Marginalidad y deserción escolares no se eliminan con bono “Juancito Pinto”
13 dic 2010
Fuente: LA PATRIA
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La marginalidad y la deserción escolares son dos lastres de la educación boliviana, existentes desde la aparición de la educación sistemática (escolarizada), sin embargo, el Gobierno no eliminará estos problemas estructurales con el bono “Juancito Pinto”, lo que se debe hacer es acabar con los resabios de del “precapitalismo”, explicó el secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores de Educación Urbana de Oruro, Daniel Ordoñez.
“El gobierno demagogo, si realmente está interesado en acabar con la marginalidad y la deserción escolar, lo que debe hacer es terminar con los resabios del precapitalismo en la economía del país, garantizar fuentes de trabajo estables y bien pagados a los padres de familia y asegurar ingresos necesarios para que los sectores que viven al margen de las relaciones obrero-patronales puedan atender sus problemas vitales”, dijo.
El dirigente considera que estas tareas son demasiado grandes para un gobierno que es incapaz de atentar contra los intereses de la empresa privada nacional y de las transnacionales, de acabar con la causa de la explotación de inmensas mayorías por una capa minoritaria de “chupa-sangres” que es la gran propiedad privada de los medios de producción.
El gobierno, al tiempo de instituir el bono “Juancito Pinto”, ha argumentado que su finalidad es acabar con la deserción y la marginalidad escolares, mantener en las escuelas a los que ya están matriculados y tentarlos a que concurran a las aulas a los que aún no han logrado matricularse.
Tan importante papel debería cumplir la asignación anual de 200 Bs. a cada niño y joven que concurre a los centros educativos. Probablemente el planteamiento en sus inicios tuvo una fuerte dosis demagógica y electoral, lo intolerable es que a dos o tres años de vigencia del bono el gobierno proclame que prácticamente, estos flagelos de la educación están a punto de acabarse, enfatizó.
“Una medida rentista tan superficial como este bono no puede superar un problema estructural que emerge del grado de desarrollo del país. Para resolver el problema de la miseria y el atraso de Bolivia no bastan los 200 bolivianos anuales que reciben los escolares”, protestó.
También explicó que la deserción escolar, además de la consideración ya planteada, tiene mucho que ver con el atraso y la miseria imperantes en el país; inmensos sectores de marginados, campesinos e indígenas, trabajadores con miserables salarios, desocupados sin una fuente segura de trabajo, se ven obligados a incorporar a los hijos al proceso productivo en su temprana edad porque materialmente ya no pueden mantenerlos en las escuela.
En muchos casos asisten a la educación nocturna, mal atendida por el Estado, niños y jóvenes que están obligados a trabajar en el día para asegurarse el pan del día que le beneficie a él y a su familia porque el padre y la madre no encuentran dónde trabajar, argumentó.
“Por tanto, debemos concluir que la marginalidad y la deserción escolares obedecen a factores objetivos y materiales que no dependen de las malas o buenas intenciones de los gobernantes y de los maestros”, finalizó.
Fuente: LA PATRIA
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