Conocimiento y habilidades para la conducción del desarrollo
16 ene 2011
Por: José Ramiro Atahuallpa Vía
¿Cuál el grado de aprendizaje y conocimiento que debieran tener las autoridades que “manejan” el país? Me refiero ¿cuáles las capacidades, cualidades o finalmente competencias que una autoridad debiera tener para el manejo de la cosa pública? Más cuando se trata del manejo o gerenciamiento de entidades de desarrollo como son las municipalidades, gobernaciones, y el mismo gobierno?, pero también esta problemática engloba a concejales, asambleístas y directores o secretarios de áreas en las que se hace “planificación del desarrollo”.
Sin embargo, el conocimiento también engloba el grado de comprensión, y ésta no es más que la capacidad de comprender más allá de la simple denotación a la connotación, y ésta a la meta connotación y finalmente al grado de cognición epistémica. La capacidad de comprensión se mide por la capacidad de discernimiento y análisis lógico de los problemas y su solución.
Generalmente, según Piaget “el proceso de conocer exige básicamente tres niveles de procesamiento cognitivo, en el primer nivel de cognición, el procesamiento del conocimiento se restringe solamente a tareas cognitivas sencillas, como leer, memorizar, percibir, adquirir lenguaje técnico entre otras funciones básicas, este nivel está diseñado para la comprensión básica de la problemática; es de causa efecto, no supone un análisis pormenorizado de la problemática”. Kumar un estudioso de las capacidades de los gerentes al respecto decía lo siguiente: “En África y algunos países de América Latina, los gobiernos continúan de manera clientelar en la designación de autoridades de primer nivel, y generalmente todo su gabinete y los demás cargos gerenciales son ocupadas por personas, que tienen un grado de conocimiento de primer nivel cognitivo”.
El segundo nivel cognitivo según Fober, se refiere a la meta cognición, este nivel alcanza una comprensión más compleja, que incluye el monitoreo de su progreso cognitivo, es cuando la persona comprende los principios detrás de las tareas cognitivas del primer nivel como por ejemplo; como memorizar una lista de palabras, como leer más rápido y de forma más comprensiva. Este segundo nivel indica que la persona no solo debe percibir o sentir la problemática, sino significa que deberá “procesar” la información y la problemática latente, y a partir de ese procesamiento primario, imaginar posibles soluciones, sin embargo este procesamiento complejo requiere ya no solo un conocimiento básico, sino mayores conocimientos, más elaborados y con más niveles de abstracción.
El tercer nivel se lo denomina cognición epistémica, el procesamiento cognitivo alcanza un nivel alto de esfuerzo intelectual, esto para entender la naturaleza epistémica de los problemas y el verdadero valor de las soluciones alternativas. Eso incluye el conocimiento sobre los límites del conocer (algunas cosas se pueden conocer otras no), la certidumbre del conocer, el estudio de los escenarios de solución ex post y ex ante, me refiero a los “impactos” hacia delante de una posible acción, sino se lo mide con proyección.
Conociendo estos hechos científicos comprobados, y que la capacidad de comprensión es de vital importancia en la persona, y esto para la generación de soluciones u alternativas de desarrollo, preguntémonos: ¿A qué nivel de comprensión pertenecen nuestro presidente, nuestros gobernadores, los asambleístas nacionales, los asambleístas departamentales, concejales municipales y por sobre todas las cosas, nuestros ministros, vice ministros y toda autoridad de la esfera pública?
Experiencia y conocimiento son dos situaciones que debieran poseer cualquier autoridad, más cuando se trata de áreas de desarrollo, tal el caso de los ministerios de planificación y producción, y las secretarias de planificación de las gobernaciones.
En lo personal no estoy en contra de la “oportunidad” del manejo de la cosa pública por parte de sectores sociales sindicales, sin embargo, los “resultados” nos muestran lo nefasto que resulta para el desarrollo del país. Es por eso que no solo se requiere ser “partidista” de la coyuntura política, sino que se necesita “empoderamiento” para ejercer un cargo dentro la esfera pública.
¿Será una tarea tanto del presidente, de los gobernadores y alcaldes de todo el país, si sus staffs son “llenadas” de la manera tradicionalista y prebendalista al mejor estilo gonista? ¿O damos una oportunidad a esa gente no política pero empoderada y así empezar la real planificación del desarrollo del país?
(*) Experto en Desarrollo Local
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