Nuestro reciente aniversario revolucionario transcurrió como se dice comúnmente, sin pena ni gloria, fueron muchas más promesas que hechos prácticos, proyecciones para un futuro de largo aliento con el adorno de algunas cifras que no alcanzan a convencer de su utilidad en los planes que los orureños queremos encarar de la manera más rápida posible.
Seguimos teorizando sobre nuestros proyectos, continuamos mostrando una serie de divergencias al interior de la casa y no podemos llegar a consensuar de una buena vez acuerdos que se plasmen en realidades para avanzar de una buena vez en el camino del ansiado desarrollo departamental.
Autoridades y empresas de toda laya nos han hecho creer muchas cosas mostrándonos gran cantidad de papelitos y pronunciando cansadoras piezas oratorias vacías y carentes de contenido, que demuestren la buena fe para la ejecución de muchos emprendimientos.
En realidad los orureños nos hemos vuelto indiferentes ante tanta vocinglería de los políticos y lo peor es que además esas actitudes hacen que nuestra incredulidad adopte dimensiones exageradas de pesimismo, que de algún modo se cumple, cuando por muchísimos años seguimos esperando que los más caros anhelos se cumplan, por lo menos parcialmente… lo que no sucede.
La ruta biocéanica hacia Pisiga, tiene mucha historia y poco avance, otro tanto sucede con el Parque Industrial, cuyos terrenos inclusive se han fragmentado reduciendo la superficie dispuesta para el asentamiento de industrias, las que no llegan por falta de incentivos, aunque tenemos los decretos aprobados tiempo atrás y no pueden ser aplicados por falta de reglamentación y voluntad política, mientras tanto los vecinos de El Alto con férrea determinación han logrado habilitar y asentar muchas industrias en su parque industrial.
No se avanzó ni un centímetro en la consolidación del Puerto Seco y aunque nos tomaron el pelo con un proyecto de alto costo ni siquiera su ubicación ha sido definida, mientras pasa el tiempo demostrándonos que sólo de promesas no podemos vivir. Donde se emplazará el nuevo aeropuerto hay movimiento de tierras, pero parece que tendrá que moverse industrias y urbanizaciones para dar paso a su emplazamiento.
Mientras tanto seguimos soñando, continuamos esperando cuando el auge de los precios internacionales de minerales no fue aprovechado convenientemente y ya no aseguran la bonanza que “optimistamente” se perfilaba para lograr más utilidades para el desarrollo regional.
Estamos dejando que todo pase, que nada se concrete, que las cosas lleguen como puedan, mientras en otras latitudes del país la actitud decida de su gente alcanza objetivos concretos en base a decisiones oportunas y valientes, que son elementos que nos faltan para lograr que se atiendan nuestros proyectos.
No sigamos siendo los pacientes lectores u observadores de muchos papelitos o escuchas indolentes de muchas palabras y más palabras, que suenan y se pierden, recuperemos nuestro valor de ser luchadores y levantemos nuestra voz para que nos escuchen y nos atiendan a los orureños que deseamos vivir mejor en nuestra tierra de riqueza e historia incomparables.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.