Loading...
Invitado


Domingo 09 de enero de 2011

Portada Principal
Revista Dominical

En el Ballet Español de Eggy Gonzales

Flecos tacones y palmas se conectan en el baile español al son de las castañuelas

09 ene 2011

Fuente: LA PATRIA

Por: Alicia Navía Mier - Periodista • Fotos: Víctor Vásquez

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

La conjunción del movimiento de los flecos, de los trajes, las palmas y el sonar de los tacones son la expresión clara del baile español que al son de las castañuelas logra que los escenarios retumben a la par de los movimientos cadenciosos de las danzarinas.

Hablar del baile español es remontarnos e imaginarnos el sonido que realizan los tacones, el batido de palmas, el sonar de las castañuelas, los golpes de pie y los hermosos y frondosos trajes de diversos colores y modelos que dibujan la figura de las danzarinas quienes representan la diversidad de danzas que tiene España.

Este hermoso espectáculo se aprecia en el garbo y donaire de danzarinas del Ballet Español de Eggy Gonzales, que desde hace 25 años aproximadamente, va formando a niñas y jóvenes que gustan de esta danza que se caracteriza por la elegancia y gracia que muestra cada integrante.

Actualmente el ballet cuenta con 33 componentes, dos de ellas de 3 años hasta señoritas que tienen aproximadamente 25 años y siete que son parte del ballet estable que fueron creciendo amando este arte desde muy corta edad y que actualmente se encuentran en la etapa de la adolescencia.

En una conversación muy familiar Eggy cuenta los logros y acompañada de su hija Faviola Vermeer Gonzales y su nieta Lucía Miranda Vermeer, Eggy narra su experiencia de muchos años de trabajo remontando el tiempo en el que con apoyo de su mamá Yolita, descubrió el don tan grande que tiene de interpretar la danza española.

Este don se aprecia en las facciones de Eggy el momento de entregarse por completo al baile, acción que es admirada por las alumnas que al ver bailar a su maestra quedan extasiadas por la agresividad y a la vez calidad de la danza.

Recuerda que desde niña se dedicó a bailar y perfeccionar el arte de la danza española sin pensar que ese don sería trasmitido a muchas niñas que se fueron formando no solo en la danza, también en el carácter, cuerpo y disciplina, pues los ensayos son continuos y necesitan de puntualidad.

El amor y pasión por la danza española es innato pues en la última presentación se verificó que niñas que apenas aprenden a caminar con seguridad, ya bailan simplemente al ver los movimientos elegantes de las niñas de mayor edad y esencialmente de su maestra.

Este es el caso de Lucía Miranda y Ángela Castro que con sus tres años ya fueron parte del recital denominado Gracia Española que se efectuó el 22 de diciembre, donde demostraron su aptitud para la danza española.

Por este amor a la danza, las niñas dejan momentos de distracción y esparcimiento para participar en los ensayos que duran entre dos o tres horas además de los fines de semana para perfeccionar los pasos de ser necesario.

Según la maestra sus alumnas inician la capacitación en el nivel inicial y al pasar los años llegan a ser parte del cuerpo de baile de la academia, quienes van creciendo con el entusiasmo de ser parte del ballet español que es admirado por muchas personas que se deleitan con la gracia de la participación de las niñas.

LOGROS

Entre los logros personales gracias a su talento que es compartido con sus alumnas, Eggy obtuvo algunos galardones entre ellos el haber sido considerado su presentación como el “Mejor Espectáculo de la Última Década” por la belleza de la danza que se ejecuta de forma elegante y de los trajes que son confeccionados de acuerdo a la cultura y diversidad de danzas que tiene España.

“Las alumnas empiezan desde muy pequeñas y enseñar a jóvenes o personas mayores la danza es difícil, puesto que no tienen la técnica que tienen las niñas de tres a cuatro años que aprenden a bailar y con el tiempo van perfeccionando la diversidad de pasos”, refirió.

Para Eggy el logro más grande es la presentación de gala de todo lo enseñado, a fin de año cuando se realiza la exposición del baile al ver a sus alumnas en el escenario dando todo de ellas para realizar un buen espectáculo y lograr que el público les brinde aplausos que son el incentivo más grande que puede recibir un artista.

