El juego con agua y nuestro Carnaval

Oruro se apresta a celebrar una nueva edición de su fastuoso carnaval considerado como una Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, una festividad única en su género porque combina la fe en la Virgen del Socavón con el posterior desenfreno propio de esta fiesta.

La peregrinación del sábado es, sin duda, la más grandiosa manifestación de devoción y una muestra del mosaico cultural boliviano. Los 48 conjuntos que participan del Carnaval con sus 18 especialidades maravillan cada año a quienes tienen la oportunidad de asistir a esta fiesta.

Los cada vez más hermosos trajes que visten los danzantes, la belleza de las mujeres, la cadencia y ritmo de las danzas causan profunda admiración y ratifican, una vez más, la propiedad boliviana, indiscutida, de estas manifestaciones.

Pero, no en pocas oportunidades, la presentación de las danzas fue deslucida por ciudadanos inadaptados que abusan del juego con agua y que arremeten contra los integrantes, especialmente mujeres de los conjuntos.

El juego con agua definitivamente, desluce la fiesta, atenta contra la propia integridad de los danzantes y ocasiona daños en sus trajes que tiene un alto costo pagado con los ahorros de todo un año.

Por eso, es urgente que el Municipio prohíba el juego con agua y también el uso de espumas que causan daños a los ojos. Las sanciones deben ser drásticas desde multas en dinero en efectivo hasta la misma reclusión cuando se atente contra la integridad de las personas o del ornato público.

En otras ciudades capitales como La Paz y Cochabamba, ya se emitieron ordenanzas con estos contenidos.

Para preservar la grandiosidad de nuestro Carnaval digamos todos juntos: no al juego con agua, no al uso de espumas, así presentaremos al mundo una mejor imagen de lo que el Fondo de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) considera como una “Obra Maestra de la Humanidad”.

Fuente: LA PATRIA