La violencia destroza la familia de una reconocida activista mexicana

La familia mexicana Reyes Salazar sufrió un fuerte golpe al ser hallados hoy (ayer) asesinados tres de sus integrantes, secuestrados cerca de Ciudad Juárez hace días, con lo que desde 2008 suman seis sus miembros que han sido víctimas de la violencia en el norte del país.

Mientras unos campesinos encontraban los restos de Elías y Malena Reyes Salazar, hermanos de la activista Josefina Reyes -también asesinada en enero de 2010- y de la mujer del primero, Luisa Ornelas, la madre de dos de los occisos y un grupo de simpatizantes criticaba la estrategia frontal de combate al crimen organizado lanzada por el presidente Felipe Calderón.

En Ciudad Juárez el fiscal del estado de Chihuahua, Jorge González Nicolás, informó hoy (ayer) en rueda de prensa de que hallazgo de los cadáveres se produjo tras varios días de rastreo con perros, helicópteros y personal especializado en el Valle de Juárez, donde habían desaparecido.

Dijo que se investiga que estos crímenes pudieran estar relacionados con los carteles de la droga que operan en esta zona de México aunque hay abiertas otras hipótesis sobre las que no quiso profundizar que, según la familia, apuntarían hacia "grupos paramilitares" y no a los carteles del narcotráfico.

En la capital mexicana, Sara Salazar, la madre de dos de los asesinados hoy (ayer), protestaba desde hace días ante el Senado contra la inacción de las autoridades federales y estatales ante la desaparición, que hoy (ayer) confirmó su trágico final.

"A mí me matan en el camino porque no me voy a quedar en casa", llegó a decir la mujer, quien hoy (ayer) no quiso hacer declaraciones embargada por la tristeza tras la noticia.

En una rueda de prensa sus hijas Marisela y Olga Lidia exigieron el esclarecimiento de los hechos y protección para el resto de la familia.

"Ya no queremos más hostigamiento ni que se corra riesgo de la vida de uno más. Tememos por la vida de nuestros familiares, así como de todos los que nos han apoyado", reconoció Marisela.

Las mujeres elevaron el tono de sus demandas al exigir que sean hallados los culpables con tanta celeridad como han hecho con los supuestos asesinos del agente estadounidense Jaime Zapata, asesinado en San Luis Potosí el pasado 15 de febrero.

Visiblemente afectada, Marisela Reyes hizo un llamado a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y al Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas (Acnudh) para que les ayuden a garantizar la seguridad de los que quedan vivos.

Aunque los tres nuevos asesinatos "se enmarcan en una creciente ola de acoso sistemático a la familia por parte del Estado", Olga Lidia adelantó que no abandonarán su "lucha por justicia" pese al elevadísimo coste que ha tenido para los Reyes Salazar.

El primero en caer fue Julio César Reyes, cuyo crimen y la exigencia de justicia, llevaron a las calles a su madre Josefina Reyes, quien fue asesinada en enero de 2010, siete meses antes de que su hermano Rubén también fuese acribillado por sicarios.

El 16 de febrero pasado las agresiones continuaron cuando un grupo de sujetos sin identificar incendiaron con bombas molotov la vivienda de los familiares de Josefina Reyes, en el poblado de Valle de Juárez, tras lo cual fueron hoy (ayer) encontrados los tres cadáveres.

El izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) se solidarizó con la familia y exigió a Calderón y al gobernador de Chihuahua, César Duarte, que hagan justicia.

Ambas administraciones "tienen la obligación de esclarecer las causas del triple homicidio, pues existen serias sospechas de que el hecho tiene que ver con una venganza por la lucha que dicha familia ha emprendido por exigir justicia en cientos de homicidios cometidos en Chihuahua, que a la fecha no han sido aclarados",

La familia levantará esta tarde su plantón de Ciudad de México para viajar a Ciudad Juárez y arreglar los funerales de sus tres allegados y posteriormente tiene previsto acudir ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) para denunciar su caso.

Fuente: Ciudad Juárez (México), 25 (EFE).-