¡Sacrifiquemos gustosos nuestras vidas en defensa de la libertad!

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“¡Sacrifiquemos gustosos nuestras vidas por amor a la patria en defensa de la libertad!”, es la frase histórica que se atribuye a Sebastián Pagador, personaje reconocido entre los principales protagonistas heroicos de la gesta libertaria del 10 de Febrero de 1781.

Este llamado está incluido en la proclama de hace 230 años, cuando nueve años antes de la Revolución Francesa, el orureño Pagador se habría referido a sus amigos, paisanos y compañeros, indicándoles que había llegado el momento de dar evidentes pruebas de amor a la patria.

Pronunciada la frase “al toque de campanas se produjo la revolución, siendo depuestas las autoridades españolas, no antes de haber sucumbido muchas personas de ambos bandos en la plaza del Regocijo… Se instaló el cabildo abierto, nombrándose justicia mayor a don Jacinto Rodríguez, Pagador murió ese día como saben morir los valientes con las armas en la mano. Hoy su memoria bendita sirve de ejemplo a las jóvenes generaciones”, describe la nota publicada en LA PATRIA el 10 de febrero de 1942.

Así como la frase se presenta, motiva la reflexión de estantes y habitantes de la noble tierra de los Urus, pues Oruro y su gente que han sido protagonistas de un sin fin de hechos que marcaron historia en el contexto nacional.

Oruro es considerada una de las ciudades a las que la modernidad llegó primero, como el teléfono, las primeras calles asfaltadas, vehículos de último modelo en la época de opulencia minera, cuando esta región era atracción para nacionales y extranjeros que al margen de generar ingresos económicos fueron también protagonistas de la germinación del sentimiento orureñista.

Los pasajes históricos de Bolivia, revelan la participación de Oruro en diferentes acontecimientos de la vida libertaria, política, sindical, comercial, económica, tecnológica y ante todo como la actividad minera que se constituyó por décadas del sostén de la economía nacional.

“Los gobernantes se acuerdan de Oruro, sólo cuando celebra su fecha histórica, se pronuncian bellos discursos y les dicen promesas que nos las cumplen jamás. Entendemos que esta no es la manera de corresponder al esfuerzo de sus hijos que con tesón están eslabonando el futuro de la patria. Si Oruro no existiría con su formidable riqueza mineralógica, estamos seguros que la suerte de Bolivia sería infinitamente triste, porque no habrían los filones de donde se sacan los cuantiosos recursos que dan vida a la Nación”, publicó LA PATRIA el 10 de Febrero de 1951.

Pasaron 60 años y el panorama descrito en nuestro matutino poco ha cambiado, es por eso que entusiastas dirigentes cívicos y representantes institucionales convocaron siempre a que los orureños trabajen por labrar con sus propias manos un futuro mejor.

Esta parece ser la mejor opción para pensar en el verdadero desarrollo, más allá de ser pedigüeños y esperar “regalos” gubernamentales quejándonos a tiempo de pedir retribución por haber sido los que siempre dimos lo mejor de la región para el surgimiento de otras.

Bien sería que en Oruro surja un nuevo Sebastián Pagador para que con proclama o no, motive a los orureños a surgir como el ave fénix, animal tan significativo cuya imagen están incorporada en el escudo departamental simbolizando el resurgimiento, como un recordatorio de que hasta de las cenizas se vuelve a nacer.

Estamos acostumbrados a quejarnos. “Las autoridades no hacen nada”, es la expresión común para criticar a nuestros mandantes, pero, recuperando lo que históricamente se conoce de Pagador, no debe ser necesario llegar a ser autoridad para que desde el lugar que la providencia nos destinó en esta linda tierra altiplánica hagamos algo, por muy pequeño que sea pero en beneficio del bien común, ante todo de la región y de las futuras generaciones.

Fuente: LA PATRIA