En octubre de 2010 el abastecimiento de azúcar era normal, con un precio estable de venta al consumidor de Bs. 4.30 por kilogramo. Entonces la empresa gubernamental Emapa, compró 450.000 quintales de los cinco ingenios azucareros que producen azúcar en el país. 20.250 toneladas equivalentes a toda la producción nacional. Sin embargo, Emapa no distribuyó este azúcar para que el abastecimiento sea normal, sino que curiosa e inexplicablemente la ocultó en galpones “estratégicos”, creando una escasez artificial y desabastecimiento de azúcar en el mercado nacional. Finalmente, ante la gran demanda y largas “colas” del pueblo angustiado por adquirir unos cuantos kilos para su consumo, Emapa, en enero del 2011, determina subir el precio del producto, siguiendo la lógica capitalista del libre mercado, que cuando la demanda de un producto es mayor a su oferta el precio tiende a incrementarse.
Hasta aquí los hechos, pero nos dejan con grandes interrogantes y serias dudas que deben responder los personeros del gobierno del presidente Evo Morales Ayma, porque el pueblo merece respeto y que se aclare esta grave situación, sin burlas, ni mentiras. Sin que se insulte a la inteligencia de los bolivianos con propuestas absurdas diciendo que nos dediquemos a criar abejas.
En primer lugar si la Emapa fue creada para evitar la especulación de precios en los artículos de primera necesidad por parte de algunos comerciantes inescrupulosos: ¿Por qué creó desabastecimiento artificialmente, practicando un incalificable monopolio en la adquisición del azúcar? ¿Por qué escondió el producto en galpones “estratégicos” como el detectado recientemente en Patacamaya?
¿Los personeros de Emapa sabían que se decretaría el gasolinazo y los precios necesariamente se iban a incrementar?
Aún derogado el decreto de incremento al precio de carburantes, ante el desabastecimiento, el gobierno elevó el precio del azúcar.
El incremento de precios decretado por el gobierno deja a Emapa con una formidable ganancia superior a los 14 millones de dólares. Hagamos el siguiente ejercicio:
450.000 quintales por el precio de compra en ingenio Bs. 140, igual a Bs. 63.000.000
450.000 qq por Bs. 375 precio de venta por qq en Emapa igual a Bs. 168.750.000
168 Millones de Bolivianos (venta) menos 63 Millones de Bolivianos (compra) igual a 105 millones de Bolivianos equivalentes 14,38 Millones de dólares de lucro o ganancia que beneficia a la empresa gubernamental.
Una danza de millones cuyo manejo es absolutamente obscuro y nunca explicado, tampoco se dijo el destino que tendría esta millonaria ganancia.
La situación más grave es que Emapa no emite, ni emitió, las correspondientes Facturas o Notas Fiscales para pagar el IVA, que por ley está obligado a tributar, según denuncia del ejecutivo Impuestos Nacionales. O sea, no contribuye al estado.
En este caso los procedimientos de Emapa están indudablemente al margen de la legalidad y muy lejos del propósito con el que fue creada. Sacando conclusiones podemos colegir que cometió, monopolio, agio, evasión de impuestos, conducta antieconómica y otros abusos que van en contra de la economía nacional y el bienestar de la población.
¿Si esto no es corrupción, cómo se explica? Merece una seria investigación de parte de los funcionarios llamados por ley.
La Autoridad Fiscalizadora de Empresas, tan severa y diligente cuando se trata de empresas privadas, declaró que no tiene tuición ni competencia para fiscalizar a Emapa, entonces ¿quién fiscaliza sus actos?
Las respuestas a estas interrogantes deben provenir del Gobierno, el cual aparentemente está jugando con el hambre del pueblo y eso, podemos afirmar vehementemente, es muy delicado y peligroso.
¿Quién se beneficia o se beneficiará de estos negocios…? No sabemos, pero sí estamos seguros que el gran perdedor es el pueblo boliviano.
(*) Abogado
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.