Loading...
Invitado


Domingo 06 de febrero de 2011

Portada Principal
Cultural El Duende

Juana Bignozzi

06 feb 2011

Fuente: LA PATRIA

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Domingo a la tarde

Cuando se sientan frente a frente

amores imposibles, quincallería amistosa,

tipos que se atrevieron y esa mujer intensa

que lleva augurios a felicidades que nunca entenderá,

la buena gente desecha las malas palabras,

la buena gente dice todos tienen posibilidades en la vida,

sienten crecer su amor por esa mujer intensa,

tan sola, que vivirá siempre detrás de una ventana

y todo lo que le ofrecen está demasiado azucarado.

Le entrego mi nombre a la vida que sube

Detrás de estos juegos de inteligencia

detrás de nosotros, que estamos en lo que podemos,

que sólo manejamos vasos al borde de la lluvia

vinos amicales,

fosforescencias del mar tienen su nombre,

que yo sólo puedo decir a través de ojos lánguidos,

sonrisas tristes mi amor devastado.

Tan pobres que éramos,

y ahora los que vienen de Cuba, los que van hacia Cuba,

entran en mi lenta ternura de mujer

que vive junto a un río

hacen insoportable nuestra miseria.

Extrañas parejas

siempre volví en olor de bienvenida

flores animalitos de mis colores

corazones de papel que son los que me importan

y ahora entro en una casa donde

hay que dar la luz y el agua

y no buscar bebida en vaso limpio no la hay

sólo una voz por el teléfono

he aceptado entrar en una casa a oscuras

para que en mi vida no echara raíces el patetismo

Soy una mujer sin problemas

Todos lo saben

y entonces buscan mi compañía

para charlar por las noches.

Sin embargo yo conozco a alguien

que quiere morir en paz consigo mismo

y me produce estremecimientos, insomnio, soledad,

porque la paz conmigo misma sería una guerra sin fin,

dos o tres asesinatos inevitables

y alguna entrega desmedida

que no entra en mis planes.

Sin embargo yo sueño por las noches

con un jardín inmenso donde los muertos

se levantan para saludarme;

yo sueño con un hombre que me inquieta

y como lo ignora

me habla amigablemente del resto del mundo

y de mis múltiples amores, tan simpáticos,

tan apropiados como tema de conversación.

Interior con poeta III

Desde mi ventana

silencio de verano silencio de invierno

veo servir la comida

encenderse las luces

lámparas del atardecer mesas del mediodía

¿acogerían ellos a una sin patria?

¿no estaría mi corazón para siempre en otra tierra?

soy ajena a las ceremonias de la costumbre

que suelen acogerme para señalarme extranjera

vidas de espaldas al mar que es el camino de mi vida

Nocturno

la luz de mis amigos en las cenas en mi ciudad

el perro de Anouilh que siempre aúlla para mí

casas de barrio a oscuras cazadores de lavabos de estación

mi amiga comprándome vino en el kiosco

un avión esperando para encender los motores

En otra vida yo miraba desde la ventana de un bar...

en otra vida yo miraba desde la ventana de un bar

cómo la tormenta aplastaba las flores azules

contra los cordones

contra las paredes

y por ese momento único de la juventud

que dura muy poco

supe que nunca olvidaría esa escena

en que nada aparecía

de lo que amaba me interesaba o temía

ni novios ni odios ni otros poetas

ni revistas de opinión ni

secretarios de barrio ni amigos imbuidos

de una colonizada cultura pavesiana

sólo las flores azules y la lluvia

recuerdo el nombre del pueblo la hora y esa lluvia

que nunca en las décadas que siguieron

confundí con alguna otra.

Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos: