Cuando se trata de proyectos considerados importantes y serios lo mínimo exigible es que los mismos estén plenamente respaldados por un adecuado “estudio a diseño final”, requisito exigible al tratarse de relaciones entre las empresas interesadas en ciertas licitaciones y las autoridades del gobierno central o las departamentales, según convenga en cada circunstancia.
Generalmente la participación de consorcios internacionales en proyectos de envergadura en el ámbito nacional obliga a presentar un cúmulo de documentos entre requisitos legales, fiscales, autorizaciones, plantel de los profesionales, solvencia financiera y boletas de garantía entre otros pero lo que se considera ineludible y es la base para el desarrollo del proyecto, es el “estudio a diseño final” que se convierte en una garantía de respaldo para la empresa adjudicataria y de exigencia de cumplimiento para los contratantes.
Lo que está preocupando en el ámbito departamental es que justamente varios de nuestros proyectos han sido postergados y otros definitivamente frustrados por la carencia del “diseño final”.
En la actualidad estamos confrontando problemas que pueden agravarse en el futuro si de una vez no se exige ese estudio a diseño final en el caso del aeropuerto internacional y también para el Puerto Seco, recordando que por otra parte debería actualizarse el que existía (en la ex Cordeor) para ubicar el Parque Industrial.
En una primera instancia y con carácter de prioridad se debe encarar el desarrollo del proyecto Puerto Seco, de manera que con el “diseño final” se hagan las observaciones pertinentes, las correcciones de rigor y se determine a la brevedad posible la mecánica de implementación estructural, emplazando la misma en el sitio más seguro, óptimo y próximo a la ciudad.
En lo que corresponde al aeropuerto internacional evidentemente se observa un movimiento de tierras, poco equipo pesado, la antigua y ampliada franja asfáltica ha desaparecido y hay signos de una incipiente actividad, mientras los vecinos de urbanizaciones próximas a lo que será el aeropuerto, el caso del parque industrial de Huajara, el cambio de torres de alta tensión y la alteración de algunos proyectos urbanos deben ser aclarados oportunamente, cosa que sólo se dará efectivamente cuando se presente el “estudio a diseño final”, que de momento todavía se hace esperar.
Faltan estos documentos para otros proyectos y nuestras autoridades se han acostumbrado a dejar pasar y dejar hacer, como ha sucedido con varias obras inconclusas, otras que habiendo sido pagadas ni siquiera comenzaron, el retraso en obras camineras que ahora son un problema, precisamente porque en función a un exagerado atraso se han producido muchos perjuicios a las comunidades y al departamento en conjunto, todo por la inexistencia de ese “diseño final” que marca deberes y obligaciones.
Estamos a tiempo y hay urgencia de exigir en el caso del aeropuerto y del Puerto Seco los estudios a diseño final que permitan la continuidad de los trabajos que se han iniciado y que continúan –por así decirlo– fuera de un cronograma definido, garantizado y “finalmente diseñado” para su ejecución.
Fuente: LA PATRIA
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