Un largo mensaje que se prolongó más de tres horas sirvió para que el Primer Mandatario evalúe el trabajo de su gobierno, propiamente de sus dos gestiones, una primera que se inició el 2006 y un primer año de la segunda que se cumplió el día 22, que además fue feriado nacional para celebrar el primer año de vigencia del Estado Plurinacional que dejó atrás la República de Bolivia.
En realidad el mensaje-informe sirvió para conocer una serie de datos numéricos, muchos ya declarados por sus ministros pero que en todo caso deberán ser objeto de minucioso análisis para establecer esa veracidad de la que habla el Primer ciudadano del país y que según los propios movimientos sociales “los beneficios aún no han llegado al bolsillo de la mayoría.”
En el documento, de muchas cifras, sobresalió sin embargo la propuesta abierta del Mandatario tanto a los movimientos sociales, a las iglesias y a la sociedad civil en general, “acabar con las broncas internas” y aliarse de cara al desarrollo e industrialización del país. Esta exhortación fue bien recibida, aunque como es lógico en el sentido estrictamente político se menciona que en realidad es un reconocimiento de culpa al sistema de gobernar hasta ahora, resolviendo precisamente “muchas broncas” en lugar de dirigir un buen plan de desarrollo.
Lo que el pueblo boliviano está esperando de verdad es que se aplique una política sin exclusiones de ningún tipo para encarar la industrialización del país, generando miles de empleos seguros y reduciendo drásticamente el índice de pobreza que prevalece en el Estado Plurinacional.
Para el presente año hay muchas promesas, por lo menos en lo que corresponde al sector minero principal sistema productivo del occidente y de los distritos de Oruro y Potosí, se menciona que “el Estado tomará el control de los mega proyectos”, empezando por poner en marcha al elefante blanco de Karachipampa, también comenzará la operación de explotación de hierro en el 50 % del cerro del Mutún, en competencia con la Jindal. El caso del litio tuvo una explicación particular dejando entrever que fuera de la inversión estatal y sólo en una última fase se acudirá a la inversión extranjera para “soportar la parte de la industrialización de las baterías de litio”.
Lo preponderante fueron las comparaciones entre la gestiones del MAS y las anteriores, el caso de las macro cifras, de las cuales dijo que “se espera una decisión del pueblo para utilizar ese ahorro”, el Mandatario mostró molestia con los gobiernos municipales y departamentales (gobernaciones) que no hacen inversiones teniendo un flujo de caja y banco (de disponibilidad inmediata) de más de mil millones de dólares.
Las promesas ocuparon otra buena parte del largo mensaje, consignándose tractores, puentes, computadoras, lucha contra el contrabando, proyectos de energía, avance en la construcción de más de una doble vía caminera y en las carreteras de vinculación internacional. No se descarta un vía férrea bioceánica como tampoco emplazar un nuevo satélite de exploración minera.
El informe sirvió también para que se reconozcan “algunas debilidades” y se remarquen muchos logros, se muestren una vez más las macrocifras, pero sin asegurar cuándo llegarán las mismas al pueblo para su desarrollo y para vivir mejor. Queda la buena intención de acabar con las broncas y gobernar para alcanzar la industrialización y el desarrollo nacional.
Fuente: LA PATRIA
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