Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 En busca de una revolución - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
El proceso de convencimiento que el gobierno desarrolla en el país y el exterior para consolidar su proyecto político o “modelo socialista del Siglo XXI” nacido en el discurso de Hugo Chávez, desde la presidencia de Venezuela, tal como se conoce públicamente, enfrenta hoy severos contratiempos tanto interna como externamente, toda vez que “las masas” no encuentran un justificativo pleno en la visión propuesta por el Movimiento al Socialismo y, mucho menos, buenas razones para avanzar con la revolución democrática y cultural que sustenta la estructura de gobierno.
El credo revolucionario, específicamente en Cuba, Venezuela y, mucho antes, en el Vietman del Norte, sustenta su estructura organizativa en el “poder de convencimiento de las masas”, que significa trabajar con todos los medios de comunicación posibles, especialmente con discursos, explicaciones detalladas de los problemas sociales, emisión de proclamas destinadas a la movilización de masas, con contenidos políticos. En Bolivia, aparentemente, se acabaron los motivos políticos que afectan a la sociedad y a los sectores sociales aglutinados en sindicatos, pueblos indígena originario campesinos, además de otros, cuyos cuadros sienten que el proceso está agotado ante el incumplimiento de “la oferta programática”, frustrada en el primer periodo de cuatro años del régimen masista.
“La revolución se apoya en las masas”, decía desde la sierra Fidel Castro, durante el proceso de avance de la rebelión cubana. En Bolivia no hay sierra ni revolución, por cuanto el proceso se ha burocratizado y los “revolucionarios” de hoy cuidan los intereses del sindicato que, por ello, se convierten en intereses sectarios. Sobre esta base, por ejemplo, dirigentes de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de La Paz, Tupac Katari; los colonizadores de Caranavi, gremiales de Oruro y todo el Departamento de Potosí, de ser una fortaleza irreductible del MAS hasta antes de marzo de este año, pasó a convertirse hoy en acérrimos críticos del régimen gobernante.
Los analistas consideran que es la posición del gobierno, de imponer sus decisiones sin ganar la base lógica de las masas campesinas, obreras y clases medias empobrecidas, que ha contribuido a su auto desgaste político y, en consecuencia, ha mejorado el accionar de la “problemática política dominada por la burguesía” que tanto critica. “Se han atascado las falsas cuestiones y (los revolucionarios) son cómplices de la problemática oportunista”, insistiría Regis Debray, si analizara hoy todo cuanto ocurre en Bolivia.
Varios son los hechos que tratan de encubrir esa realidad política, entre las que se cuentan como principales, las múltiples querellas sin motivo real ni directa procedencia, los conflictos entre organizaciones de izquierda, las multiplicidad de frentes electoralistas al interior del MAS, los cuales buscan una ubicación dentro del aparato burocrático, así como, algunas maniobras sindicales y los chantajes que circulan entre los propios miembros de las cúpulas de grupo. Esta problemática es la que califica el presidente, como la politiquería, la corrupción y el narcotráfico que son más poderosos que el propio Estado. Esa realidad precisa de una actitud más agresiva y un camuflaje más preciso, en su accionar frente a la sociedad.
En esa lógica está escrita la Constitución Política del Estado, en el capítulo inherente a las acciones de defensa (Art. 126) referidas a las garantías jurisdiccionales, por lo que, el país en su conjunto, debería demandar la vigencia de la “acción de Libertad”, puesto que son múltiples las personas que consideran que su vida está en peligro, que ilegalmente está perseguida o que es indebidamente procesada.
En los últimos meses, el país a experimentado una acción de persecución contra miembros de la Iglesia Católica y se encuentran en similar situación, los periodistas que cumplen funciones no sólo de cobertura informativa en cumplimiento de sus obligaciones constitucionales, sino de orientación a través de ciertas opiniones que analizan las características de la coyuntura que hoy vive el país.
Toda persona afectada o privada de su libertad personal, “podrá interponer acción de libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad” (Art. 126).
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