Devoción a la Virgen del Socavón o ¿culto al alcohol?
13 feb 2011
Fuente: LA PATRIA
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Oruro se apresta en tres semanas más a presentar su máxima expresión de folklore y devoción a los ojos del mundo, pues esa fiesta que nació hace más de un siglo en la clase popular y que luego se conoció como el Carnaval reconocido hace 10 años como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad una vez más se mostrará con su grandiosidad, pero, año que pasa hablar de la devoción que debemos profesar la Virgen del Socavón se convierte en un pretexto para dar rienda suelta al desenfreno en el consumo de alcohol.
Los ensayos y recorridos que protagonizan los diferentes conjuntos folklóricos, en vía pública, son el escenario para apreciar la magnitud del desmedido consumo de alcohol entre varones y mujeres, la mayor parte jóvenes que integran los conjuntos folklóricos; ellos luego de la ingesta de alcohol permanecen en las filas de danzarines, muchos sin poder ya seguir el ritmo para acompañar la danza.
Muchos danzarines hicieron de la lata de cerveza un accesorio indispensable para sus ensayos, pues sosteniendo el envase de dicha bebida y saboreando su contenido bailan o caminan, cual modelando el producto. Este envase ya forma parte de los elementos adicionales que portan los danzarines como son los chicotes, matracas, sombreros, pañoletas y otros que llevan en las manos los protagonistas del espectáculo.
A este panorama se suma la actitud de algunos integrantes (pocos por cierto) de los bloques infantiles que probablemente por imitar a los jóvenes o adultos, exigen que se les entregue las bebidas refrescantes, pero en lata, rechazando las bolsitas de agua o refrescos aún cuando estén en botella. Los niños y niñas, satisfecha su exigencia, también bailan luciendo las latas entre sus pequeñas manos.
Los músicos también son protagonistas, quienes aprovechando los descansos se dedican a saciar su sed, consumiendo alcohol, y cuando les sobra la bebida habilitan cuantos bolsillos puedan o hasta en su cabeza espacios útiles para acomodar las latas de cerveza o las denominadas “sobaqueras” que contienen ron o whisky.
BASURA
Pasada esa primera etapa del “ensayo” tras el paso de los grupos de danza se pueden apreciar las calles sucias, con residuos de alimentos, algo de bolsas, vasos plásticos y botellas de refrescos, además de la innumerable cantidad de latas de cerveza y/o pequeñas botellas de cristal.
Estos desechos con el pasar de las horas son recogidos por personas dedicadas a la acumulación de plásticos y metales, que luego comercializan su carga con empresas recicladoras, mientras el resto de la basura debe ser retirada por personal dedicado al aseo de la ciudad.
BAÑOS
Producto del consumo de las diferentes bebidas, danzarines (hombres y mujeres), músicos y acompañantes; ante la carencia de baños públicos, convierten las calles en mingitorios a cielo abierto. Estas personas escogen como lugares favoritos para hacer sus necesidades fisiológicas en las bocatormentas, muros un tanto escondidos, vehículos estacionados y árboles de plazas y parques.
Ése es el espectáculo en los días previos a la Entrada de Carnaval, mientras que ya en los días mismos de la fiesta mayor, la situación es más caótica, pues danzarines y público se dedican al consumo de alcohol, sin medir consecuencias, en una especie de competencia y con el pasar de las horas el panorama se torna peor.
Mientras Oruro muestra su espectáculo en las calles, detrás de las graderías, ebrias y o no, las personas encuentra el lugar más adecuado para orinar, o en otros casos por la fetidez, incomodidad o carencia de agua en los precarios baños públicos, o por no pagar el costo establecido para este servicio, prefieren hacer sus necesidades fisiológicas en plena vía pública.
El domingo de Corso, conforme ingresan los conjuntos que dan inicio a la nueva entrada, no es novedad ver jóvenes ebrios, en algunos casos semidesnudos durmiendo en las graderías o debajo de ellas, bancos y jardineras de parques y plazas, muchos con visibles señales de haber sufrido algún tipo de agresión.
Pasada la fiesta en la que la mayoría de los protagonistas argumentaron la “devoción a la virgen”; la zona central de Oruro se queda con una pestilencia absoluta, hecho que obliga a los vecinos a lavar las paredes y aceras de sus domicilios para eliminar el olor. Si la providencia ayuda con las lluvias en estos días el desagrado es menor, pero producto de que se dejan desperdicios esparcidos en las calles, muchas veces el sistema de drenaje y alcantarillado colapsa.
CAMPAÑAS
Instituciones de diverso orden promueven diferentes campañas para motivar la toma de conciencia en la población, particularmente los jóvenes, respecto a los riesgos del consumo de alcohol, pero paralelamente se desatan las campañas publicitarias de las empresas dedicadas a la fabricación y venta de bebidas embriagantes, para motivar el consumo de sus productos.
Fuente: LA PATRIA
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