Intelectual del MAS advierte que el “proceso de cambio” perdió el rumbo
26 ene 2011
Fuente: La Paz, 25, LA PATRIA
El intelectual, ex asambleísta y ex viceministro del Movimiento Al Socialismo (MAS), Raúl Prada advirtió que el “proceso de cambio” perdió el rumbo histórico trazado por los movimientos sociales protagonistas de este lapso de la historia por “la suspensión del debate, crítica y toda autocrítica, dejando a la provisionalidad” la definición de varios temas importantes.
En un documento intitulado “En defensa del proceso de cambio y del pacto de cambio”, difundido por la red Internet, Prada que fundó el “Grupo Comuna” con el ahora vicepresidente del Estado Álvaro García Linera, advierte sobre la desviación del proceso.
Al contrario de lo que hicieron las principales autoridades del Gobierno, Prada reconoce que el “2010 ha sido un año de transición problemática en la construcción del Estado Plurinacional y comunitario”, pero reconoce que quedó pendiente la “tarea descolonizadora con la fundación del nuevo Estado”.
Prada menciona una acumulación de problemas irresueltos que tuvieron su detonante en el “gasolinazo” que provocó una severa crítica del pueblo a la administración económica y política del MAS.
“Como se puede ver la situación es complicada, empero el llamado gasolinazo ha implicado una mayor complejización del problema al optar por una medida de shock y descargar el peso del problema en los sectores populares”, reconoce Prada.
“La reacción popular se hizo sentir inmediatamente, se llevaron a cabo protestas, marchas, bloqueos y hasta quemas de instalaciones, principalmente instituciones, recordándonos las acciones populares del ciclo de lucha de los movimientos sociales del 2000 al 20005”, recuerda el político oficialista.
Prada dijo que “la derogación del decreto, anunciada por el propio Presidente permitió pacificar un escenario altamente conflictivo que parecía desbordarse”.
DUDAS
Durante la realización de la Asamblea Constituyente, Prada fue uno de los primeros asambleístas en reconocer que el presidente Evo Morales era perjudicado por un “entorno blancoide y colonial”. Esa declaración le valió la amenaza de una expulsión de la bancada oficialista en Sucre.
Prada ahora cuestiona: “Después de la tormenta la pregunta en el aire es: ¿Y ahora qué?”, y asevera que “tanto el gobierno como las organizaciones sociales tienen una tarea pendiente, buscar soluciones alternativas al gasolinazo”.
El planteamiento de algunas organizaciones como el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) es que el desfase financiero sea pagado por las trasnacionales y no recaiga en el pueblo, que paguen los más ricos y no los más pobres, según el ex asambleísta.
También se requiere encarar estratégicamente una planificación integral y participativa de la transición al modelo productivo de una economía plural y complementaria, con base en la economía social y comunitaria, argumenta.
SUGERENCIAS
Prada sugiere además que en esta coyuntura, “la de interpretación consecuente y aplicación de la Constitución Política del Estado (CPE), punto de inflexión en el cual vamos a decidir por dónde vamos, hacia la restauración o hacia la transformación, debemos retomar la lucha y la memoria de lucha acumulada por el Pacto de Unidad”.
MAS PROBLEMAS
Prada también hace notar que entre los “problemas acumulados y no resueltos” se encuentra uno de “antigua data” que es “la discusión no resuelta y el dilema pendiente entre ser movimiento social o partido”.
Otra razón, según Prada, tiene que ver con el propio decurso del proceso boliviano; “la maduración hacia la conformación de un instrumento político se interrumpe con la llegada anticipada al gobierno”, advierte, para luego señalar que “los movimientos sociales entran en reflujo y dejan la iniciativa al Ejecutivo, entrando además en un terreno complicado por las relaciones clientelares que se crean, quitando autonomía a los movimientos sociales, aunque en esto tiene también una responsabilidad significativa el Gobierno”.
“Haciendo un balance, podemos decir que el MAS ha demostrado ser un instrumento electoral de extensa convocatoria en todo el territorio del país, pero no ha llegado a ser un instrumento político que lidere el proceso de cambio, que era el objeto y el objetivo inicial de las organizaciones sociales, principalmente de los sindicatos campesinos nucleados en las federaciones cocaleras del Chapare”, sentencia Prada.
Fuente: La Paz, 25, LA PATRIA
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