Serbios de Kosovo afrontan divididos llamamiento al boicot electoral
12 dic 2010
Fuente: Mitrovica (Kosovo), 11 (EFE).-
La minoría serbia de Kosovo afronta dividida la llamada de Belgrado y de la Iglesia ortodoxa a boicotear las elecciones de mañana, las primeras legislativas desde la proclamación unilateral de independencia en 2008.
El puente sobre el río Ibar, en la norteña ciudad kosovar de Mitrovica, es uno de los pocos de Europa que, en lugar de unir dos orillas, las separa: en el Sur vive la mayoría albanesa y en el Norte la serbia.
Unos carteles advierten al cruzar el puente -vigilado por soldados alemanes de la OTAN en un extremo y varias patrullas de la gendarmería francesa y los carabineros italianos en el otro- de que “se reprimirá de inmediato cualquier acto de provocación”.
En el Norte de Mitrovica se concentra la mitad de los 100.000 miembros de la minoría serbia de Kosovo, con un total de dos millones de habitantes.
El tráfico rodado entre ambos sectores de la ciudad es escasísimo. Si en el Sur circula el euro y las matrículas de Kosovo, en el Norte sólo se aceptan el dinar, la moneda serbia, las matrículas de ese país y se hace ostentación en cada portal de la bandera tricolor de la nación eslava.
Si pocos metros antes eran las caras de los candidatos a las legislativas kosovares las que dominaban el paisaje urbano, ahora son los cárteles blancos llamando al boicot y el gesto serio del ultranacionalista Tomislav Nikolic, uno de los fundadores del Partido Radical Serbio (SRS), los omnipresentes.
“Esto no es parte de Kosovo porque aquí no funciona la administración kosovar. Somos serbios, nos han quitado todo menos nuestra identidad”, afirma Goran, que trabaja en un bar de comida rápida cerca del puente que divide la ciudad.
En el ambiente de este bastión del nacionalismo serbio -el partido del presidente reformista de Serbia, Boris Tadic, es sólo la cuarta fuerza política- se puede sentir la tensión cuando se pregunta en público sobre las legislativas de mañana en Kosovo.
En la diminuta facultad de Economía, una joven que pide no ser identificada afirma: “somos serbios, vamos a seguir el boicot, pero tampoco se puede hacer otra cosa porque no hay dónde votar”.
La autoridad del nuevo Estado no llega al norte de Mitrovica y aunque la Policía es kosovar -todos de etnia serbia- sólo aceptan órdenes por medio de la misión de la Unión Europea, la Eulex, pero no de Pristina.
Ante la imposibilidad de abrir colegios electorales, el Gobierno kosovar desplegará varios autobuses con urnas para que los serbios que lo deseen puedan votar en algunas zonas, aunque es improbable que circulen libremente.
La Eulex calcula que son unos 200 ó 300 los radicales dispuestos a todo con tal de minar la influencia de las autoridades kosovares en el norte de Mitrovica.
En unos despachos diplomáticos difundidos el jueves por WikiLeaks, la división de Mitrovica y la escasa influencia de Kosovo en el Norte es vista con preocupación por Estados Unidos.
“Dejar de actuar pronto supone perder el Norte de Kosovo y reabrirá la caja de Pandora de los conflictos étnicos que definieron los 90”, escribió el embajador de EE.UU. en Kosovo, Christopher Dell.
El miércoles murió tiroteado en el Norte de Kosovo un político de la minoría bosnia, fiel a las autoridades kosovares, y Pristina considera que se trata de un aviso a quienes colaboren.
El pasado julio un diputado serbo-kosovar en el Parlamento de Kosovo, Petar Miletic, fue herido tras ser tiroteado en la ciudad.
Distinta es la situación al Sur del río Ibar, donde se espera cierta normalidad en la participación de la minoría serbia en las elecciones de mañana, en las que tienen reservados diez escaños en el Parlamento de Kosovo, aunque pueden superar esa cifra si la asistencia a las urnas es alta.
“Un futuro seguro para todos” y “Es tiempo de cambio” son los mensajes electorales del Partido Liberal Independiente, el más importante de la minoría serbia en Kosovo.
Para su presidente, Slobodan Petrovic, los serbo-kosovares podrían llegar a tener hasta 30 escaños si votasen de forma activa, lo que les daría una enorme influencia en las instituciones, e incluso lograr un día que el presidente de Kosovo sea un serbio.
Petrovic asegura que en los tres últimos años su partido consiguió colocar dos ministros en el anterior Gobierno kosovar, empleo para 2.500 serbios, 500 casas para refugiados y el comienzo de la construcción de un centro médico en el enclave de Gracanica.
“No necesitamos que el Gobierno serbio o el presidente serbio nos diga cómo es la realidad aquí. Vivimos aquí”, explica Petrovic, quien agrega que en los pasados tres años no han recibido “ningún tipo de asistencia de Serbia”.
Fuente: Mitrovica (Kosovo), 11 (EFE).-
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.