Lunes 14 de febrero de 2011

ver hoy





























































Es posible que actualmente muchas personas opinen que los sentimientos no son modernos y que deberían ser eliminados para poder disfrutar de la vida sin ser molestados. Pero precisamente los sentimientos, que no hay que confundir con sentimentalismo, son unos dones valiosos, son la balanza de nuestra conciencia en la que sopesar lo que es correcto y lo que no lo es.
¿Por qué ha alcanzado nuestra sociedad un nivel tan bajo ética y moralmente? Porque cada uno piensa sólo en sí mismo, o sólo en los que tienen su misma fe, o en su partido político, en su capital, en su provecho y en sus bienes. Todo para su bien personal.
En la mayoría de los casos al resto de personas no importan, tampoco cómo se siente el prójimo o cómo le va, si se arregla a vivir con unos ingresos ínfimos, cómo se encuentra la persona que está sola con sus hijos porque su cónyuge ha iniciado otra relación, cómo les va a los jóvenes bajo la influencia de las drogas, cómo se encuentra la familia que tuvo que abandonar su casa porque ya no podían pagar más intereses o cómo se encuentran los desempleados y los necesitados de ayuda social.