Jueves 23 de diciembre de 2010
ver hoy
Nos acercamos nuevamente a la Navidad, fecha en la que recordamos la venida de Jesús a la tierra, 24 de diciembre -hacen dos mil diez años- cuando el Redentor en humilde pesebre, sin cuna nació, su tierna cabeza en heno durmió, a su alrededor se encontraban humildes pastores, que llegaron cargando sus animales como regalo: bueyes, ovejas acompañados de su deseo más ferviente que era conocer al Salvador, llegaron guiados por la estrella de luz. Jesús en el regazo de María, su madre, fue bueno y nunca lloró, también llegaron los Reyes Magos Melchor, Gaspar y Baltasar para entregarle sus regalos: oro, incienso y mirra.
En la Noche Buena con estrellas en lo alto un niño en el pesebre nacerá, las nuevas de su evangelio de salvación nos revelará. El Padre, su amor mostrando al mundo a Su Hijo amado enviará para eterna salvación.
Hace muchos años que festejamos ya no el nacimiento de Jesús, sino su cumpleaños, preparamos reuniones, fiestas donde todos felices brindamos por la fiesta de navidad, servimos la tradicional picana, y generalmente no mencionamos a Jesús, ya no recordamos el propósito de su llegada entre nosotros, ya no agradecemos lo que hizo por nosotros.
