Mientras yo deseaba asistir a la inauguración de La Feria de Alasitas para interpelar al Ekeko (que se hace llamar “dios de la abundancia”) por la falta de elementos indispensables en la despensa de mi hogar, llegó a mi casa mi comadre Macacha para comunicarme que iríamos a felicitar a los tres nuevos Ministros de Estado recién designados por el presidente Evo.
Yo me negué a acompañarla aduciendo que me gusta esa ceremonia de besamanos pero ella insistió alegando que lo cortés no quita lo valiente y que deberíamos estrechar esas manos ministeriales para que nos trasmitieran su buena suerte y su ingreso en el mundo de la abundancia.
Cuando la cholita cochabambina me dijo con tono amenazante “si usted no me acompaña a cumplimentar a los nuevos ministros, deberá atenerse a las consecuencias y le ruego no olvidar que se acercan los carnavales y se encuentra usted completamente “yesca”. Sus duran palabras me hicieron recapacitar y monté en mi motocicleta Harley Davidson cuyo motor ya se encontraba encendido; partiendo ambos con dirección a un Ministerio.
Al desembarcar junto a la puerta principal del edificio, unas doscientas personas que nos antecedieron nos impidieron ingresar manifestándonos a gritos que ellas habían madrugado para felicitar a la nueva autoridad y que no permitirían que unos “coladores” como nosotros ingresemos antes que ellas.
La cochabambina se encaró con los madrugadores y sacando de entre sus polleras mi credencial de periodista que le entregué como “prenda” de un pequeño préstamo que me hizo les dijo: “El señor es un periodista y yo soy su secretaria y ambos tenemos que entrevistar a la nueva autoridad para conocer y luego divulgar sus planes de gobierno”.
Sus palabras no convencieron a los ciudadanos que querían felicitare la autoridad recién designada y luego pedirle “pegas”, como es norma cuando un Ministro comienza sus importantes y trascendentales tareas de gobierno. Eso si pidió que nos dieran paso y respondiendo a las palabras de mi comadre, perdón, de mi secretaria, empezaron a gritar: ¡Fuera, coladores, que va a ser periodista ese enano y qué va a ser su secretaria esta chola cochabambina, fuera “Coladores”.
Ante la decisión del gentío tuve ganas de marcharme avergonzado porque yo no sentía ningunos deseos de felicitar a la nueva autoridad pero fue mi comadre Macacha que me incitó a venir, pero las cochabambinas no se rinden.
Mi comadre se fue hasta mi motocicleta y descargó dos escobas nuevas que había traído para obsequiar al nuevo ministro y pedirle que con ellas barriera a todos los incapaces que ocupan cargos técnicos en esa repartición por el solo hecho de ser masistas y recomendados por el presidente Evo o él vice Álvaro. La cochala comenzó a blandir su escoba contra los busca pegas y se abrió paso mientras yo la seguía utilizando mi escoba como escopeta.
Cuando quisimos entrevistarnos con la nueva autoridad, su secretaria nos dijo: “Lamentablemente no podrá recibirlos porque se encuentra enfermo y está pensando en su familia”, dos cosas que el Presidente Evo prohibió a sus menistros.
Paulovich
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