Después de transcurrida una gestión y menos mal al comienzo de otra, se da un paso importante paso para manejar la denominada “agenda económica” o mejor si la denominamos “agenda de concertación”, en la que se incluye con carácter de prioridad la formación de un “Consejo entre Gobierno y empresarios”, una instancia deliberativa de alto nivel que tendrá como prioridad el tratamiento del tema de seguridad alimentaria.
La unión estratégica de los dos sectores que tienen que ver con la producción en el país, tiene también la característica de un “consejo consultivo” que se reunirá periódicamente y en casos especiales, cuando la emergencia así lo requiera, para buscar soluciones principalmente a problemas económicos.
Lo importante de este acuerdo en plena vigencia es que se trata de una “alianza estratégica con miras a impulsar el plan de desarrollo nacional en la coyuntura actual”. El Ministro de la Presidencia reconoció la formalidad y la importancia del Consejo Consultivo, señalando que la incorporación del empresariado privado es importante en el análisis y la concepción del desarrollo del país.
Si realmente este intento avanza sin interferencias políticas o de otra índole que afecten las buenas intenciones de coordinar planes de desarrollo nacional, quiere decir que prima un buen criterio para armonizar ideas, debatir proyectos y elegir los mejores para cada circunstancia, favoreciendo el emprendimiento del sector privado, que a su vez deberá esmerarse en captar mejores inversiones en un abanico de oportunidades para hacer buenos negocios, por supuesto en la estrategia gubernamental de las sociedades mixtas.
La estructura del nuevo consejo incluye a los ministros de Economía, al de Planificación del Desarrollo y al de la Presidencia, mientras que por el sector empresarial sus ejecutivos y delegados harán igual número de representatividad, por tanto se habla de un “consejo paritario” de fuerzas iguales.
Los empresarios privados mostraron interés en el proyecto, anticipando que a través del “consejo” podrán delinearse políticas de desarrollo para los próximos años, lo que significará tomar previsiones en el orden productivo para cubrir la demanda del consumo interno y delinear luego los planes de exportación de diversos productos en las mejores condiciones de mercado, sin que se produzcan problemas internos por la carencia de insumos o directamente de alimentos de consumo prioritario, como ha sucedido recientemente con el azúcar, arroz y harina.
Los primeros síntomas de entendimiento (gobierno – empresarios) se reflejan en la necesidad de reducir las importaciones porque a la larga este proceso puede incidir negativamente en los índices de la producción nacional.
Ya era tiempo de que se otorgue prioridad al tratamiento de la agenda económica y como lo entendemos los observadores, la agenda de la concertación” que debe abrir paulatinamente las puertas del Palacio a otros conglomerados sociales para avanzar coordinadamente en el gran desafío de consolidar el desarrollo nacional.
Algo saludable será observar que el ejemplo del gobierno nacional se reproduzca con los mismos fines y lineamientos en los niveles distritales a cargo de las Gobernaciones y Alcaldías.
Fuente: LA PATRIA
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