Hace un tiempo alguien sugirió clonar a Juan del Granado para repetir infinidad de veces el buen gobierno que gozó la Alcaldía de La Paz en el último decenio. El deseo era una ilusión y entrañaba la dificultad de tocar a un ser humano. Los humanos representamos inteligencia pero también emociones, sentimientos, amores y aborrecimientos.
En cambio, esta semana, por iniciativa del propio Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, se firmaron compromisos para clonar los sistemas que permitieron la gobernabilidad y transparencia en esta entidad, la más importante del país.
En efecto, las autoridades edilicias resolvieron conmemorar el Día Internacional contra la Corrupción con una iniciativa que supera la mezquindad: compartir la experiencia de sanear cuentas, simplificar trámites y ampliar el acceso a la información pública, con municipios de ciudades grandes -como Oruro-, intermedias y pequeñas, en casi todos los departamentos del país.
Las convenciones contra la corrupción, tanto la interamericana como la de Naciones Unidas, enfatizan la prevención como el mejor camino para frenar aquel flagelo que perfora el desarrollo. En ese sentido se aconsejan medidas como: la meritocracia (selección técnica y no política de los funcionarios) y la consecuente carrera administrativa; la declaración actualizada de bienes y rentas; la implementación de normas de conducta o códigos de ética; la apertura de una oficina de enlace para entregar información al ciudadano.
La simplificación de trámites ayuda a la población a gastar menos dinero y tiempo y actúa como un desinfectante de efecto inmediato para evitar cobros de “coimas”. Publicar los flujos, los tiempos, los costos, aprovechar el ordenamiento electrónico, el pago en ventanillas bancarias, marca la diferencia.
El otro tema, el menos visible, es la aplicación interna de los sistemas administrativos modernos, a veces engorrosos pero inevitables. La hoja de ruta, los manuales de funciones, los roles claramente establecidos, la publicación de convocatorias, los comités de selección, la apertura pública de sobres, la selección.
Los municipios que ahora quieren imitar a La Paz tendrán personal para organizar los archivos, otro asunto descuidado en tantas partes. Archivos en los cementerios, archivos de los planos, archivos de las ordenanzas, archivos de la actividad cultural, de los proyectos, de los programas. Un mundo que sólo con gobernabilidad es posible construir.
Al GAMLP le llevó varios años porque recibió una administración quebrada, sin capacidad de obtener préstamos y cuarteada. Otros casos serán menos traumáticos. Seguramente, superarán las metas más rápido por esta transferencia de conocimientos. No necesitarán consultores internacionales, sino el intercambio con una experiencia boliviana.
Se ampliará así una mancha virtuosa que abarca a otros municipios exitosos como Curahuara de Carangas, Concepción, Rurrenabaque, Reyes, Tarija, Potosí (con Joaquino), San Javier, cuya principal plataforma fue el buen gobierno y planificar.
En la otra vereda están los que no salen del estropicio como Palca, Mecapaca, El Alto, que también amenazan con contagiar a los demás con sus peleas campales, improvisaciones, desorden y derroches.
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