Gobierno ingresa en la fase más crítica de su mandato

Los preparativos y preocupaciones de la celebración de Año Nuevo aliviaron ayer el aire de conflicto y malestar social que inundó la sede de Gobierno desde la aprobación del decreto del “gasolinazo” que desató una ola inflacionaria y especulativa letal para la capacidad adquisitiva de millones de ciudadanos.

Pero esa tregua obligada por el calendario no ha despejado el sentimiento de decepción y rechazo que ciudadanos de a pie expresan en las calles de esa urbe.

Todas las organizaciones sociales que se movilizaron el jueves contra el “gasolinazo” en las principales ciudades de Bolivia declararon un “cuarto intermedio” hasta la próxima semana, cuando probablemente, se vuelvan a manifestar expresiones de rechazo a la política económica gubernamental.

Los efectos del “gasolinazo” han empujado al Gobierno hacia un límite de fragilidad y aislamiento político que hasta hace poco era impensable para los analistas y opositores más críticos del presidente Evo Morales.

Pero al parecer la corriente de irritación contra el “decretazo” no se disipará ni con las fiestas de fin de año.

ESTADO DE EMERGENCIA

Uno de los grupos de presión que confirmó su “estado de emergencia” es la Confederación de Chóferes de Bolivia.

El secretario ejecutivo de esa organización gremial, Franklin Durán señaló ayer que sus representados rechazaron el 30% de elevación de precios que hizo conocer la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Telecomunicaciones y Transportes, o ATT.

Durán advirtió que el paro de los transportistas puede prolongarse por 72 horas la próxima semana. El dirigente sugirió incluso que la protesta alcance una duración de carácter “indefinido”.

“La siguiente semana estamos para preparar un paro de 72 horas o un indefinido si es que el Gobierno no da una solución a nuestro problema, no vamos a acatar nosotros ese 30% que la ATT ha dispuesto, que tenga por seguro que no vamos a acatar”, dijo Durán.

EL ALTO

La máxima representante de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto, Fanny Nina confirmó también que “las bases” de esa organización decidieron mantener las medidas de hecho contra la vigencia del decreto del “gasolinazo”.

“Las bases han determinado continuar con las movilizaciones hasta que el Gobierno abrogue (deje sin efecto) el decreto del “gasolinazo” que está empobreciendo más al pueblo”, aseguró.

El Alto, bastión que le brindó al presidente Evo Morales victorias electorales históricas superiores, se ha convertido en el sitio principal de rechazo a sus políticas. Durante las manifestaciones de la víspera (jueves) los ciudadanos enardecidos exigieron la renuncia de Morales, su vicepresidente Álvaro García Linera y el gabinete económico de ministros.

Aunque el Presidente Morales minimizó las protestas y culpó de las mismas a “empresarios” y “alcaldes de la oposición”, los pedidos de suspensión de alza de carburantes se registraron incluso en El Chapare, bastión principal de poder del Mandatario.

CRÍTICA

Las críticas más duras que el Presidente ha recibido desde el domingo tienen que ver con el denominado “fracaso” de su política de hidrocarburos. “En los hechos, el Gobierno está reconociendo que está cobrando más a los ciudadanos para pagarles más a las petroleras”, dijo Francesco Zaratti, ex delegado para la Revisión y Mejora de la Capitalización, del gobierno de Carlos Mesa.

En un tono similar, el periodista especializado en temas económicos, Humberto Vacaflor dijo que “el Gobierno se rindió ante las petroleras”.

El Presidente Morales también fue criticado por la coherencia de su discurso. Varios medios televisivos recordaron ayer cómo cuando era diputado, el Mandatario se opuso a un “gasolinazo” dictado por Mesa.

En esa ocasión, el 13 de enero de 2005, el entonces diputado Morales en un mensaje leído y grabado dijo que “…si el presidente (Carlos Mesa) no atiende al pueblo, es mejor que adelante las elecciones” y calificó el “gasolinazo” como una “medida coyuntural” que afecta la economía popular.

“Si no lo hace debe acortar su mandato… el presidente Carlos Mesa es el mayor enemigo de Bolivia”, dijo en esa ocasión Morales, aunque los expertos aseguran que la mayor alza de los carburantes, en las últimas décadas, es la decretada por el actual gobierno.

Fuente: La Paz, 31, LA PATRIA.-