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Jueves 13 de enero de 2011

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Ecológico Kiswara

Palomas, aves distractivas que transmiten enfermedades

13 ene 2011

Fuente: LA PATRIA

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Desde hace mucho tiempo atrás, se puede apreciar a personas instaladas en la plaza 10 de Febrero, o la plaza Manuel de Castro y Padilla, alimentando a las palomas que se arremolinan desesperadas en busca de migajas de pan, galletitas o incluso el maíz que se comercializa en la misma plaza.

Entre las palomas, se conoce que existe cerca de 300 variedades dispersas en todo el mundo.

Una característica que sobresale de esta especie, es que tiene una capacidad única para volver a su nido desde cualquier lugar, por lo que en algún momento se la entrenó para transportar mensajes, lo que generó que se convierta en un excelente método de comunicación antes de inventarse el telégrafo.

ALIMENTACIÓN

Generalmente, estas aves se alimentan de semillas, granos, frutas y casi todo tipo de alimento y habitan frecuentemente en balcones, ventanas o buhardillas, produciendo un sonido a veces molestoso por sus movimientos y arrullos.

Las palomas urbanas llegan a vivir unos 5 años, pero en cautiverio pueden alcanzar hasta 15. Son monógamas y se reproducen durante todo el año, siendo más probable que suceda en primavera o verano. Ponen de 1 a 2 huevos, que están maduros después de 20 días. Los pichones son alimentados por sus padres con una sustancia que ellos mismos producen, llamada “leche de buche”, y a los 40 días, aproximadamente, ya están listos para abandonar el nido.

Las palomas se habitúan rápidamente a vivir en los grandes centros urbanos, utilizando la disposición arquitectónica de los edificios para anidar. Como las palomas siempre vuelven al lugar donde nacieron, y son aves sedentarias y residentes, se hace complicado ahuyentarlas.

ENFERMEDADES

Uno de los mayores inconvenientes que generan estas aves en las ciudades se debe a sus excrementos. No sólo porque afean el paisaje arquitectónico y las aceras, sino por el daño irreparable que estos ocasionan a los edificios, esculturas, monumentos, fuentes, plazas y parques.

Además que la acumulación de su excremento, causa problemas estéticos, siendo que la materia orgánica de sus desechos es altamente corrosiva por poseer ácido úrico, lo que actúa produciendo daños estructurales y oxidaciones, especialmente sobre elementos arquitectónicos pétreos y metálicos.

Así también, sus heces obstruyen canaletas, desagües y contaminan los tanques de agua y a través de sus excrementos se trasladan hongos, bacterias y parásitos, que contaminan el ambiente.

Pero estos no son los únicos conflictos que acarrean la convivencia en la ciudad con estas aves, las palomas también pueden transmitir enfermedades que suman entre 40 tipos relacionadas con este animal.

En su plumaje hospedan garrapatas, piojos, pulgas y otras tantas clases de parásitos que se trasmiten a mascotas y a humanos siendo perjudiciales para la salud.

Entre las enfermedades más conocidas están la “histoplasmosis pulmonar”, la “criptococosis”, “salmonelosis” y la “psitacosis” que causa fatiga, fiebre y dolor de cabeza, todas ellas se trasmiten por contacto directo, o al secarse las heces y ser transportadas por el aire, la gente llega a inhalar un polvo microscópico que es suficiente para provocar trastornos y producir el contagio.

Fuente: LA PATRIA
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