Cuatro escenarios posibles para la Bolivia del post-gasolinazo
26 ene 2011
Fuente: LA PATRIA
La agencia Reuters analiza los posibles desenlaces de anular las subvenciones y subir los precios de la gasolina y diesel
AGENCIA REUTERS
Plataformaenergetica.org (La Paz, enero 2011).- El presidente indígena de Bolivia, Evo Morales, inicia el sábado su sexto año de mandato presidencial, con la necesidad de adoptar medidas favorables a las inversiones extranjeras aunque esto podría provocarle dificultades políticas.
La situación política y económica del país puede depender en gran medida de la forma en que Morales continúe su relación con los sindicatos, pueblos indígenas y otras organizaciones sociales, a los cuales prometió consultar medidas económicas tras fracasar recientemente en un alza de combustibles.
PODER Y DESGASTE
Tras cinco años en el poder, y con abrumadora mayoría legislativa desde que inició su segundo mandato en enero del 2010, Morales puede anotar entre sus logros el haber casi acabado con los partidos tradicionales, de centro y de derecha.
Los líderes opositores sufrieron tanto una seguidilla de derrotas electorales como un acoso judicial por presunta corrupción que los forzó a salir del país, dejando en manos del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) no sólo el poder nacional sino también dos tercios de gobernaciones y alcaldías.
Simultáneamente, los otrora excluidos indígenas pasaron a ocupar crecientes espacios en los poderes ejecutivo, legislativo y electoral y comenzaron a preparar la toma del poder judicial en una elección popular sin precedentes prevista para el 2011.
Decenas de leyes de transformación institucional, incluidos un primer régimen de autonomías y una generosa reforma de pensiones se aprobaron en el 2010, mientras la economía mostraba cifras sin precedentes resumidas en un aumento del producto per cápita anual a 1.800 dólares, casi el doble que en el 2005.
El líder indígena se animó entonces, a fines del 2010 y a menos de un mes de su quinto/primer aniversario, a tomar una medida que el país había eludido por más de una década: un alza de combustibles de hasta 83 por ciento para poner fin a una costosa subvención y alentar inversiones petroleras.
Forzado a anular la medida luego de sólo cinco días por duras protestas populares, escasez de alimentos y caos de precios, Morales redescubrió que el país está aún lleno de pobres y que los movimientos sociales, su principal sostén político, son el mayor obstáculo para sus declaradas intenciones de apertura a inversiones extranjeras.
De modo que Morales llega al emblemático 22 de enero con poco margen de movimiento entre el discurso socialista que comparte con sus bases indígenas, sindicales y de productores cocaleros y la urgencia de dar incentivos a petroleras y otras empresas para inversiones que podrían resultar vitales.
Los siguientes son algunos de los escenarios posibles en los próximos meses en Bolivia:
•EVO Y MOVIMIENTOS ACUERDAN "GASOLINAZO" GRADUAL
En el escenario menos conflictivo, Morales lograría el respaldo de los movimientos sociales para iniciar una eliminación gradual de las subvenciones a los combustibles como clave para atraer inversiones petroleras. Con ese apoyo, el mandatario podría cumplir también su propósito de dictar normas para captar inversiones extranjeras en general, que el país necesita para industrializar sus materias primas y salir de la pobreza.
Un fortalecimiento de la alianza entre Morales y los movimientos sindicales dejaría casi inmovilizada a la oposición política tradicional, facilitando la aprobación de un ya anunciado paquete de 25 leyes de reformas sociales y económicas, entre estas últimas una para promover inversiones.
•MOVIMIENTOS BLOQUEAN MEDIDAS PRO MERCADO
Los movimientos sociales podrían distanciarse de Morales y bloquear sus planes pro mercado, especialmente si dirigentes de extrema izquierda y viejos rivales sindicales del gobernante logran ganar la dirección de la Central Obrera Bolivia en un congreso laboral nacional que se realizaría a mediados de año.
El bloqueo inmovilizaría megaproyectos como corredores bioceánicos de carreteras y tren, industrialización de gas natural, complejos hidroeléctricos y hasta la explotación de las reservas de litio del salar de Uyuni.
Los movimientos sociales, generalmente opuestos a las inversiones extranjeras, han mostrado que pueden ejercer una presión mucho más fuerte que la oposición política en la Asamblea Legislativa.
•EVO DESAFIA A LOS MOVIMIENTOS: RIESGO DE INESTABILIDAD
Si Morales decide aplicar un nuevo "gasolinazo" y otras medidas pro inversiones extranjeras sin la venia de los movimientos sociales, la situación más probable sería la de una ola de protestas e inestabilidad social y política.
Las organizaciones sociales suelen movilizarse con gran facilidad y fuerza cuando se trata de exigir abastecimiento de productos básicos y controles de precios, como lo mostraron a fines del 2010 cuando forzaron a Morales a dejar sin efecto un fuerte reajuste de combustibles.
Esas mismas organizaciones protagonizaron las protestas callejeras que derribaron a dos presidentes neoliberales en el 2003 y el 2005.
•CRISIS POLITICA, ¿ELECCIONES?
Aunque menos probable, un distanciamiento entre Morales y los movimientos sociales podría dejar al Gobierno sin sustento social, desencadenando una crisis política que pondría al país frente a un cuadro de inestabilidad porque ni el oficialismo ni oposición tienen por ahora potenciales candidatos presidenciales.
Morales es reconocido generalmente como un dique de contención para las protestas sociales, pero parece golpeado por una pérdida de credibilidad derivada del fallido "gasolinazo" y el siguiente descontrol de precios y abastecimiento de alimentos. Su actual mandato debe durar hasta enero del 2015.
Fuente: LA PATRIA
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