y zonas fronterizas.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.