Jueves 17 de febrero de 2011
ver hoy
Durante el día muchos impulsos quieren advertirnos. Si una y otra vez dejamos pasar de largo las advertencias para que algo sea purificado, es decir arreglado, es muy posible que entonces lo que está aún pendiente, se dirija con poder hacia nosotros, interviniendo en nuestra vida mediante un golpe del destino, a través de enfermedad o con sufrimiento.
Si luego llega el día que trae el fallecimiento de nuestro cuerpo, llevaremos con nosotros a los planos de purificación, como almas, lo que los días nos trajeron sin que hiciéramos caso de ello.
Entonces, hasta es posible que llevemos con nosotros bastantes más cargas a los mundos del más allá que las que habíamos traído a esta existencia terrenal; pues lo que no hemos captado, ha seguido capturándonos.
Así pues, a los errores y pecados ya existentes habremos agregado otros y además habremos edificado sobre ello. En ese caso, el alma disolverá esas sombras durante su posterior proceso de maduración. De la publicación: “Vive el instante”.
(*) Vida Universal, info@universelles-leben.org