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Domingo 23 de enero de 2011

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Revista Dominical

Hace 476 años el Capitán Juan de Saavedra fundó Paria la Nueva

23 ene 2011

Fuente: LA PATRIA

Españoles en 1.535 encontraron en Paria palacios, templos y tambos • Por: Elías Delgado Morales - Periodista Profesional

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En un día como hoy, 23 de Enero de 1535, el capitán español Juan de Saavedra y Sevilla (de la avanzada de Diego de Almagro), arribó a Paria la Vieja o la India, acompañado por medio de millar de soldados peninsulares, un originario a manera de intérprete de nombre Huillac Huma y algunos curas agustinos para fundar el nuevo poblado.

De Saavedra y Sevilla se estableció primeramente “en un caserío poblado por una tribu denominada de los parias”, donde con el transcurrir del tiempo “se vieron obligados a construir un edificio, y luego otro más, fundando así, acaso sin darse cuenta, la primera población de españoles que hubo en la meseta altiplánica, a la que denominaron Paria, para tomar el nombre de los naturales de la región”, a decir del investigador y paleontólogo orureño, don Lizandro Condarco S.

Se sostiene que “Paria existió antes del Incario, siendo principal centro de los Uru – Chanca”, aspecto corroborado por el historiador peruano Carlos Weisse quien afirmó que “fuera del Collao, la ciudad que debe nombre a la provincia Paria, fue metrópoli de muchas otras y como tal, estuvo dotada de templo, palacio y depósitos, llamando todavía la atención muchas y grandes sepulturas levantadas en sus cercanías”.

Actualmente el párroco de Paria, P. José Bybbi y que ha estudiado con profundidad al poblado, sostiene que “la localidad de Paria, inmemorialmente anterior a Tiwanacu y Cuzco, fue metrópoli de la cultura Uru, cuya difusión abarcó el territorio del ahora Departamento de Oruro y áreas de Cochabamba, Potosí, Chuquisaca y Tarija, y más lejanamente el sur del Perú y el Norte de Argentina y Chile, en un régimen de agrupamiento de aillus de varios pueblos”.

Este religioso de origen británico, sigue opinando sobre la gravitación de Paria “era centro administrativo y militar, un pequeño Cuzco con numerosos pueblos bajo su jurisdicción, desde donde el Inca ejercitaba su soberanía sobre el Kollasuyo. Tenía templos para el culto del Dios Sol de los Incas, casas de ñustas (princesas incaicas), edificaciones civiles y castrenses, graneros y tambos”.

Culturas con una antigüedad mayor a los 3.000 años se habrían desarrollado en la zona, de acuerdo a minuciosas investigaciones arqueológicas de la cuenca de Paria.

Resuelta y paladinamente, complementa su investigación el Padre Bybbi, sosteniendo: “Cuando hablamos sobre la historia de Bolivia u Oruro, en esta localidad (Paria) se encuentra la riqueza cultual de nuestro país”.

El acucioso párroco de Paria afirma también que “En 1568 Mateo Alemán, uno de los españoles que anduvo por estas tierras, habría sido quien descubriera los ricos filones de plata en el cerro Pie de Gallo y en aquel año se escribió en el pueblo de Paria la primera petición minera para explotar”.

Originalmente y a tenor de lo expuesto en 1856 por el tratadista Félix Reyes Ortiz, las siguientes poblaciones circundantes a Paria dependían de ella: Ururu, Caracollo, Poopó, Urmiri, Vento, Challacollo, Sora Sora, Challacoto, Jirira, Ucumasi y Ventilla.

En la actualidad Paria es un pequeño poblado, situado a 20 kms., de la ciudad. Los gobiernos de los 40 y 50 pretendieron fortalecerle con rimbombantes títulos que se perdieron en el tráfago del tiempo. Las autoridades centrales y regionales tampoco hicieron nada para legitimar como el primer enclave ibero en el Alto Perú, denotando su escasa visión política y por qué no, su desconocimiento de la historia nacional.

A propósito de ello, no me privo de referir a los lectores que en otros países, estas primigenias poblaciones -adecuadamente administradas- constituyen centros de interés turístico, visitados anualmente por millones de personas, que naturalmente generan ingresos en dólares.

Tal el caso del condado de Oldest City en el Estado de Florida, Estados Unidos, que tuve la oportunidad de visitar en mi vida universitaria. En sus estrechas callejuelas, espléndidamente arregladas, funcionan museos, repositorios, restaurantes y salones de distracción a la usanza española, una vez que ese país antes de independizarse sufrió la colonización irlandesa, inglesa, británica y española.

Para llamar la atención de los turistas por ejemplo, muchachas ataviadas con trajes antiguos, dan el toque de bienvenida en la Fuente de la Juventud, donde le venden un vaso de agua por un dólar y le permiten echar moneditas a la fuente de agua cristalina, como augurio de buena suerte Oldest City vive del turismo y cada vez más, ofrece atractivos con criterio retrospectivo, muy apreciados por visitantes, entendidos en historia.

En nuestro caso, otro tanto puede hacerse reconstruyendo Paria y aplicando un ajustado plan de desarrollo turístico, amén de reivindicar su significación histórica, no solo en Bolivia, sino en el continente entero. Es cuestión de creatividad e imaginación. Nada más.

Fuente: LA PATRIA
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