Acalorados debates en el seno de la Asamblea Nacional marcaron esta semana el panorama político en Venezuela con la comparecencia de miembros del Ejecutivo que presentaron sus informes de gestión de 2010.
Los primeros en rendir cuentas el martes último fueron el vicepresidente Ejecutivo, Elías Jaua; el canciller, Nicolás Maduro, y los ministros de Interior y Justicia, Tarek El Aissami; de Defensa, Carlos Mata, y de Comunicación, Andrés Izarra.
Las discusiones, que evidenciaron la contraposición entre dos enfoques: el defendido por la Revolución Bolivariana y la visión crítica del bloque opositor, se extendieron cerca de ocho horas y estuvieron centradas en temas de defensa, comunicación social, política exterior y seguridad.
Aunque se presentaron cifras e iniciativas que demostraron los esfuerzos institucionales por dar solución al problema de la inseguridad, los opositores pretendieron esgrimirla como bandera y la atribuyeron a irresponsabilidad del Gobierno.
Los cuestionamientos de la oposición no cesaron a pesar de que los dirigentes del Ejecutivo dieron respuestas a todas las interrogantes en estas problemáticas tan sensibles para la población venezolana.
Sin dejar de reconocer las dificultades, se presentaron los logros en el enfrentamiento al delito, la construcción de una política exterior soberana enfocada en la integración regional y la democratización de los medios de comunicación.
Otra jornada difícil prosiguió el jueves con la memoria y cuenta de los ministros del área social, encabezados una vez más por Nicolás Maduro, también vicepresidente para el área Política del Consejo de Ministros.
El nuevo bloque estuvo integrado por las titulares de Salud, Eugenia Sader; de Educación Universitaria, Yadira Córdova; de las Comunas Isis Ochoa; de los Pueblos Indígenas, Nicia Maldonado; de Educación Básica, Maryann Hanson, y para la Mujer e Igualdad de Género, Nancy Pérez.
Asimismo, fueron interpelados el ministro de Cultura, Francisco Sesto; de Deporte, Héctor Rodríguez, y de Alimentación, Carlos Osorio.
Las insistentes reclamaciones por parte de los opositores en un intercambio que se extendió casi nueve horas, no pudieron opacar el hecho de que el gobierno destinó el 60,6 por ciento del presupuesto nacional a la inversión social.
Es válido destacar que partió del bloque socialista interesarse en los avances experimentados en materias como el Deporte, la Educación y la Cultura.
Se informó, entre otras cuestiones, que se logró frenar los devastadores efectos de la exclusión educativa registrada en el país durante la década de 1990 con políticas sociales que permitieron incrementar la matrícula escolar en 24 por ciento en todas las etapas, niveles y modalidades del sistema de enseñanza.
En la Educación Universitaria se crearon 23 instituciones desde 1999, siete de ellas en 2010, año en que la matrícula cerró con más de dos millones de estudiantes, contra 785 mil 285 que existían en el 2008.
Con la llegada de la Revolución fue posible también revertir la concepción que se tenía de la cultura y propiciar su refundación hacia una acción popular, masiva, democrática, desconcentrada, al servicio del pueblo.
Por primera vez en Venezuela, la actividad deportiva dejó de ser sólo para los grandes espectáculos y se convirtió en un derecho del pueblo y herramienta para mejorar su calidad de vida.
La lucha por la reivindicación de los derechos de la mujer a través de la cual miles de mujeres se incorporaron a la sociedad, por mejorar los indicadores de salud y de alimentación, la visibilización de las poblaciones originarias excluidas, discriminadas y maltratadas durante 500 años se cuenta en la lista de las conquistas.
Todas las exposiciones coincidieron en señalar que el presidente Hugo Chávez ha convertido a Venezuela en la sociedad menos desigual de Latinoamérica y redujo la pobreza de 49 por ciento en 1998 al 26 por ciento.
El propio Chávez cuando expuso los detalles de su gestión anual el pasado 15 de enero propuso que los ministros del gobierno realizaran su memoria y cuenta ante el Hemiciclo.
Está previsto que la próxima sesión plenaria sea el 15 de febrero con motivo de los 192 años de la instalación del Congreso de Angostura, en Ciudad Bolívar.
Aunque no se vislumbra posibilidad de reconciliación, la oportunidad de que los debates sean transmitidos en vivo para el pueblo venezolano permite que cada cual pueda sacar sus propias conclusiones.
(*) Columnista de Prensa Latina
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