Sacerdote Erasmo Flores fallece tras 68 años de servicio a Dios
15 dic 2010
Fuente: LA PATRIA
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Con 96 años de edad y 68 de ellos consagrados a la vida sacerdotal, el lunes dejó de existir el padre Erasmo Flores Ayala, quién entregó su vida a la Iglesia Católica de Oruro para fortalecer en la comunidad la fe y esperanza en Dios, tras un trabajo evangelizador realizado en varias parroquias del departamento.
Sus restos fueron trasladados desde el hogar “La Sagrada Familia” y ayer fueron velados en el templo de la Catedral Nuestra Señora de la Asunta, donde se realizó la misa de cuerpo presente presidida por Monseñor Cristóbal Bialasik y posteriormente fue trasladado a la Cripta del Santuario del Socavón, donde lo sepultaron.
Acompañaron el cortejo fúnebre varios sacerdotes que llevaron en su vestimenta el color morado que significa penitencia y es utilizado en tiempo de adviento, según explicó monseñor Bialasik.
El padre Erasmo, como era más conocido, fue un sacerdote que trabajó en varias parroquias y tras jubilarse, pasó alrededor de 20 años conviviendo junto a las personas de la tercera edad del hogar “La Sagrada Familia” donde no dejó de servir al Pueblo, porque seguía confesando y dando testimonio de fe a las, manifestó el obispo de la Diócesis de Oruro, Monseñor Cristóbal Bialasik.
Fue director espiritual de muchas personas, porque supo dar consejos adecuados para que la gente siga adelante ante cualquier problema.
Monseñor recordó que cuando visitaba el hogar de ancianos, el padre Erasmo, le reiteraba el pedido de que sus restos mortales descansen en la Cripta del Santuario del Socavón, motivo por el que en cumplimiento de ese pedido fue sepultado junto a los restos mortales de algunos sacerdotes.
El padre Erasmo Flores, nacido en Totora el 2 de junio de 1917, consagró su vida al servicio de Dios; ordenándose en Sucre el 8 de septiembre de 1942, ese año fue enviado por Monseñor Ricardo Chávez, Obispo de Oruro, a prestar sus servicios pastorales en la parroquia de Condo.
Fue párroco del templo de Santo Domingo en 1960, después del Santuario de Quillacas.
Es recordado con mucho cariño en este lugar porque realizó esfuerzos para procurar mejores condiciones de vida para los miembros de la comunidad , quienes gracias a las gestiones del padre Erasmo lograron contar con un generador eléctrico para alumbrar sus calles, además de procurarles un camión para transportar sus productos agrícolas para la venta en las ferias.
Muchos años estuvo de párroco en el templo de San Martín, cuyos miembros le recuerdan vistiendo su abrigo negro, un chal y su característico sombrero cuando realizaba su trabajo evangelizador junto a la religiosa Esperanza Blanco, habiendo logrado crear muchas comunidades eclesiales de base dependientes de dicha parroquia.
Fue párroco del templo de La Catedral, vicario cooperador en San Gerardo y donó su casa ubicada en inmediaciones del Parque de la Unión a las religiosas que atienden el Hogar de Ancianos “La Sagrada Familia”, lugar donde vivió sus últimos años.
Fuente: LA PATRIA
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