Sábado 26 de febrero de 2011
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En la presente gestión retomando la pluma (como se expresaba antes) con la facultad conferida por la Constitución referida a la libre expresión y teniendo en mente la Ley N° 045 (Ley contra el racismo y toda forma de discriminación) me referiré a la autoridad edilicia,
Conocedora de su triunfo en las elecciones pasadas, a la actual alcaldesa se le observó con cierto miedo, temor y duda de enfrentar grandes desafíos que el voto citadino le había otorgado para trabajar por el progreso y desarrollo urbanístico de la ciudad de Oruro.
En estos meses que está a la cabeza de la Alcaldía Municipal, sin lugar a dudas está atravesando diferentes dificultades con el sindicato, Concejo, Avance de Obras, juntas vecinales, según información de los diferentes medios de comunicación y la misma autoridad.
Lo positivo de su trabajo que se puede resaltar, es la actividad de los fines de semana que junto a los vecinos está efectuando en los diferentes sectores de la ciudad, observando las múltiples necesidades que tiene la población de los cientos de barrios con que cuenta la ciudad (llamados también distritos) denominada por algún poeta como la flor de la altura, mi persona diría la joya más linda, bella del altiplano y del mundo por sus manifestaciones folklóricas.