El mes de mayo de la presente gestión se confirmó la muerte de una persona de sexo masculino de 54 años de edad, con rabia humana, que fue mordida por un can callejero.
El informe que brindó, la por entonces responsable de la Unidad de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud, Ana Cuellar refirió que la persona que falleció fue mordida por un can callejero, aproximadamente dos meses antes, y llegó al hospital General San Juan de Dios, cuando ya presentaba síntomas, por lo que irremediablemente falleció.
Una vez conocido el hecho, con la ayuda de la Empresa Minera Inti Raymi, que dispuso de sus brigadas para realizar el bloqueo de foco, se procedió a la vacunación de todos los perros y gatos existentes en ese sector.
Asimismo, como una medida de prevención se vacunó a todas las personas que tuvieron contacto con la persona afectada, que son alrededor de 16 y a toda la población de Iroco, pues al encontrarse en una zona de riesgo, se debieron tomar las previsiones.
En la presente gestión se han presentado 17 casos positivos de rabia animal, de las 41 muestras que se enviaron a la ciudad de La Paz. De los 17 casos, 12 se dieron en perros, dos en gatos y tres en camélidos y ovinos.
El responsable de Zoonosis del Sedes, Ernesto Vásquez informó que en esa repartición se atendieron a 895 personas que fueron mordidas por canes, de las que 556 han recibido tratamiento antirrábico.
A causa de la muerte de la persona con rabia humana, se realizó la campaña de vacunación canina y felina de emergencia en mayo, la cual fue apoyada por diversas instituciones.
El domingo 30 de mayo, se procedió con esa iniciativa, en la que se logró vacunar a 47.693 perros y gatos, de los 62.738 que se tenían programados, cifra que representa a un 89 por ciento de la meta.
En la campaña de agosto, que es la que cada año se realiza a nivel nacional se alcanzó a inmunizar a 43.778 entre perros y gatos de una meta de 53.073, lo que equivale a una cobertura de un 88 por ciento.
Ya el mes de marzo se presentaron dos casos de rabia en llamas en Villa Nueva Llallagua de la Joya, que adquirieron el mal luego de que un perro desconocido las atacó y huyó del lugar.
Vásquez en esa oportunidad informó que después de siete días, los camélidos presentaron parálisis, hidrofobia, excitación y posteriormente fallecieron.
Los resultados fueron enviados de forma inmediata, de La Paz, confirmando que las llamas contrajeron la rabia, lo que llamó la atención de las autoridades, pero haciendo la investigación epidemiológica de datos históricos, Vásquez señaló, que no es raro que se den estos casos en las llamas porque son animales de sangre caliente y, más aún si fueron atacadas por un can sospechoso.
En abril fue cuando se confirmó el primer caso de rabia canina en la ciudad de Oruro, se trataba de una mascota que mordió a 5 personas, las que también recibieron tratamiento en Zoonosis del Servicio Departamental de Salud.
La mascota vivía en inmediaciones de la parada del Minibus de la línea 14, en la zona Norte, y cuya muestra fue enviada a la ciudad de La Paz, y una semana después llegaron los resultados, dando positivo.
En ese caso también se procedió a realizar el bloqueo de foco en el sector, con la vacunación de entre 500 y 700 perros, con el fin de que el virus de la rabia no se propague.
El mismo mes de mayo se reportaron otros dos casos de rabia canina; uno proveniente del Municipio de Paria y el otro del sector Este de la ciudad.
Con ese reporte ya sumaban a cinco los casos de rabia canina que se presentaban en el Departamento de Oruro.
Según el informe, el can que tenía el virus de la rabia, mordió a seis personas, las que recibieron el tratamiento con las vacunas antirrábicas.
El segundo y tercer caso se reportaron a finales de abril, uno que se dio en el sector de Chiripujio una zona que tiene bastante riesgo con esta enfermedad, ya que es del lugar donde más se reportan casos, pese a las campañas de vacunación que se realizan.
Y el tercero se presentó en la zona de la Terminal; en todos esos casos se efectuó el bloqueo de foco, con la vacunación de entre 300 y 500 perros por zona.
Nuevamente las autoridades en salud reclamaron el funcionamiento del Centro de Zoonosis, que debe ser implementado por la Alcaldía Municipal de Oruro, con el fin de controlar la proliferación de canes en las calles que hoy es alarmante.
Este centro debía estar ya en funcionamiento el 2008, sin embargo, problemas en las licitaciones, y retrasos en la construcción hicieron que esto se retrase y más aún cuando, luego de la construcción de la infraestructura, el equipamiento se convirtió en otro problema que hasta el momento no se lo realiza.
Mientras tanto los canes en las calles siguen siendo un peligro y un foco de contaminación ambiental.
Un peligro porque además de asustar especialmente a los niños, éstos quedan con cicatrices por la mordedura.
Y un foco de contaminación porque sus heces y orina se mezclan con el polvo que es levantado por el aire y eso respiramos, además cuando andan en jaurías, los ladridos por la noche provocan contaminación acústica, que molesta a los vecinos.
El Centro de Zoonosis es realmente una necesidad primordial para Oruro y la salud de su población, para que desde allí se planteen políticas sobre la tenencia responsable de los animales, y para disminuir su crecimiento vegetativo.
Fuente: LA PATRIA
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