La inflación, el manejo discrecional de la economía nacional, la falta de inversiones, el ignorar realidades sobre reservas de crudo y gas y, la falta de políticas económicas, deberían ser alertas muy serias para el gobierno.
Se dice, muy peregrinamente, que contamos con “las mayores reservas financieras que haya tenido el país”; efectivamente, se ha logrado el acumulo de mucho dinero en calidad de reservas; pero, a la vez, casi como “contraparte”, se ha endeudado externa e internamente al Estado con un manejo nada prudente de la economía. ¿Cuáles los beneficios?, ¿Cuáles las perspectivas futuras con un panorama que no deja dudas sobre el estado real de nuestra economía?
El periodista Humberto Vacaflor, en la página económica que publica en El Diario de La Paz, con mucho acierto señala algunos yerros que se han cometido. Uno de esos análisis se refiere, como ejemplo, a que para menguar el problema del azúcar, hemos importado desde Colombia y lo hicimos pagando al precio internacional; pero, lo grave está en que el transporte lo hicimos por avión, lo que significa que pagamos infinitamente más que al hacerlo por barco –sistema de transporte generalmente utilizado para nuestras importaciones y exportaciones–.
¿Qué buscó el gobierno cometiendo excesos o abusos como el señalado? ¿En qué benefició a la población “el azúcar importado por avión”? El problema continúa y la crisis de este alimento llegó al extremo de que efectivamente existe en sitios de abasto, especialmente supermercados, pero al precio de Bs. 55 por bolsa de 5 kilos lo que implica que el kilo se paga a Bs. 11; es decir, muchísimo más de lo que se pagaba en el mes de noviembre de 2010.
El Gobierno se siente empeñado en un manejo racional de las políticas económicas pero sólo lo anuncia y poco o nada hace para que haya responsabilidad en lo que es tan vital para el país. Los errores continúan; se declara “humildemente” que hubo yerros pero se los endilga al empresariado privado. Están muy lejanas las políticas austeras que deberían ser comportamiento de cada día. Se persiste en la adquisición de un satélite que no le servirá para nada al país y que costará fortunas que, además, comprometan gastos millonarios en el pago de derechos, mantenimiento, etc., etc.
El “juguete” del señor Presidente, un avión carísimo, parece que ya dio sus principales dificultades y su uso y mantenimiento implican serios gastos. ¿Cuál es la intención?, ¿Seguir con políticas festinatorias en el manejo de la economía? El país, por propia conveniencia del gobierno, tendría que tener otro trato porque una sana administración significa manejar el dinero ajeno con escrupulosidad, honestidad absoluta y responsabilidad. Se trata de dineros de los que, tarde o temprano, tendrán que ser explicados en su uso y consecuencias.
Es importante que el régimen del Presidente Morales ponga en práctica las intenciones que declara; no hacerlo, querrá decir que el futuro “será pasado y pisado” para quienes hoy están en la administración. Es importante comprender que lo pasado pesará grande y gravemente en el futuro y que resta posibilidades al Estado de salir de la profunda crisis en que se encuentra.
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