Oruro y sus vías de comunicación

Febrero, mes aniversario para que los orureños meditemos y pongamos la palabra clara para la construcción de nuestra felicidad. Empecemos con algunas de nuestras vías de comunicación.

CAMINOS

El camino carretero Oruro-Pisiga nos ha interesado mucho a todos los orureños. Los escritos por intelectuales, las actividades realizadas por las organizaciones cívicas de Oruro y de todas las provincias del Altiplano estaban llenas en los medios de difusión y en especial en LA PATRIA, donde miles de páginas describen las grandes concentraciones de campesinos, pidiendo a los gobiernos la construcción de esa vía, y que sus dirigentes eran tomados presos y situados en los "guantánamos" de entonces.

Al fin empezaron a trabajar en el gobierno de Banzer, en la década del setenta. Donde militares y civiles cayeron en la corrupción. Más tarde, el Presidente Morales se comprometió en la entrega total el año 2008, sin embargo, hasta hoy no tenemos nada de esa promesa. Lo que no debiera ocurrir en un régimen democrático.

¿Cuál la alternativa?

Por otra parte, deben construirse carreteras pavimentadas de cemento de doble vía entre todas las poblaciones, provisto de un espacio destinado a las bicicletas.

TRENES

Bolivia es el único país en el mundo que su sede de gobierno no tiene tren. Los trenes juegan un gran papel económico y social en todo país en desarrollo. Tanto el trabajador o el estudiante en esos países pueden trasladarse diariamente de una ciudad a otra a cumplir sus tareas, por la comodidad que ofrece y la paga mínima.

Por otra parte, en Bolivia no hay nada para nacionalizar respecto a trenes, ya que la empresa privada se llevó todo, desmanteló las estaciones y anuló las conexiones que teníamos con las ciudades importantes como Cochabamba, Santa Cruz y La Paz.

El gobierno actual nos ofreció en años pasados el tren bala. Debía adquirirse en China y que tendría una velocidad de 200 kilómetros por hora. Otra promesa no cumplida. Querían comprar un tren de segunda mano, pues entre las ciudades de China circulan trenes a 350 kilómetros por hora y que en el futuro reemplazarán con trenes de 420 kilómetros por hora. Tanto científicos de China y de países avanzados trabajan arduamente en sus laboratorios para tener trenes de alta velocidad. Pasaron los tiempos en países desarrollados en que tenían trenes que funcionaban a vapor, gasolina o electricidad. Hoy experimentan con materias primas del mundo para conseguir máquinas que tiren a velocidades increíbles.

¿Cuál la alternativa?

Oruro y toda Bolivia deben tener o construir trenes de alta velocidad, por lo menos que funcionen a una mayor de 350 kilómetros por hora, de modo que se podría llegar desde las costas del Pacífico al Atlántico en 15 horas, y de la Paz a Oruro se tardaría casi media hora. Deben conectarse con todas las ciudades y centros importantes del país, ya con trenes con paradas sólo en las ciudades o ya con paradas en las poblaciones.

El Estado debe tomar la empresa privatizada y reconstruirla en su totalidad. Se entiende que los que dirigen deben ser expertos y científicos de alta calidad.

AVIONES

Oruro gozó de un aeropuerto natural que tenía como límites la plaza Walter Khon hasta la altura de Vinto, donde aterrizaban las flotas más famosas del mundo como las de KLM, Branif y otros, todos conectados con el mundo entero. Ahora sólo quedan recuerdos.

El gobierno actual decidió construir un aeródromo dentro del radio urbano, que equivocadamente lo llama aeropuerto internacional. El Presidente decidió la construcción, los parlamentarios y Gobernador orureños la aprobaron, sin la licitación señalada por ley. Aquí, se ve claro que falló la democracia y se impuso el totalitarismo, en desmedro de los intereses de Oruro.

¿Cuál la alternativa?

Construir un verdadero aeropuerto internacional, ya en Inti Raymi, Challacollo, San Juan Pampa o ya en Miji, este último dista a 30 kilómetros de la ciudad en dirección a Toledo.

El aeropuerto internacional debe servir para el aterrizaje de aviones de todo peso. Que la nueva flota aérea boliviana (como la que fue el LAB) circule no sólo por las ciudades y centros principales de Bolivia, sino también que vuele entre todas las naciones del mundo llevando pasajeros y carga, tal como hace el LAN chileno.

NOTA FINAL

Los orureños hemos soportado hasta hoy el engaño de las autoridades nacionales y departamentales. Pero, nunca es tarde para retomar fuerzas materiales y espirituales, mejorando la educación que nos lleve a industrializar nuestros recursos naturales, en la construcción de maquinarias especiales para caminos, trenes, aviones, y de todo elemento base para el funcionamiento de éstos.

Las alternativas enunciadas nos conducirá a ejercer una verdadera democracia, donde todo orureño sea dignificado.

(*)Profesor y economista