Lunes 20 de diciembre de 2010
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El mayor objetivo de la educación en el hogar debe ser la formación armoniosa del carácter del niño, no su adiestramiento. Muchos padres de familia hoy en día consideran que al enviar a sus hijos a la escuela ya los han educado. Pero la educación es una cuestión más amplia de lo que muchos comprenden: abarca todo el proceso mediante el cual el niño es instruido desde el nacimiento, a la segunda infancia, a la juventud y de la juventud a la adultez. Tan pronto como un niño es capaz de formar una idea, debería comenzar su educación. Si a veces, al educar, usted se balancea entre el poder y la autoridad y le resulta difícil lograr un punto de equilibrio, debe elegir por llevar a cabo tareas sencillas y pequeñas a partir del hogar. A continuación le doy algunas sugerencias para poner en práctica, en el tiempo libre de las próximas vacaciones de fin de año, cuyo propósito será el de contribuir eficientemente, entre el hogar y la escuela, a una formación integral de sus hijos en edad escolar.
