El escritor peruano Mario Vargas Llosa, Premio NObel de Literatura, dijo en su discurso pronunciado ante la Academia Sueca uno de los mejores expresados le dijo al mundo que “aprendió” a leer a los cinco años en el Colegio La Salle de Cochabamba.
Tal mención causó alborozo en la ciudad del Rocha River y cochabambinos de todas las edades se proclamaron compañeros de curso del famoso escritor y hasta mi tía Encarna que podría ser su abuela confesó haber sido condiscípula del premiado y haber compartido con él una “miskibola” también conocida como “bolas de Melgarejo”.
Como no podía ser de otra manera, el Ateneo Pericles dirigido por mi amigo el pensador greco-cochabambino Aristóteles Giorgiadis Quiroga convocó a una solemne sesión de honor en el Bar Social de Cochabamba (el Barco) que se llenó de público, manifestándome uno de los organizadores que cerca de ochocientos cochalas aseguraron haber sido condiscípulos de Varguitas y que pasaron de mil quienes se ufanaron de haber jugado “oculta-oculta” con ese niño que vivió temporalmente en esa ciudad privilegiada.
Me dijo el insigne pensador ya mencionado que no es fantasioso al mencionar que los cochabambinos se sienten orgullos en todas latitudes y me puso como ejemplo al Vicepresidente de la República el señar García Linera que hasta el momento ha leído veintítres mil ochocientos noventa y un libros y apenas sobrepasa los cincuenta años de vida, según el Instituto Nacional de Estadística entidad que se equivoca mucho en materia de inflación y otras que perjudican la imagen del Gobierno.
Aristóteles Giorgiadis Quiroga me aseguró que Alvarín Garcia Linera nació en Cochabamba y fue allí donde nació su amor por la Lectura, “Ha leído tanto -me dijo- que acaba de declarar que Mario Vargas Llosa, ganador del Premio Nobel de Literatura es un ignorante y un fracasado, lo que produjo sonrisas entre quienes escuchaban nuestra conversación.
Volviendo al tema tan importante de que hubiera sido Cochabamba la ciudad donde el actual Premio Nobel de Literatura aprendió a leer, Aristóteles Giorgiadis Quiroga reconoció que los cochabambinos leen y lo hacen no sólo en sus casas y bibliotecas públicas sino en las plazas y paseos públicos donde jóvenes cochabambinos leen a la luz del alumbrado público durante las noches y las madrugadas.
Fue una reunión solemne y emotiva la que realizamos en el Bar Comercio de Cochabamba al saber que el insigne escritor recordó en Suecia que fue Cochabamba donde aprendió a leer, que es la aventura más fascinante del mundo, y así lo reconoció el escritor, justamente premiado y quien también dijo al mundo que Bolivia es una “pseudo democracia payasa”,algo que yo sospechaba y sobre lo cual meditaré luego de comprar de algunas ferias callejeras algunos productos navideños traídos de contrabando.
PAULOVICH
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