“En la oportunidad de la presentación de gala de todos los fines de año, la emoción es indescriptible cada año es distinto y lo que me provoca al verlas en el escenario es algo único que hace que derrame lágrimas de emoción, ya que el espectáculo que presentamos es único en Oruro”, manifestó.

Eggy nos cuenta que en el escenario las niñas exponen todo lo aprendido y ese momento se descubre las maravillas de todo lo que pudieron captar porque cada una de las integrantes, demuestra su gracia y talento innato que tienen al haber aprendido las técnicas del baile a través del sistema audiovisual y luego aprenden lo técnico puesto que el baile español es la mezcla de varias culturas incluida la nuestra.

“Ver a las niñas que al final de la temporada aprendieron a bailar es una emoción que me impulsa agradecer a Dios que me dio este don de poder compartir con la juventud y niñez este arte maravilloso que les ayuda a la formación de su carácter y disciplina”, reitero.

La maestra recuerda que se formó en este maravilloso arte gracias al apoyo de su mamá y las enseñanzas de sus profesoras entre ellas Erlinda Vargas de Miranda y Amanda Selaya quienes le enseñaron las técnicas del baile español además de haber aprendido el manejo de las castañuelas, otra técnica que será presentada a medio año en un recital especial que se prepara para este año.

A pesar de su gran pasión por la danza española, lo que menos pudo hacer fue enseñar a su hija este baile quién a los tres años observando como su mamá enseñaba a otras niñas fue perfeccionando la danza, una alegría que tiene Eggy y que ahora alcanza a su nieta.

Actualmente la hija de Eggy, Faviola Vermeer es la sub directora de la academia y la responsable de las coreografías que presenta el cuerpo de baile de las jóvenes que aprendieron las técnicas entre ellas, Alejandra Crespo, Delia Pinto, Rebeca Pinto, Carol Silva, Marian Krellac, Aylin Mendieta, Nicol Castro.

“Es grato que mi profesión pueda prolongarse a través de mi hija y mi amada nieta que participó en el último recital que en realidad aprendieron a bailar a sus dos años y participar a sus tres años en la presentación del Ballet”, manifiesta Eggy.

Las enseñanzas que brinda son recompensadas por el amor que recibe de cada una de las niñas, haciendo énfasis que la mayor parte de sus alumnas sobresalen en sus unidades educativas por ser aventajadas, lo que motiva a los padres de familia a brindarles una especie de premio a su sacrificio participando en el ballet.

“Es tanto el amor y pasión por la danza española que cualquier baile que necesite de una técnica especial en el zapateo es aprendido de forma ágil y rápida por las jóvenes que constituyen el cuerpo de baile estable del ballet, al haberse formado desde niñas y el arte del baile español, tal como se demostró el 22 de diciembre cuando se realizó la presentación de gala del ballet de la gestión 2010” refiere la maestra.

Según Faviola la hija de Eggy, cada presentación no es la misma puesto que el momento de subir al escenario siente una especie de cosquilleo en el estómago porque el cariño del público hace que quieran demostrar mucho más de lo aprendido o enseñado, dar más de lo aprendido.

El secreto para enseñar su arte, es la paciencia y chasquidos de los dedos con los que en el flamenco se marca el ritmo, por eso el único ballet dedicado enfáticamente a la danza y cultura española, es tan estimado y valorado por el público orureño.

Los trajes son confeccionados en base a una rigurosa investigación de cada baile y son una prueba superada gracias a la habilidad de las personas que logran que la vestimenta sea parte del espectáculo que brindan las niñas.

El abanico un objeto muy característico que acompaña la danza, los vestidos entallados muchos con flecos rebosantes, son el toque especial que brinda elegancia y gallardía que representa el folklore del viejo mundo, España manifiesta Eggy.

De esta manera niñas a partir de los 3 años hasta jóvenes de aproximadamente 25 años, son parte del Ballet Español de Eggy Gonzales, maestra que a la par del baile también se dedica a declamar desde muy niña, otro don que es compartido con algunas de sus alumnas que necesitan aprender movimientos y una correcta pronunciación el momento de presentar una recitación, declamar o de realizar una oratoria.

En la presente gestión el ballet estable tiene invitaciones para participar en algunos eventos no solo en la ciudad, también en el interior puesto que la presentación colmó la expectativa de la población y de personas que al no ser de Oruro, promocionan la belleza de este arte.

Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos: