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Domingo 23 de enero de 2011

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Cultural El Duende

Antonio Terán Cabero

23 ene 2011

Fuente: LA PATRIA

José Antonio Terán Cabero. Cochabamba, 1932. Ha publicado entre otros poemarios: Puerto imposible (1963); Y negarse a morir (1979); Bajo el ala del sombrero (1989); Ahora que es entonces (1993). En soneto: De aquel umbral sediento (1998). Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal – 2003 con Boca abajo y murciélago – otras palabras al acecho.

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Boca abajo y murciélago

apenas un vaso como todos deshabitándose la memoria del

agua que se ausenta poco a poco del cuerpo el anticipo

de un trizado cristal y el pulso de cada día imantado al

impecable viento de popa

nada en verdad que desespere ni la prisa insensata ni el

pensamiento aciago en esta hora de certezas serenamente

bienvenidas

lo irremediable apaciguado por la antigua costumbre de

imaginar que nuestros pasos son de otro

que recordar es inventar la mayor parte

que la luz en la frente es una estrella muerta hace ya

mucho tiempo

y que así la noche se preludie con grillos agoreros no por

eso los ojos dejarán de posarse ávidamente sobre el mundo

detrás de la próxima colina aquel lugar visible siempre a

través de todas las colinas porque habita en el ser y en

lo que somos después de haber sido

porque habita también en ese otoño de los huesos y en el

río que mojó de plegarias los senos de la madre y en el terror

sin límites cuando padre abjuró de sí mismo llenándose de

arrugas y de bondad a toda prueba

y a qué presencias tales si esta página quería solamente

proferir un tranquilo abandono y llamarle pan al pan y al

vino vino

y con menos palabras el otoño llamarse primavera

luego mano lengua silencio lo que fueras busca pronto una

puerta para huir de tanta vida tumultuosa y escribe tú una

tabla antes del naufragio

escribe finalmente que no vale la pena por ahora excavar más allá de nuestros pies cansados

y déjanos dormir en un poema sin mayores tormentos

cada quien en su cueva boca abajo y murciélago

tapiados ciegos libres por un momento de nosotros y de tantas metáforas

No es

no es el abril de eliot

que engendra lilas en la tierra muerta

hoy en mi carne no hay invierno

y la crueldad por fin me ignora

en mi costado una mujer

rema conmigo a cualquier isla

se abusa del poema

alguna vez

avizorado en tierra firme

pero madam sosostris

yo no temo la muerte por el agua

Menos yo

confieso que quisiera

escaparme de mí

hacerme sibilino

o mago

duende burlón

o silla

vaso

color

lo que usted imagine profesor

completitud sospecho existe

allí detrás de puertas rencorosas

donde ya estuve alguna vez

ese lugar que abandoné tan sólo

para no ser y suplantarme

habráse visto tamaña estupidez

cuando es tan fácil tocar ese amarillo

o bailar esa silla

momentos antes de morir

Sin metafísicas

qué te parece

ojo

si olvidas a tu doble

que claudica en el sueño

que tal sedienta forma

si eres piedra

para no deshacerme

si olvidáramos

mano

nuestras caricias fútiles

y si contigo

lengua

bailáramos

alfabetos eólicos

de la zeta a la a

oído

dile sí

al silencio

y tú que despilfarras

el poema

con puras metafísicas

tú que hueles el mundo

como el ciego

huele la luz

qué te parece un muro

contra las pestilencias del vacío

detrás o de este lado del espejo

la cicatriz que nunca cesa

el cuerpo entero

sentidor

de sus alas

y de sus piojos más recientes

y si ni así bastara

tiene que haber otra salida

que no nos coja

la coja

desprevenidos

Fuente: LA PATRIA
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