Domingo 16 de enero de 2011
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Editorial y opiniones
Lecturas para la reflexión
La revelación de Dios a David
16 ene 2011
Fuente: LA PATRIA
Imagine a un hombre, por muy gobernante que sea, escuchar una promesa que lo proyecta más allá de sus días. Asombro, agradecimiento y todos los sentimientos que se puedan imaginar: “¿Quién soy yo, mi Señor, y qué es mi familia, para que me hayas hecho llegar hasta aquí? ¡Y, por si fuera poco para ti, mi Señor, has hecho a la casa de tu siervo una promesa para el futuro, mientras existan hombres, mi Señor!”
¿Se puede pedir algo más, ante tanta majestad? David nos enseña que sí:
-“Ahora, mi Señor, tú eres el Dios verdadero, tus palabras son de fiar, y has hecho esta promesa a tu siervo. Dígnate, pues, bendecir a la casa de tu siervo, para que esté siempre en tu presencia; ya que tú, mi Señor, lo has dicho, sea siempre bendita la casa de tu siervo”.
Y la historia proyectó la hermosa promesa hasta llegar a nosotros. También nosotros nos llenamos de gozo por el amor de Dios. El plan divino nos llena mediante Jesús, el Hijo amado, el del trono eterno. Es Jesús el que nos pide mantener la luz:
Fuente: LA PATRIA