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Domingo 30 de enero de 2011

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Revista Dominical

Un homenaje a lo que paulatinamente se pierde: la gente honesta

Marcia Batista destaca la vida y obra de una mujer progresista del siglo XX

30 ene 2011

Fuente: LA PATRIA

Por: Patricia Barriga Flores

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Luego de la publicación de sus libros “Mi ángel y yo”, “La muñeca Dolly” y “Consideraciones sobre la Vida y los Cuernos”, Marcia Batista Ramos decide escribir sobre la vida de personas que tal vez no sean reconocidas actualmente, pero que en el transcurrir del tiempo hicieron obras de gran impacto social y de desarrollo, de forma anónima.

Entonces es cuando nace la idea de escribir sobre una mujer, hoy de 96 casi 97 años de edad, que llegó a ser alcaldesa de su pueblo, Villa Serrano, por aclamación de un cabildo abierto, realizado en su municipio allá por los años 70.

Marcia, en principio, estaba realizando una biografía de un personaje imaginario, luego comenzó a investigar sobre las acciones de otro personaje, esta vez de la vida real, sin embargo, esto quedó truncado porque existen elementos difíciles de su vida que quisiera contar, porque es imposible hacer su biografía sin contarlos, pero son muy delicados de tratar y reconoce que tal vez no tenga la madurez necesaria para hacerlo.

Es así que al tener conocimiento de la existencia de Pety Barrón de Flores, va en su búsqueda al pueblo que la vio nacer, en 1914, y ahí se origina una fuerte relación de amistad con la mujer a quien considera una heroína, por sus agallas, su ímpetu, su fortaleza y muchas otras virtudes que sus coterráneos supieron reconocer al momento de elegirla como alcaldesa.

Marcia asegura que nada en la vida es casual, es entonces cuando conoció a la mujer chuquisaqueña, Pety Barrón de Flores, cuyo coraje e ímpetu la llevaron a conseguir la vinculación caminera entre los departamentos de Chuquisaca y Santa Cruz.

Este es uno de los muchos pasajes de la vida de Pety, pero uno de los más importantes que lo inicia en una época complicada, cuando en nuestro país la mayor parte de las personas nacieron y no había un grifo en sus hogares, y si lo había, se lo abría y no tenía agua, no había luz eléctrica, no habían hospitales, ni nada, porque antes de la Ley de Participación Popular los municipios no recibían ni un centavo. “Ser alcaldesa cuando tienes millones de bolivianos para manejar es fácil, ser alcaldesa cuando no hay ningún tipo de ingreso en la alcaldía es difícil”, indica la escritora.

Esta mujer a la que su pueblo vio crecer, vio quedarse huérfana, y la vio surgir, además la vio educar a sus cinco hijos, con decisión y convicción fue hasta La Paz para solicitar al Presidente de la época, algo que varias generaciones anteriores soñaron, unir a través de un puente Chuquisaca con Santa Cruz.

Cuando ella llega a La Paz lamentablemente no le permiten entrar al Palacio de Gobierno.

Pero ella no viajó desde Villa Serrano hasta La Paz para recibir un no, entonces descubre dónde es la casa del Mandatario, toca a la puerta y pide hablar con su esposa, a quien explica de qué se trataba su petición, entonces la esposa del presidente gestiona una reunión para que la reciba.

Y claro, el Presidente la recibe y hace un compromiso verbal; ella cree en su palabra y el Presidente no la defrauda, hacen la reunión en Valle Grande con las autoridades de Santa Cruz y Chuquisaca, y firman en 1976 la construcción del primer puente colgante de Bolivia, que se encuentra en el Estrecho de Santa Rosa que une Chuquisaca y Santa Cruz.

“Ella no tuvo que llevar un regalo para que la recibieran, esa fortaleza de espíritu es un lección de vida”, señala Marcia.

Son esta clase de hechos que la cronista quiere rescatar y resaltar a través de la biografía que escribió de Pety Barreto de Flores una mujer que además trabajó codo a codo con su gente, trabajó fuerte y duro en el campo, trabajo fuerte y duro por el poblado.

“Nada mejor que escribir la historia desde la primera fuente, porque normalmente las historias son contadas a partir de la segunda o tercera fuente cuando menos. Yo rescato la labor de los historiadores porque lo que hacen es muy importante, pero cuando llegan a escribir la historia, la escriben sin alma, porque es en base a papeles y cosas que no puedes agarrar realmente”, manifestó.

En cuanto a la forma de recabar la información, Marcia explicó que hablar con Pety no es difícil porque es una persona totalmente lúcida, es una persona muy inteligente y viva, es una persona que aunque su cuerpo esté bastante frágil está en perfectas condiciones mentales, “lee mucho y conoce mucho, es muy agradable, tengo la suerte de poder relacionarme con ella porque en el momento que decidí hacer la biografía no la conocía, fui a visitarla sabía de su existencia, me abrió las puertas de su casa entonces existe una amistad bastante fuerte y con toda la familia”.

“Es de esa personas que no quisiéramos que terminen en el planeta las personas honestas, emprendedoras y las personas extremadamente capaces de buscar soluciones, no como a las personas que estamos acostumbrados que identifican problemas pero no proponen nada y jamás quieren hacerse parte de las soluciones”, dice Marcia.

Asegura que en este libro, que será presentado en abril de esta gestión, trata de capturar un poco de la magia de las personas, porque siente como estuviese en peligro, porque cada vez se particulariza menos y a ella no me gusta el trato colectivo. Cada ser humano es único y especial y seguirá siendo.

Por otra parte para ella, toda gran historia es una historia de amor y un viaje en el tiempo. La biografía de Pety Barrón de Flores, es un viaje en el tiempo, por cuanto se describe un pasado reciente; es una historia de amor por un lugar, al tiempo que es una historia de amor entre un hombre y una mujer. La biografía de Pety Barrón de Flores, es una gran historia que merece ser contada.

“Conocer a alguien que hizo cosas cuando no tenía un sueldo para hacerlas y las hizo muy bien, es un honor, y escribir sobre ella es como la oportunidad de hacer un homenaje a algo que poco a poco desaparece en nuestro país, la gente honesta”, sostiene Marcia.

Fuente: LA PATRIA
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