Me propongo demostrar en este artículo que, si la matemática no es una ciencia política (según la cual 193 es menor que 1 o un error es un acierto), entonces los funcionarios que han dado la cara por el abortado gasolinazo han estado manejando números incorrectos con referencia a la subvención.
Mi principal fuente es el Informe escrito del 18 de junio de 2010 presentado por el Ministro Vincenti a pedido del diputado Víctor Hugo Zamora.
De acuerdo con la cátedra televisiva del “Vice”, “subvención” es la diferencia (negativa) entre el precio que se paga y el precio de reventa de un bien escaso. Entonces, lo que se vende en el mercado interno sin comprarlo en el exterior es un “incentivo” y tiene otra finalidad. Cuando YPFB importa diesel, el Estado pierde dinero, pero cuando se congelan los precios de los combustibles en el mercado interno, el Estado gana menos pero no pierde.
Aclarado este aspecto, en 2009 se compró diesel a un precio promedio final de 4.4 bolivianos el litro y se lo vendió a 3.72, con una subvención de 0.68 Bs/litro, monto que el TGN (o YPFB) ha gastado. Ese año se importaron 571.4 millones de litros (ML) de modo que la subvención al diesel fue apenas 56 M$. La gasolina, importada a 5.8 Bs/L y vendida a 3.74 Bs/L, representó ese año 15 M$ adicional de subvención, haciendo un total de 81 M$ aproximadamente. Oficialmente se ha mencionado un monto de 300 M$.
El mismo cálculo para el 2010 toma en cuenta el incremento del volumen de diesel importado (674 ML) y precio (Bs 5/L en promedio), resultando una subvención anual de 123 M$. De otros datos de YPFB, se deduce que los 223 ML de gasolina importada a un costo máximo de 6.6 Bs/L, arrojan una subvención adicional de 90 M$. Sumando, no llegamos a 220 M$, sólo el 57% de los 380 M$ declarados oficialmente.
Si eso fuera poco, se ha afirmado repetidamente que, de los 666 M$ gastados en importar diesel y gasolina, 150 M$ se van al contrabando. Es una cifra exagerada, bajo todo punto de vista, pero que sólo podría verificarse a partir de la eliminación de la subvención. En efecto, ese monto corresponde a 780 mil litros de diesel por día, el cual para salir al exterior necesitaría, alternativamente: 52 cisternas de 15 mil litros de capacidad, 4.000 turriles de 200 litros, 3.1 millones de mamaderas de 250 ml, 26 mil llamas cargando 30 litros, 7.800 mulas cargando 100 litros o 195 “caimanes” llevando 20 turriles. ¿Alguien puede creerlo?
A su vez, el gasolinazo pretendía subir la recaudación del impuesto IEHD a la friolera cifra de 1.000 M$, eliminado la subvención a los líquidos importados, pero también el incentivo a los líquidos nacionales. De ese monto el 70% (700 M$ en total) iba al TGN, en parte destinado a un improvisado y opaco incentivo a la exploración de líquidos.
Finalmente, es curioso observar que los supuestos 380 M$ de subvención para 2010, representan el 57% de los 666 M$ que se gastaron en importar combustibles. “Casualmente”, 57% es la disminución que el presidente de YPFB atribuye al consumo de diesel en las fronteras durante la vigencia del gasolinazo, mediante una metodología estadísticamente inconsistente y científicamente reprochable. Por eso el 57% de mí ya no cree en las estadísticas. ¡Menos en los ministros!
(*) Físico
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.